Hoy necesito hablar de una situación que no es nueva y que con el tiempo parece no mejorar.
Soy español y canario, con todo lo que eso conlleva. Quien lea esta opinión fuera de esa nacionalidad a lo mejor no encuentra empatía. El resto, espero que me entienda.
Después de visitar la radio esta mañana para hablar en mi sección de cine, la reflexión de hoy siguió fuera de antena. Hoy tocaba hablar de lo que muchos sufrimos y no sabemos por qué sufrimos, los complejos. Y concretamente, los complejos de ser canario y/o español en el ámbito audiovisual.
De forma generalizada, los españoles tendemos a pensar que lo de fuera es mejor. Y aquí, un servidor como canario que es también encuentra ese complejo con respecto a la península ibérica.
Aquí, en las Islas, todos nos conocemos, pero desde que viene alguien de fuera; profesores, abogados, actores, policías…. Siempre son mejores. O al menos eso creemos.
Hoy en la radio reflexionamos por qué sigue ocurriendo esto en todos los niveles del mundo audiovisual. Desde el consumo de cine series hasta trabajar como actor, actriz, director, guionista…etc
«La españolada» todavía se oye en algunas salas de multicines a la hora de elegir qué película ver. Los índices de taquilla es cierto que han mejorado los datos del cine español, pero aún así preferimos ver cine americano.
Igual en Netflix u otras plataformas digitales, el espectador español prefiere lo de fuera. Algo que no es tan común en la industria cinematográfica francesa por ejemplo.
A parte del espectador, también los que trabajan dentro del mundo del cine en España y más concretamente en Canarias, siempre ven la oportunidad de salir fuera para poder vivir de este sector. Porque lo de fuera es mejor, siempre es mejor. Más oportunidades, más inversión del Estado en la cultura y el cine, más educación cinematográfica… etc
Hasta hace nada fuimos unos acomplejados en el deporte. La selección española en 2008 acabó, al menos por un rato largo, los conflictos en este país a causa de complejos, prejuicios y miedos.
Pero falta que ocurra en nuestra industria. Hay mucho talento español que emerge cada año en festivales, talleres, concursos….
Aquí en Canarias a penas se consume cine canario a noser por los pocos festivales que hay durante el año. Son muchos cineastas y trabajadores del sector para tan pocas oportunidades. Una comunidad que se agranda por la visibilidad que nos ha ofrecido los rodajes de Hollywood y algún que otro actor tinerfeño que ha triunfado en Madrid o Barcelona y que sirve de ejemplo de superación para muchos.
Las facilidades en cuanto medios técnicos e información/formación en cine, hace que cada año el talento cinematográfico canario se enriquezca cada vez más, sintiendo todavía un complejo de inferioridad que se encuentra tan arraigado en nuestro interior como las raíces que nos impiden, muchas veces, irnos de nuestros hogares para poder tener una oportunidad fuera. Siempre fuera.
A nivel nacional también ocurre, seguimos obviando grandes actores y actrices españoles, un starsystem que, a pesar de ir creciendo cada vez más, todavía existe un alarmante dato facilitado hace unas semanas por el actor Javier Gutiérrez. Sólo el 6% de los actores y actrices de este país se dedican exclusivamente a la profesión. El resto, tiene otro trabajo, la interpretación forma parte de su hobbie.
¿Por qué tenemos la percepción de que lo de fuera siempre es mejor?
Posiblemente porque exista un problema de educación. La formación en nuestra cultura audiovisual debería empezar desde pequeños, ya que estamos en la era tecnológica por excelencia y más visual de la historia. Las nuevas generaciones consumen a diario más de tres horas de videos, pero no se les enseña cuales podrían ser sus referentes.
Tanto mujeres y hombres….se ven afectados por este sentimiento de complejo que aún no entendemos por qué existe, desde cambiar el acento al español neutro para «quedar mejor» en cámara y sonido, hasta la horrible sensación de la no valorización en tu propia tierra por parte del público. Pero lo que sí tenemos claro es que seguiremos luchando por lo nuestro, hasta que alguien de fuera venga a hacernos profetas en nuestra tierra.
Sirva de ejemplo el último gran éxito de los nuestros (canarios) en Hierro. Gracias a Movistar, en esta producción podemos seguir siendo nosotros, eso sí, gracias a los de fuera.