Título original: Ah-ga-ssi (The Handmaiden)
Año: 2016
País: Corea del Sur
Dirección: Park Chan Wook
Guion: Park Chan-wook, Jung Seo-kyung (Novela: Sarah Waters)
Fotografía: Chung Chung-hoon
Protagonistas:Ha Jung-woo, Kim Min-hee, Jo Jin-woong, Kim Tae-ri, Moon So-ri, Kim Hae-suk
Ficha en Sensacine
Erotismo transformado en arte. Ha sido el camino que Park Chan Wook ha tomado para adentrarse en su primera cinta de época, en la que traslada la novela victoriana Fingersmith, de Sara Waters, a la cruel Corea ocupada por Japón en los años treinta.
Como lo hace su obra de referencia, La Doncella trenza su narración con tres líneas argumentales, tres episodios complementarios que crean la sorpresa progresiva del espectador resolviendo poco a poco su puzle argumental, acompañado en todo momento por una fotografía elegante, intimista y cuidada al milímetro.
Es esa delicadeza la que permite que las escenas de sexo explícito se conviertan en una delicia visual que, de forma natural, discurren con el resto de la narración sin atisbo de discordancia. La Doncella está cargada, en cierta manera, de violencia, codicia y las pasiones más bajas, pero Chan Wook las orquesta para crear una obra que desprende belleza en cada plano y supera el nivel de su aclamada Trilogía de La Venganza.
Por supuesto, hay que reconocer el mérito de Kim Min-hee y Kim Tae-ri; comparten protagonismo muy por encima de los papeles masculinos con dos actuaciones estelares (la segunda, por primera vez en la gran pantalla). Encajan a la perfección y bordan escenas eróticas que, por su naturalidad, harían enrojecer a títulos estrenados en los últimos años y que han intentado -sin éxito- recrear la pasión de dos mujeres amantes.
El drama opta por seducir en pantalla como obra completa, y aúna guion, fotografía y actuación. Consiguió lo que para muchos parece imposible: convencer a la crítica y llevarse el premio del público en Sitges a pesar de alejarse del género rey del festival.
La Doncella se sitúa como un nuevo escalón al alza en la nutrida filmografía del realizador surcoreano, rozando con la punta de los dedos la obra maestra.
Lo mejor: Las escenas eróticas, que quedarán como una referencia en este tipo de cine.
Lo peor: La caracterización de Jo Jin-woong; aunque es un detalle menor, su trazo grueso desentona con el estilo general de la cinta.
Nota: 9/10