Título: Call me by your name
Año: 2017
Duración: 132 min.
País: Italia, Francia, Brasil y USA
Director: Luca Guadagnino
Guion: James Ivory y Luca Guadagnino (basado en la novela de André Aciman)
Música: Sufjan Stevens
Fotografía: Sayombhu Mukdeeprom
Reparto: Timothée Chalamet, Armie Hammer, Michael Stuhlbarg, Amira Casar
Productora: Frenesy Film Company / RT Features / La Cinéfacture / Walter’s End Productions / M.Y.R.A Enterteiment
Género: Romance, drama
La palabra que podría caracterizar a la totalidad de este film, sin lugar a dudas, es «armonía«. En todos los sentidos. Y la crítica -no solo de los denominados «expertos» sino también del público- ha sido rotunda. Los numerosos premios y nominaciones también. Todos merecidísimos.
El italiano Luca Guadagnino vuelve a los cines de todo el mundo con una película que en Estados Unidos consideran independiente por su fotografía, su estilo y su «bajo» presupuesto (3’5 millones), aunque ya querría mas de un director y productor español contar con tales cifras.
![](https://35milimetros.es/wp-content/uploads/2018/01/01-1024x554.jpg)
En esencia, la película cuenta la historia de Elio, un chico de 17 años que explora su sexualidad con el asistente de su padre, Oliver, un joven encantador y seguro de sí mismo, que ronda los 30. Esta relación, fría al principio, evoluciona con fluidez y lógica. A pesar de un inicio confuso donde no se explica con claridad cual es el cometido de Oliver en la historia: ¿es un socio del señor Perlman? ¿Es un compañero de cátedras? Sabemos que se están documentando juntos pero no sabemos el motivo. Podemos intuir una colaboración conjunta para un manual de arte… o no.
Pero esta confusión no altera en lo más mínimo el desarrollo de la relación entre Elio y Oliver, una relación que evoluciona con solidez y pausa, midiendo muy bien los tiempo y logrando enganchar al espectador desde el primer minuto.
![](https://35milimetros.es/wp-content/uploads/2018/01/02-1024x553.jpg)
La película es ágil, con un guion fresco y una fotografía magnífica que logra que el paisaje de la Lombardía de los años 80 se integre como un personaje más -y esencial- de la historia.
La unión de todos estos elementos técnicos junto a la acertada dirección de Guadagnino y una interpretación magistral de Chalamet y Hammer crean, como hemos mencionado al principio de esta entrada, una combinación armoniosa y perfecta.
![](https://35milimetros.es/wp-content/uploads/2018/01/03-1024x641.jpg)
La actuación de Timothée Chalamet y Armie Hammer es excepcional. Se desenvuelven con comodidad en la piel de Elio y Oliver pero, además, la compenetración entre ambos es asombrosa y logran que el espectador no vea a dos actores sino una verdadera relación de pasión y la (re)evolución sexual de un adolescentes gracias a la experiencia de su inesperado compañero. El guion consigue este efecto de madurez y confusión entre ambos personajes, obviamente con trayectorias muy dispares y con perfiles muy diferentes que los guionistas han sabido explotar y mimar a partes iguales.
Lo peor: El origen de Oliver y su inicio en la historia resultan confusos
Lo mejor: La cuidada fotografía, la BSO, la interpretación, el guion y la dirección perfectamente integrados, creando un conjunto armonioso
9’5/10