La comedia musical de CW renueva por una cuarta temporada más y seguirá disponible en Netflix. La serie creada y protagonizada por Rachel Bloom funciona entre el público que busca algo diferente, sobre todo por la actual ausencia de series musicales y parodias de amor romántico. La tercera temporada de la serie ha fascinado a todos sus seguidores con una visión más madura y, sorprendentemente, más divertida. ¿Cómo es eso posible? Te lo contamos a continuación. Atención: puede contener SPOILERS.
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La última vez que vimos a Rebecca Bunch (Rachel Bloom) tuvo un final dramático e inesperado ¿Una loca enamorada plantada en el altar? Josh Chan (Vincent Rodriguez), su amor platónico de siempre, decidió huir. Desde ese momento, nadie sabía nada sobre el paradero de ambos. Veremos a una mujer muy dolida renacer de sus propias cenizas, con un cambio de apariencia y carácter más fuerte. La Rebecca Bunch más dark que habremos visto jamás. Atrás queda la inocencia melosa y la costumbre de esconderse bajo sus miedos, en esta temporada será valiente y luchará por sí misma. Primero, claro está, haciendo de las suyas porque sino no sería ‘Crazy ex-girlfriend’.
Si durante toda la serie Josh Chan ha sido la persona más importante en el drama mental de Rebecca Bunch, ahora se acabó. En esta temporada por fin conocemos a esos personajes secundarios que nos hacen reír y que son el apoyo fundamental de la protagonista. Esto también se verá reflejado en la mayor cantidad de videoclips protagonizados por ellos. Recordemos que los temas de la serie siempre son parodias y sátiras de lo que sucede realmente. Por ejemplo, Heather y su miedo a dejar la universidad, Darryl con su deseo de tener un hijo, Valencia encontrándose a sí misma y Paula intentando mejorar la relación con su familia.
Pero el punto de inflexión más importante de la serie es el intento de suicidio de Rebecca. Es en este momento cuando vemos que, más allá de una comedia, trata temas trascendentales con tacto y mucho cuidado. Mejor incluso que otras series reconocidas por ello, como la famosa ’13 Reasons Why’. La vida de Rebecca Bunch da un giro de 180º para profundizar en el bajo autoestima, sus mayores miedos del pasado y su constante sensación de fallar en todo lo que hace. Por fin lo reconoce: necesita ayuda. Estaba claro que el problema no eran los hombres, ni el amor, ni siquiera las alucinaciones, sino ella misma. Entre auténticas risas y lágrimas involuntarias, la serie se vuelve profunda. Y se agradece que una serie así, que tiende a ser irreal, transmita tan bien el dolor.
Además de Rebecca, los personajes más destacados en esta tercera temporada son Paula (Donna Champlin) y Nathaniel (Scott Michael Foster). Dos personas que quieren incondicionalmente a Rebecca y que sufrirán por ello, pero valdrá la pena. En definitiva, la serie Crazy Ex-girlfriend ha mejorado la calidad de su contenido. No parece la misma si se compara con la primera temporada. Su evolución camina hacia una notable madurez, con unos personajes más desarrollados, canciones más originales y un humor interesante y fresco. Si la serie sigue así, continuará conquistando a sus fieles seguidores y a aquellos que busquen una serie musical especial.