El año pasado UnReal se convirtió en una de las series revelación veraniegas, razón por la cual mañana se estrena en Lifetime su segunda temporada. En ella veremos como nuestras productoras favoritas apuestan por un nuevo y arriesgado soltero (un hombre afroamericano, algo que el verdadero Bachelor se ha atrevido todavía a hacer) y las más variopintas pretendientas con el fin de mantener la audiencia de su programa. No obstante, los que aún no conozcáis la serie os estaréis preguntando ¿cuáles son las claves de su éxito?
Ficcionando la telerrealidad
Con Jane The Virgin ya se comprobó que las estructuras de ficción que nos enseñan lo que ocurren en los platós cuando no están encendidas las cámaras (televisión sobre como hacer televisión) gustan mucho al publico. En este caso Lifetime quiso cambiar de formato y en vez de introducirnos en el mundo de la telenovela, nos cuenta que es lo que pasa detrás de las cámaras en los programas de telerrealidad. UnReal nos traslada a Everlasting un reality en el que un millonario soltero (un principito en toda regla) va en busca de su «amor verdadero» y para eso debe convivir con una docena de mujeres mientras decide con cual de ellas quiere mantener una relación. Durante un periodo de tiempo los llevan a situaciones que teóricamente servirán al soltero para conocerlas mejor y poder decidir cuál es su pareja ideal. Todo un cuento de hadas a la americana, pero ¿no os suena de algo? Pues sí, esta es precisamente el mismo formato que el famoso reality americano The Bachelor. Precisamente una de las creadoras de UnReal, Sarah Gertrude Shapiro, fue productora de este reality durante muchos años. Harta de la poca ética por la que se regía el show, lo abandonó para crear una ficción basada en sus experiencias durante su tiempo ahí. Y es precisamente esto es UnReal: Esto es UnReal. La ficción sobre las realidades ficticias de aquellos que hacen falsa realidad.
Personajes con doble cara
El contenido de esta ficción no es un simple entretenimiento, otra plana sit-com con unos personajes prototípicos y aburridos, sino que es una ardua y agria crítica a la cultura actual, donde manipular la gente en los tv-shows está a la orden del día. Para ello contamos con un elenco de personajes a cada cual más complejo. Y, aunque al principio la serie haga que empaticemos o generemos simpatía hacia alguno de ellos, capítulo a capítulo nos daremos cuenta de que todos son seres manipuladores, egoístas y falsos. Movidos por la fama, la avaricia, la lujuria, aumentar las audiencias o ganar popularidad todos y cada uno de ellos harán lo que sea para lograr su firme propósito. Una serie en dónde se demuestra que la denominada telerrealidad es en realidad una gran falacia, donde vemos que hasta las que parecen reacciones espontaneas están en realidad guionizadas, donde las emociones reales de los individuos son manipuladas y creadas por el equipo productivo mediante el simple y clásico esquema acción-reacción.
El atractivo dúo Quinn/Rachel
El amor y la felicidad no hacen buena televisión, lo que vende es el drama, las polémicas entre los concursantes y hay que chantajear o manipular a quien sea para que el share sea el adecuado. Por duro que suene estos son los principios por los que se mueven Quinn (Costance Zimmer) y Rachel (Shiri Appleby), directora y productora de Everlasting respectivamente. Ambas son las que controlan los hilos del programa, aunque Rachel generalmente es el brazo ejecutor y Quinn se oculta en las sombras de la sala de realización. Precisamente Rachel es la protagonista indudable de UnReal, pues la mayor parte de la historia la percibimos a través de este personaje y, además, la serie comienza con la vuelta de esta a su puesto tras una baja médica (de la que poco a poco iremos conociendo las causas). Quinn y Rachel se mantienen en una interesante frenemistad que, cuando el fin justifica los medios, degenera siempre en una inevitable sacada de ojos. Juntas se convierten en una especie de antiheroínas sin escrúpulos que manejan a otras personas para su beneficio sin tener en cuenta los estragos que causan a su paso.
Su sencillez y verosimilitud
Una de las claras claves del éxito de la serie es que UnReal es un back to basics. Me explico, la ficción se basa en un esquema simple: unos personajes con un objetivo claro y alcanzar dicho objetivo es lo que genera el conflicto con el resto. Desde primer momento te dice lo que hay: la ponzoña tras las cámaras de un reality para que todo reluzca en pantalla. Y con algo tan sumamente sencillo las creadoras han conseguido una narrativa dinámica e intensa, con unos arcos de una tensión soberbia. Una mezcla perfecta entre drama, comedia e intriga, libre de artificios y florituras.
Otra de las características que más hacen destacar la ficción es su credibilidad. Todos hemos sospechado siempre que había una gran parte de ficción en todos esos programas que nos vendían con el adjetivo de “reality”. Pues resulta que, tras el estreno de UnReal, algunos trabajadores de este tipo de programas han comentado que, aunque obviamente exagerado, lo que se muestra la serie es más o menos lo que pasa en el plató.
Otra muestra del realismo de la serie es la representación de la mujer. UnReal no deja de mostrar mujeres peleando contra mujeres, yendo de puñalada en puñalada. Todo esto mientras el “principito” y los altos ejecutivos del programa se pasan el día alcoholizándose, drogándose o incluso beneficiándose a alguna de las concursantes o empleadas. La lucha de poder se acaba convirtiendo en una lucha de géneros atacando al machismo rancio que aún contamina parte de la industria.
Formato meta
La construcción del drama en Everlasting acaba contagiando a sus protagonistas con los mismos vicios: la mentira y la manipulación acaba traspasando la pantalla y llegando a su vida personal, provocando el desquiciamiento y la obsesión de Rachel por el programa. La historia de fuera de pantalla acaba imitando a la de dentro en una especie de estructura de muñeca rusa, haciendo que los productores del programa se vean contagiados por el aura de cuento de hadas del programa y envueltos en un drama similar. De esta forma acaba enganchándonos a nosotros (supuestos espectadores críticos con los realitys) en un morboso triangulo amoroso entre Rachel y otros dos personajes.
Te gusten o no los realitys, UnReal debe de convertirse en un indispensable para tu verano. Una serie que nos muestra que a veces la (tele)realidad puede superar a la ficción.