Título original: Fragmentos
Año: 2025
Duración: 91 min.
País: España
Dirección: Horacio Alcalá
Guion: Frank Ariza
Reparto: Emma Suárez, Manuel Vega, Asia Ortega, José Luis García Pérez, Sonia Almarcha
Música: Maria Vertiz
Fotografía: Elías M. Felix
Género: Drama
–
¿El pasado permite a las personas actuar sin consecuencias? Fragmentos es un drama romántico que trata de escapar de los arquetipos narrativos de su género, sin embargo, su guion insulso y la simplicidad de sus personajes no le dejan avanzar entre la belleza volcánica de Lanzarote. Es complejo criticar una película pequeña, en la que se nota el mimo y el cariño hacia la cinta. Sin embargo, no siempre los pequeños films logran esa mística o ese aroma a autenticidad.
Fragmentos tiene varios problemas actorales, quizás generados por la pobreza de los personajes. La nula química entre los protagonistas (Manuel Vega y Asia Ortega) acentúa la carencia de matices de los integrantes de la película. Al reflejar los daños y perjuicios del amor, el guion cae en extremos, en algunas repeticiones excesivas y en personajes que se encuentran en polos demasiado opuestos. La historia secundaria, la de ese amor en una edad más madura, funciona mejor que la protagonista. Los personajes están mejor escritos y es notable la diferencia de nivel actoral (Emma Suárez y José Luis García Pérez).
La pareja protagonista no funciona al tener roles excesivamente rígidos: ella es una petarda y él un calzonazos. No parecen tener opciones de cambiar en ningún momento, quizás por ello ese amor tóxico nunca llega a generar demasiado interés. Cuando la película quiere girar la opinión del espectador sobre ellos, ya es demasiado tarde.
Cuando una película falla en su nivel narrativo, se suele acudir a observar su fotografía. En Fragmentos existe un uso de la luz que en ocasiones busca opacar a los personajes mediante su entorno. No está muy claro si la belleza de los planos escogidos por Horacio Alcalá adquiere esa admiración por intención o simplemente porque filma un paisaje majestuoso, cercano a un paraíso en llamas.
Su montaje es otro problema, no solo por los fallos de raccord y los saltos de eje constantes, también porque algunos cortes rebajan la tensión y desvirtúan al espectador frente a su historia. Lo mejor de Fragmentos es su idea y su espíritu y lo peor, un desarrollo irregular y un rumbo poco claro. Es una película de intenciones rompedoras, que se transforma en una historia de estereotipos.



