Predator: De un simple chiste a uno de los extraterrestres más imponentes del cine

Cuando se habla de extraterrestres o criaturas de otros mundos en el cine, es inevitable que el nombre de Predator aparezca entre los primeros. Se trata de una de las figuras más icónicas y representativas del género, un símbolo que ha dejado huella en varias generaciones de espectadores. Y ahora que en este 2025 llega, «Predator: Badlans» el estreno de una nueva entrega de la franquicia (que se encuentra más viva y renovada que nunca) y no existe mejor momento para celebrar su legado que realizando un recorrido por esta saga tan importante.

Primero, el personaje de Predator, conocido en español como Depredador, es una criatura extraterrestre perteneciente a una especie de cazadores llamada Yautja. Estos seres se caracterizan por su gran fuerza física, su avanzada tecnología y un estricto código de honor. Son guerreros que viajan por diferentes mundos en busca de presas que consideren dignas, y utilizan armas y herramientas sofisticadas como camuflaje óptico, visión infrarroja y máscaras con sensores múltiples. Su cultura se basa en la caza y en la obtención de trofeos, principalmente cráneos y columnas vertebrales, lo que los representa como depredadores supremos que combinan inteligencia táctica con brutalidad. La creación del personaje y en especial de la primera película, nació a partir de un chiste que circulaba en Hollywood después del estreno de Rocky IV. Se decía que, para continuar la saga, Rocky tendría que enfrentarse a un extraterrestre porque ya no quedaban rivales humanos. Este comentario inspiró a los hermanos Jim y John Thomas a escribir un guión en el que un cazador alienígena llegaba a la Tierra para enfrentarse a los mejores soldados. Y de esa curiosa anécdota nace la primera película de la saga.

PREDATOR (1987)

La primera película de Predator, dirigida por John McTiernan, se convirtió rápidamente en un referente dentro del cine de acción y ciencia ficción. La historia sigue a un grupo de soldados de élite, liderados por Dutch, interpretado por Arnold Schwarzenegger, que son enviados a la selva centroamericana para realizar una misión de rescate. Sin embargo, lo que empieza como una operación militar rutinaria se transforma en una pesadilla cuando descubren que están siendo cazados por una criatura extraterrestre desconocida, altamente inteligente y equipada con tecnología muy avanzada. Este ser, conocido como el Predator, no llega con intención de conquistar o destruir, sino de cazar por deporte, eligiendo como presas a los guerreros más peligrosos que pueda encontrar.

En su momento esta película impactó con la manera en que combinó géneros que normalmente no se unían: la acción musculosa típica de los años 80, el suspense casi de terror y la ciencia ficción más imaginativa. El resultado fue una obra que mantiene la tensión de principio a fin, gracias en gran parte a la atmósfera opresiva de la selva, la sensación constante de vulnerabilidad del grupo, y el hecho de que el espectador va descubriendo al Predator al mismo ritmo que los personajes. En términos de impacto, Predator supuso un punto de inflexión en el género de acción. Mostró que una película de este estilo podía tener elementos más complejos, como suspenso, misticismo y un enemigo que no fuera simplemente “otro ejército” o un villano humano. Introdujo un antagonista que imponía respeto, no solo por su fuerza, sino por su cultura y su forma de ver la caza como un ritual honorable. Fue un éxito en taquilla y crítica la aceptó notablemente, introduciendo a una de las criaturas más emblemáticas de la ciencia ficción, redefiniendo el cine de acción de los 80 y abriendo la puerta a esta franquicia.

PREDATOR 2 (1990)

Debido al éxito de la primera entrega era casi inevitable que surgiera una secuela, y así nació «Predator 2». La cual en lugar de repetir la fórmula de la selva y el equipo militar, los productores decidieron llevar a la criatura a un entorno completamente diferente: la ciudad de Los Ángeles. La intención principal era demostrar que el Predator podía cazar en cualquier ambiente y que su presencia no estaba limitada a territorios exóticos o selváticos. Evolucionando así más el concepto y trayendo algo más original y fresco.

