Título original: Anabelle Creation
Año: 2017
Duración: 109 min
País: Estados Unidos
Director: David F. Sandberg
Guion: Gary Dauberman
Reparto: Stephanie Sigman, Talitha Bateman, Lulu Wilson, Philippa Anne Coulthard, Grace Fulton, Lou Lou Safran, Samara Lee, Tayler Buck, Anthony LaPaglia, Miranda Otto, Javier Botet
Productora: Warner Bros. Pictures / Evergreen Media Group
Género: Terror
Ficha en Sensacine
Tengo que redactar esta crítica tras mi visionado de la película en Sitges. Y es que este hecho me da pie a exponer mi rara inquietud: ¿Cómo una película tan comercial como Anebelle Creation se proyecta en un festival que apuesto por el cine independiente y de autor? No puedo escribir esta reseña sin repetir el término comercial, porque el principal objetivo de este largometraje todos sabemos que es hacer explotar la taquilla (a través del terror).
No os voy a engañar, Anabelle Creation me ha entretenido. No cabe duda que estamos ante una película donde el terror es utilizado para divertir al espectador, pero su ejecución es notablemente interesante. Si es cierto, y debo remarcar, que su argumento viene materializado a través de tradicionales clichés como la niña poseída o los personajes huérfanos. Y es que este tipo de narrativa esta sobrevalorada. Como lo está también la ley básica a través de la que se construye terror comercial (si, vuelvo a repetirlo): Tras el silencio llega el susto. Parece que sea un tipo de norma básica de la que no pueden desobedecer. Y Anabelle Creation no es menos.
Por otra parte, debo remarcar positivamente las interpretaciones femeninas de la cinta. Porque únicamente hay un hombre. Y es de agradecer que se apueste por el terror interpretado por mujeres. Así pues, el protagonismo de la película recae íntegramente en unas pequeñas niñas que adornan el metraje de inocencia y delicadeza; pero que al mismo tiempo aterran. Y mucho.
En definitiva, Anabelle Creation es el tradicional largometraje de terror que entretiene y te lo hace pasar mal a partes iguales. Eso sí, terror comercial.
Nota: 6/10
Lo mejor: Su narrativa musical.
Lo peor: Sus previsibles sustos.