Spot, el niño-perro, acompañará a Arlo en su travesía.

Crítica – ‘El viaje de Arlo’

TGD

Título original: The Good Dinosaur

Año: 2015

País: Estados Unidos

Director: Peter Sohn

Guión: Meg LeFauve (Historia: Peter Sohn, Erik Benson, Meg LeFauve, Kelsey Mann, Bob Peterson)

Reparto: Jeffrey Wright, Frances McDormand, Maleah Nipay-Padilla, Ryan Teeple

Productora: Pixar Animation Studios / Walt Disney Pictures

Género: Animación/Aventuras

Hace veinte años, Pixar hizo la primera película de animación en 3D. Ahora, llega ‘El viaje de Arlo’. Así ha anunciado Disney la nueva película que ha hecho con Pixar Animation Studios, y menudo cambio.

A los pocos minutos de comenzar, se muestra esa evolución en el trabajo de Pixar a lo largo de los años con un realismo extremo. Es una de las bazas más fuertes de la película y lo que seguro que sorprenderá a más de un espectador, ya que todas las localizaciones parecen haber sido grabadas en espacios reales, y todos los detalles están cuidados con la dedicación y minuciosidad que caracteriza a la empresa de animación: cada reflejo, movimiento, pelos, plumas… Evidentemente, los protagonistas de la historia tienen un diseño más caricaturizado y simple para destacar sus características físicas y que los más pequeños puedan entender con la mayor facilidad posible a todos los personajes.

A nivel narrativo no se presenta nada realmente novedoso, es una mezcolanza entre En busca del valle encantado (Don Bluth, 1988) y El Rey León (Rob Minkoff/Roger Allers, 1994), pero no es para nada molesto, puesto que introduce pequeños elementos distintivos a nivel de personaje, mostrando a los humanos como perros o dotándola de cierta americanización del entorno muy notable sobre todo en el segundo acto, que podría hacerse pasar por un western. El T-Rex es casi un reflejo perfecto del maestro Clint Eastwood, un tipo duro, misterioso, contundente.

Spot, el niño-perro, acompañará a Arlo en su travesía.
Spot, el niño-perro, acompañará a Arlo en su travesía.

La travesía que emprende Arlo le hace comprender y entender las diferentes situaciones a las que puede enfrentarse un niño, como la muerte de un ser querido, relacionarse con el diferente y ponerse en su lugar, o aceptar que el miedo es algo que no debe desaparecer porque forma parte de la vida y de él se puede aprender a afrontar cualquier dificultad que interrumpa su viaje. Aunque esto implique encontrar por el camino dinosaurios que parecen estar empapados en cocaína, claro.

Y en el fondo es casi lo único que se puede echar de menos en la historia. Algo nuevo más allá de la asombrosa evolución y revolución de la creación de imágenes animadas digitalmente que es más que evidente en la película. No basta con esos valores que se han mencionado antes, porque aunque se cuenten de una forma algo diferente siguen partiendo de la misma idea base, además de echarse de menos un mayor desarrollo para la madre de Arlo, cuya figura parental queda en desigualdad con respecto al padre. No se ve un concepto impactante o que no haya sido tratado con anterioridad en otros largometrajes, como en Del Revés (Pete Docter/Ronnie Del Carmen, 2015), caracterizada por esa forma de llevar la historia y estar dotada de madurez.

No, no es una fotografía cualquiera de internet. Es una muestra del trabajazo que hay en lo nuevo de Pixar.
No, no es una fotografía cualquiera de internet. Es una muestra del gran trabajo que hay en lo nuevo de Pixar.

¡Por cierto! Es imposible pasar de largo el cortometraje que proyectan antes de la película, Sanjay’s Super Team (Sanjay Patel, 2015), que es un perfecto ejercicio de narrativa visual sin diálogos, que contrapone diferentes culturas y modos de ver la vida, y todo ello aderezado con una animación brillante en la que se mezcla el 3D y el cel-shading, que da un aspecto muy comiquero al corto. A años luz de esa decepción pastelosa que fue Lava (James Ford Murphy, 2015).

Lo mejor: El realismo del entorno animado y esa muestra del magnífico trabajo que siempre hace Pixar es algo que no se puede pasar por alto. Un tratamiento visual excelente. Y maldita sea, ese segundo acto es un western con dinosaurios. Compro 27.

Lo peor: Que no presente nada nuevo en términos narrativos.

Puntuación: 8,5/10