La secuela fue dirigida por Stephen Hopkins, y fue Danny Glover, interpretando al teniente Mike Harrigan, un policía duro que termina enfrentándose a un Predator que está utilizando la violencia de la ciudad como terreno de caza. Esta decisión creativa cambió por completo el tono de la película. Predator 2 siendo incluso más oscura, más urbana y más violenta, con un estilo casi de thriller policial fusionado con ciencia ficción. De esta forma siendo de nuevo una mezcla de géneros destacables e interesantes. Pero sin duda el aspecto más importante de esta secuela fue la de extender más este universo la película reveló detalles que definirían para siempre la mitología de los Yautja. Por primera vez se mostró la nave del Predator, su colección de trofeos y, sobre todo, la existencia de múltiples Predators organizados en un clan, siendo así un salto enorme en su momento para la expansión de su universo narrativo.

Por desgracia en su estrenó generó opiniones divididas, hubo personas que no conectaron con el cambio tan drástico de la saga y el otro porcentaje la vio como lo que es: una secuela valiente que rompió esquemas en lugar de repetir la fórmula original.

ALIEN vs. PREADOR 1 y 2 (2004 y 2007)

La idea de unir a Alien y Predator no nació directamente del cine, sino de la imaginación de los fans y de los creadores que durante años habían notado las similitudes entre ambas criaturas. Aunque la conexión oficial apareció por primera vez en Predator 2, cuando se ve el cráneo de un Xenomorfo en la nave Yautja, el verdadero origen del concepto proviene de los cómics publicados por Dark Horse a finales de los años 80, donde los dos monstruos se enfrentaron por primera vez. El éxito de estas historias en cómics y videojuegos hizo que Fox viera la oportunidad de unir dos de sus propiedades más icónicas en un crossover cinematográfico. Fue así como, años después, el estudio decidió llevar la idea al cine dando lugar a Alien vs. Predator 1.

La primera película, dirigida por Paul W. S. Anderson, trasladó la acción a la Antártida, donde un antiguo templo construido por los Predators revela que estas criaturas habían visitado la Tierra durante siglos. En ese mismo templo yacen huevos de Xenomorfos utilizados como parte de un ritual de caza para los jóvenes Yautja. La película propone que la humanidad tuvo contacto con los Predators en la antigüedad, lo cual amplía y altera la mitología de ambas franquicias. Aunque la cinta fue recibida con críticas divididas algunos fans consideraron que suavizaba demasiado el tono oscuro de Alien y Predator, su desempeño en taquilla fue fuerte, lo suficiente para consolidar el crossover como un éxito comercial.

El éxito económico llevó a la producción de una secuela: Alien vs. Predator: Requiem, dirigida por los hermanos Strause. A diferencia de la primera, que tenía un enfoque más arqueológico y aventurero, esta segunda entrega regresó a un tono más cercano al terror. La historia se ambienta en un pequeño pueblo de Estados Unidos donde un híbrido Xenomorfo-Yautja, el Predalien, escapa y desata el caos. Un Predator veterano, enviado como limpiador, llega para eliminar cualquier rastro de la criatura y de la infestación. La película buscaba ser más oscura, brutal y directa, recuperando la violencia característica de ambas criaturas. Sin embargo, fue criticada por su historia sencilla, su iluminación demasiado oscura y su falta de desarrollo de personajes, pese a esto, se convirtió con los años en un fenómeno de culto entre los fans más dedicados.

En términos de impacto, las películas de Alien vs. Predator tienen un papel particular dentro de la historia de ambas franquicias. Aunque no fueron aclamadas por la crítica ni consideradas al nivel de las películas originales, lograron algo muy importante: mantuvieron vivas ambas sagas en un momento donde ninguna tenía producciones principales en desarrollo. Estas películas expandieron la mitología de los Predators, mostrando sus rituales, su jerarquía y su código de honor, al tiempo que exploraban nuevas variaciones de los Xenomorfos, como el Predalien. Si bien las películas no forman parte del canon oficial estricto de ninguna de las dos franquicias en la actualidad, su influencia cultural es indiscutible. Su existencia demostró que el público estaba dispuesto a ver crossovers entre universos distintos, algo que Hollywood retomaría años después con más ambición.

