Crítica – ‘El Bar’

Título original: El Bar

Año: 2017

País: España

Director: Álex de la Iglesia

Guión: Álex de la Iglesia, Jorge Guerricaechevarría

Fotografía: Ángel Amorós

Reparto: Blanca Suárez, Mario Casas, Secun de la Rosa, Carmen Machi, Jaime Ordóñez, Terele Pávez, Joaquín Climent, Alejandro Awada, Jordi Aguilar, Diego Braguinsky, Mamen García

Productora: Pokeepsie Films / Nadie es perfecto PC

Género: Thriller

Se suele asociar con bastante frecuencia el cine de Álex de la Iglesia con la corriente artística del feísmo, tendencia que valora lo feo y permite que el autor pueda regocijarse en lo horrendo, desagradable o repugnante de sus obras. Esto, unido al amor del director por el caos, da como resultado películas como El Día de la Bestia (1995), Balada triste de trompeta (2010), Las brujas de Zugarramurdi (2013), o incluso teniendo la influencia como productor en Musarañas (Juan Fernando Andrés/Esteban Roel, 2014), y la más reciente, El Bar.

Da comienzo con un ya clásico opening para las películas con una temática clara de infecciones, cercana incluso a videojuegos como The Last Of Us (Bruce Straley/Neil Druckmann, 2013) y planteando así lo que algunos han visto como “giro previsible”, pero que para nada es eso, porque lo que le interesa al director es mostrar lo oscuro de sus personajes, estereotipos llevados al extremo a los que no le importa torturar para que se despojen de su apariencia (reflejada como una pija, un hipster, un camarero de un bar castizo, una adicta al juego o un vagabundo) y se desnuden ante el público. Como suele ser común en las películas del director, su reparto coral también es el punto fuerte de esta, destacando a Blanca Suárez y Mario Casas, pero también a Secun de la Rosa, que sale de su registro habitual para sorprender gratamente, y un Jaime Ordóñez desatado por completo que cambia el hablar citando líneas de Raphael por parábolas de la Biblia, y que resulta terrorífico.

Jaime Ordóñez, que da rienda suelta a la locura de su personaje, un vagabundo religioso aterrador.

Si bien el primer acto atrapa al espectador igual que a los pintorescos personajes por cómo se consigue crear la intriga y se sienta perdido y desorientado, en parte del segundo y tercero quizá desconecte un poco por su carácter errático y caótico, como se mencionaba antes, y aquí es donde Álex de la Iglesia despliega todos sus recursos para llenar de porquería a sus actores, para seguirlos y que ellos mismos lleven al público a través de esas alcantarillas con cámaras montadas en arneses. Eso sí, si consigue ver la película en una sala como la Soho de Barcelona, verá que podrá sentir la total inmersión en este tramo de la película gracias al terrible olor que desprenden los baños que hay justo al lado de la sala de proyección, que como recurso para contribuir a la atmósfera resulta ideal.

El Amparo será la excusa para despojar a sus clientes de la aparente humanidad y comodidad en la que creen encontrarse.

Quizás peca de repetitiva para lo que suele contar De la Iglesia, y sólo cambia la ambientación y el planteamiento, pero en general resulta bastante similar. Que no pierda sus señas de identidad, como el caos, la mugre, lanzar pequeñas píldoras de la historia a través de las televisiones, que los personajes cambien de como se presentan en un principio es algo que se agradece y puede que harte a partes iguales, por querer insistir en la fórmula. Para quienes no hayan abundado en la filmografía del director, es probable que les atraiga sobradamente, mientras que para los que ya llevan tiempo siguiéndolo puede que no terminen de conectar con ella por esto mismo. Aún con todo y con ello, si uno se deja llevar, disfrutará con el humor negro, el machaque a ciertos sectores de la sociedad moderna y la mugre.

Lo mejor: El uso del humor negro y la libertad de sus actores al interpretar. Cabe destacar entre ellos a Jaime Ordóñez, que siendo casi irreconocible se muestra titánico.

Lo peor: Lo repetitivo que puede ser comparado con el resto de su filmografía, trata los mismos temas y puede que sature un poco.

Puntuación: 7,5/10