Título original: Smile 2
Año: 2024
País: Estados Unidos
Dirección: Parker Finn
Guion: Parker Finn
Reparto: Naomi Scott, Kyle Gallner, Rosemarie Dewitt, Miles Gutierrez-Reyes, Ray Nicholson, Dylan Gelula
Música: Cristobal Tapia de Veer
Fotografía: Charlie Sarroff
Productoras: Paramount Pictures, Paramount Players, Temple Hill Entertainment, Bad Feeling.
Género: Terror
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Este viernes 18 de octubre ha llegado a las salas de cine españolas el nuevo largometraje de Parker Finn, titulado Smile 2. De esta manera, el cineasta estadounidense ha decidido que su segunda película sea la secuela de su anterior éxito estrenado en 2022.
La sinopsis de esta nueva entrega gira en torno a la vida de la estrella del pop mundial Skye Riley (Naomi Scott). Tras presenciar un macabro suceso, el día a día de Skye se torna en una pesadilla y le cuesta diferenciar la realidad de lo paranormal. Sin embargo, aunque tenga que luchar contra los fantasmas del pasado y del presente, debe preparar su nueva gira mundial. Ésta es su última oportunidad para recuperar toda la reputación que tenía y limpiar su nombre. Pero, ¿será capaz de vencer a esa sonrisa?
Si comparamos esta secuela con su predecesora, cabe recalcar que -para mí- esta nueva entrega es mejor que el trabajo original. Lo es por los siguientes tres motivos, a saber, la historia es mejor, las escenas de terror son más efectivas y el personaje principal es más interesante y posee un mejor arco. Expliquémoslos detenidamente.
Primero, la sinopsis está mejor construida. Es cierto que en ambas películas, Finn sabe mezclar perfectamente la vida cotidiana de la protagonista con las escenas de terror, pero, en esta secuela, da más importancia a la vida que tiene Skye. Es decir, Skye se encuentra preparando su próxima gira mundial y esto le provoca muchas situaciones de estrés, de ansiedad o de dudas que juegan a favor de la película porque se entremezclan con los momentos aterradores provocados por la presencia del ente demoniaco en su vida. Esto es, creo que, frente a la primera entrega, en esta el director ha sabido presentarnos mejor el momento vital del personaje más importante.
Segundo, las escenas terroríficas tienen más calidad y son más impactantes. Se nota que el presupuesto destinado ha incrementado exponencialmente, ya que las escenas centradas en aterrorizar al espectador son más espectaculares, largas y espeluznantes. Por ello, la película se muestra más turbadora y el resultado final es mejor. Si lo que se buscaba era incrementar el miedo, se ha conseguido de sobra.
Tercero, el personaje protagonista está mejor construido. Hay que destacar la actuación de Scott, cuando sale, se come la pantalla y sabe mostrar todos los registros que su papel le exige. Su actuación es muy veraz, no cae en la sobreactuación y provoca que el espectador esté pendiente de todo lo que le sucede. Pero, no sólo su manera de interpretar es mejor que la de Sosie Bacon en Smile, sino que el arco de su personaje es mucho más complejo y completo. Por esto, el personaje principal destaca más que en la película predecesora.
Sin embargo, aunque destaco estos tres puntos como lo mejor de la secuela, también hay cuatro cosas que no me han gustado y que penalizan en la puntuación final de la película. Primero, hay algunos agujeros de guion que pueden resultar demasiado evidentes y que funcionan como una «huida hacia delante»; segundo, las escenas de terror abusan demasiado del sonido y evidencian que, quizás en alguna ocasión, el director no confiaba en que pudieran funcionar por ellas mismas; tercero, hay algunas secuencias que sobran porque no aportan nada a la historia, son de relleno y ralentizan el ritmo del largometraje y, por último, el final es muy efectivo -aunque previsible- pero deja la saga en un lugar complicado si desean hacer una tercera entrega.
Concluyendo, Smile 2 me parece una secuela buena y es superior a Smile. La recomiendo, la gente se lo pasará bien y la disfrutará. No es perfecta, pero es un notable trabajo de Parker Finn. Y no podéis perderos la sonrisa de Ray Nicholson… sólo por verla ya vale la pena ir al cine.