PREDATORS (2010)

Tras varios años sin una película centrada únicamente en los Yautja y después del cruce con Alien vs. Predator, en 2010 llegó «Predators”, una película que buscó devolver a la criatura su esencia original. La idea de esta producción tiene su origen en un tratamiento que Robert Rodriguez había escrito en los años 90, cuando 20th Century Fox le pidió ideas para revitalizar la franquicia. Su concepto era más grande, más brutal y más ambicioso que las secuelas anteriores: situar a varios guerreros humanos en un planeta remoto utilizado por los Predators como campo de caza. 

«Predators» recupera el tono de supervivencia y tensión constante de la cinta de 1987, con un ambiente selvático, un ritmo más cercano al thriller y una construcción de misterio progresiva, la película funciona como una especie de homenaje a la original, pero sin copiarla directamente. Uno de los elementos más destacados de la obra fue la forma en que expandió la cultura Yautja, mostrando perros de caza, trampas, rituales de guerra y la existencia de conflictos internos entre diferentes clanes. También introdujo la idea de que los Predators podían secuestrar a los guerreros más peligrosos de la Tierra para llevarlos a su propio “planeta de caza”, lo cual amplió considerablemente el imaginario de la franquicia y abrió la puerta a nuevas perspectivas sobre su organización y su biología.

La película fue bien recibida por el público y considerada por muchos fans como la mejor película del personaje desde la original. Aunque no alcanzó un éxito masivo en taquilla, sí revitalizó el interés en la saga y demostró que aún había espacio para historias centradas exclusivamente en los Yautja, siendo una especie de regreso a las raíces, una reinterpretación moderna de lo que hacía al Predator una criatura fascinante, y un recordatorio de que el concepto podía seguir funcionando con nuevas ideas y ambientes, reforzando su identidad y la mantuvo relevante en una época donde parecía haber quedado relegada.

THE PREDATOR (2018)

Después del estreno de «Predators», y el estreno de un pequeño cortometraje más independiente titulado «Predator: Dark Ages» la franquicia volvió a quedar en pausa varios años hasta que 20th Century Fox decidió intentar una nueva revitalización con The Predator. La película nació con la intención de renovar completamente la saga y presentarla a una nueva generación, esta vez de la mano de Shane Black, quien curiosamente había actuado en la película original de 1987 como parte del equipo de Dutch. Su regreso, ahora como director y guionista, generó expectativas, pues prometía mantener parte del espíritu clásico mientras aportaba su característico estilo: humor negro, acción frenética y diálogos rápidos.

La producción mostró varias innovaciones dentro del lore. Por ejemplo, profundizó en la tecnología Yautja, presentó su intención de obtener el ADN más fuerte de cada presa y reveló facciones dentro de la especie con intereses diferentes. Sin embargo, estos cambios fueron recibidos con opiniones divididas, ya que algunos fans consideraron que se alejaba demasiado del concepto original de cazadores honorables con demasiado humor, explosiones espectaculares y escenas de acción, pero en cambio otros lo veían como un nuevo camino fresco para una saga que parecía no dar para más. Pero al menos esta mezcla entre comedia, acción y ciencia ficción dio a la película una identidad muy distinta, lo cual generó polémica entre los seguidores más tradicionales. Aún así la película contribuyó a mantener viva la franquicia en un periodo donde parecía difícil competir con otras sagas de ciencia ficción contemporáneas. Introdujo ideas que, aunque polémicas, demostraron que el universo Yautja aún podía reinventarse, con un final que insinuaba un futuro más grande y tecnológico para los Predators.

