Ted Mosby (Josh Randor) y sus cuatro inseparables amigo pasaron nueve temporadas haciéndonos reír. Hay quién dice que lo intentaron. He escuchado opiniones de todo tipo acerca de si a How I Met Your Mother (Cómo Conocí a Vuestra Madre) le queda grande el género de comedia, o de si lo perdió con el tiempo. Para mí, no lo hizo. De hecho, aún la guardo en mi baúl de series favoritas. Pero hoy, este es otro tema. Hoy vamos a pasar al otro lado. Y es que hubieron algunas veces que gracias a la sensibilidad de Ted, al buen uso de la música y a la ternura que despertaban los cinco protagonistas que los guionistas de la comedia de la CBS consiguieron que nos rodara alguna que otra lágrima por la mejilla o que al menos, se nos encogiera el corazón. Ni que fuera un poquito.
«Viajeros del tiempo», capítulo de Cómo Conocí a Vuestra Madre
Probablemente, es uno de los capítulos más… ¿cómo decirlo? ¿Extraño? ¿Improvisado? ¿Fuera de la línea a la que nos tenían acostumbrados? Sí, probablemente esta es la última definición. Un capítulo descorazonador. Después de ver unas escenas graciosas que no alcanzaban su mejor nivel, el espectador descubre que todo era parte de la imaginación de Ted. Estaba solo en el bar, mientras sus amigos hacían vida de familia. Un capítulo que hubiera sido muy normal (aunque con ese mal gusto de boca, por la soledad de Ted) si no fuera por los últimos tres minutos. Con mucha imaginación (parte de la magia del capítulo) Ted Mosby va a ver a su futura esposa y le recita un discurso precioso y original, con la sensibilidad que le corresponde, tanto a él, como al actor. Y si esta serie gusta lo suficiente, es un poco inevitable que no se te forme un nudo en la garganta.
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«Vamos», capítulo de Cómo Conocí a Vuestra Madre
Nunca pudimos alegrarnos al cien por cien por Ted y Robin (Cobie Smulders). El mismo día que decidieron iniciar su relación, Marshall (Jason Segel) nos hacía saber que Lily (Alison Hannigan) se había ido a San Francisco, anulando así su compromiso. Es cierto que llevaban tan sólo una temporada, pero 22 capítulos fueron más que suficientes para ver que Masrshall y Lily eran el uno por el otro, y que la dinámica que había entre ellos era uno de los pilares de la serie. Por eso, ver a Marshall bajo la lluvia y sosteniendo la alianza con una mano diciéndote lo contrario, rompió más de una sonrisa, incluso la de Ted… Claro que luego nos compensaron con dos bodas y ¡tres hijos! (aunque aún no les he perdonado por no dejarnos intuir el nombre del tercero).
«Malas noticias», capítulo de Cómo Conocí a Vuestra Madre
Mira que Marvin Eriksen, el padre de Marshall (Bill Fagerbakke) había salido en pocos capítulos de la serie, pero aún así, el final del 6×13 fue cómo una patada en el estómago. Que Marshall, el único integrante el grupo que no tenía ningún problema con nadie de su familia, no iba a poder decirle nunca más a su padre que iba a ser abuelo, nos dolió a todos. Luego, el primogénito de la pareja se llamó en su honor, Marvin. Previsible, pero mágico. La escena fue rodada sin que Alison Hannigan se supiera los diálogos de Jason Segel y viceversa. Esa es una de las cosas que puedes hacer es de detrás las cámaras para que cualquier detalle de tu serie funcione mejor. Y vaya si lo hizo. Las caras de Lilly y Marshall rotas de dolor suben esta escena en este ránking empañado de lágrimas.
«Sinfonía de iluminación», capítulo de Cómo Conocí a Vuestra Madre
Los veinte minutos de capítulo son un auténtico drama. Robin descubre que es estéril y que no va a poder ser madre. Aunque la canadiense se pasara las siete temporadas anteriores huyendo de los niños y los bebés, se rompió al saber que nunca tendría la posibilidad. Se dio cuenta que quizá no tenía tan pocas ganas de ser madre. Y nosotros nos rompimos con ella. El capítulo es prácticamente un monólogo de Robin, incluso el «Chicos…» que iniciaba cada capítulo. Los guionistas se guardaron las risas para otros episodios y que fuera el momento de Robin el que condujo el capítulo. Así, claro que les salió un capítulo tan tristón. Y si alguien es de lágrima difícil, el regalo que le preparó Ted aún sin saber que le pasaba, le pone la guinda al pastel…
«Sin presión», capítulo de Cómo Conocí a Vuestra Madre
No hace falta hablar el capítulo. Ni del antes, ni del después. Sólo de este momento. Cinco años después de dónde lo dejamos en la segunda temporada (con Ted y Robin separándose) el arquitecto le confiesa que aún está enamorado de ella (y lo seguirá estando, incluso cuando ella se case) y intenta un último disparo para estar al lado de la que él está convencido que es «ella». La chica de sus sueños. Pero al contrario que él, Robin ha pasado página. Y no puede estar con Ted. El episodio acaba con Robin mudándose (a petición de Marshall) y dejando el trombón azul en el piso de Ted. Un par de frases que nos hicieron tocar de pies en el suelo en un capítulo que por el resto, fue divertido.
«Algo Nuevo», capítulo de Cómo Conocí a Vuestra Madre
Sí, señores. Otro momento de Ted y Robin. Y es que el desamor el arquitecto y la solitud y la frustración que sumaron las últimas temporadas, no dejan lugar a momentos muy felices. Es cierto que hubieron críticas por la insistencia en este tema. Quizá, el capítulo que le dedican en la 9a (un repaso a todas las novias de Ted sólo para volver a decirnos que para él, ella es la chica de sus sueños) era un tanto exagerado; pero al fin y al cabo, si no querían cargarse la brillante continuidad que personaliza a la serie debían recordarnos que Ted no podía olvidarse de la chica que estaba enamorado porqué era la prometida de uno de sus mejores amigos y formaban parte del mismo grupo…