Su impacto comercial fue moderado: aunque tuvo una fuerte campaña de marketing, no alcanzó el éxito esperado. Críticamente, también recibió valoraciones mixtas, con elogios a ciertos momentos de acción y críticas a su guion caótico y cambios de tono abruptos. Dentro de los fans, existe una división clara: para algunos fue un intento interesante de renovar el universo; para otros, un alejamiento excesivo del espíritu de la saga.

PREDATOR: LA PRESA (2022)

Tras los resultados divididos de The Predator, muchos pensaban que la franquicia había perdido rumbo. Sin embargo, en 2022 llegó Prey, dirigida por Dan Trachtenberg, una película que revitalizó por completo el universo Yautja y devolvió a la saga a un nivel de prestigio. La clave del proyecto fue su concepto: en lugar de avanzar tecnológicamente la historia, decidió retroceder 300 años en el tiempo y explorar un encuentro temprano entre un Predator y los habitantes nativos del continente americano. Esta idea no solo era novedosa, sino también profundamente respetuosa con la historia real y la cultura indígena, una estructura simple pero efectiva devolviendo a la saga el enfoque de supervivencia, ingenio y tensión, más cercano a la esencia de la película original.

Prey se convirtió en un éxito rotundo. Fue aclamada por la crítica, considerada por muchos como la mejor película de la franquicia, y celebrada por su dirección, su ritmo, su ambientación y la actuación de Amber Midthunder. También ayudó a redefinir lo que una película de Predator podría ser: más íntima, más silenciosa, más analítica y más centrada en la habilidad que en las armas. Presentando nuevos diseños para los Predators y nuevas mitologías, siendo una vuelta a la esencia, pero también un avance audaz que enseñó que todavía hay territorios inexplorados dentro de este universo.

Prey marcó un punto de renacimiento para la franquicia. Reafirmó la relevancia del Predator como figura icónica del cine y abrió un abanico enorme de posibilidades para futuras entregas ambientadas en tiempos históricos, cada una ofreciendo nuevos contextos y nuevas formas de enfrentarse al legendario cazador intergaláctico.

PREDATOR: ASESINO DE ASESINOS (2025)

La primera película animada oficial de la franquicia Predator nace del deseo de expandir la mitología Yautja desde una perspectiva distinta, alejándose de las historias modernas para explorar cómo estos cazadores intergalácticos han interactuado con la humanidad a lo largo de la historia. A diferencia de otras entregas, la película adopta un formato de antología, presentando tres historias independientes situadas en épocas muy diferentes: la Escandinavia vikinga, el Japón feudal y la Segunda Guerra Mundial. En cada una de ellas, un Predator llega para enfrentarse a los guerreros más fuertes del lugar, mostrando la amplitud temporal en la que estos seres han visitado la Tierra.

La producción destaca por su animación madura y estilizada, lo que permite mostrar combates, armas y criaturas con un nivel de libertad visual que el live-action no siempre puede ofrecer. Además, la película profundiza en conceptos poco explorados dentro del universo Yautja, como la existencia de clanes con reglas distintas y la práctica de capturar a humanos excepcionales como trofeos o para enfrentarlos en confrontaciones rituales. 

Fue muy bien recibida por su estilo visual, su acción intensa y su manera de expandir el universo sin necesidad de narrativas complejas. Representa un paso importante para la franquicia, porque demuestra que el mundo de Predator puede seguir creciendo en distintos formatos, no solo en cine de imagen real. Su tono, su creatividad y su visión histórica han renovado el interés por explorar nuevas épocas y nuevos enfrentamientos con los Yautja, consolidando esta película como una pieza clave dentro del resurgimiento moderno de la saga.

En general sin duda estamos ante un de las sagas más potentes del año, películas que mezclan varios géneros desde la comedia, el terror, la animación o la acción. Todas explorando más este universo y cada una teniendo una identidad propia, sin duda una franquicia con casi cuarenta años de cine a sus espaldas y que a día de hoy sigue interesando, sigue impresionando y sigue siendo una absoluta barbaridad. Ahora solo nos queda ver como avanza todo y que le espera a nuestro depredador favorito.