Espera, ¿ha vuelto Los Serrano? ¿Qué hace una mujer de 40 años interpretando a una adolescente rebelde? ¿Qué clase de música instrumental es esa? Son pocas de las muchas cuestiones que ha suscitado el estreno de la serie iFamily. Una comedia que se introduce en la noche de los martes de TVE a la vez que Pulsaciones, la serie de éxito de Antena 3.
Twitter fue testigo de las primeras impresiones de los espectadores de iFamily: unos cambiaron el canal a los pocos minutos de comenzar, otros confesaban como si fuera algo extraño que le iban a regalar una segunda oportunidad en el próximo capítulo. En total, un escaso 8,7% de audiencia para el piloto de un canal que conserva éxitos como El Ministerio del tiempo y Cuéntame cómo pasó. Entonces, ¿cuál es el problema?
La nueva ficción producida por TVE y Juan Alexandre (de Ana y los siete) trata sobre una familia peculiar capitaneada por dos hermanos, Luis (Antonio Garrido) y Kike (Raúl Fernández), que son como el día y la noche. Luis es un hombre de negocios corrupto con cuatro hijos. Kike, al contrario, es un joven irresponsable y despreocupado. Este último tendrá que hacerse cargo de sus sobrinos y demostrar que puede hacerlo.
iFamily no solo cuenta con actores de la talla de Antonio Garrido o Raúl Fernández. También forman parte Fernando Cayo, Bárbara Goenaga y Antonio Resines, que vuelve a situarse detrás de una barra de taberna. Actrices como Karmen Garay, Alicia Fernández y Chanel Terrero completan el reparto junto a los más pequeños.
El principal problema de iFamily es toda su estructura en sí. Desde su título, argumento, guion y personajes hasta su carácter repetitivo, humor, ambientación anticuada y música de fondo. Una comedia así no está lista para posicionarse en prime time en TVE, hubiese encajado mejor años atrás.
Es una serie plana sin elementos a destacar y con una trama que no queda del todo clara. Lo único que se distingue es lentitud y un guion forzado. Una ficción a la que nunca acabas de introducirte porque eres consciente, en todo momento, de los fallos y de la poca credibilidad de los personajes. La música de fondo también influye negativamente. Parece ser que nada puede salvarla.
Un dato curioso es la similitud de Antonio Resines a su personaje de Los Serrano. Misma forma de expresarse, mismo ambiente. Han cogido prestado un personaje de otra serie para colocarlo en otra. Esta vez Resines solo tiene una hija, una joven rebelde que no termina de convencer. En iFamily también coinciden características similares de Ana y los siete. La única diferencia es que esta vez son cuatro y Ana sería el personaje de Kike (Fernández).
El tema de utilizar un título como Apple y en inglés no consigue modernizar la comedia familiar. De hecho, no parece una serie actual por su ambientación y decorados. El resultado de la imagen es anticuado; incluso algunos usuarios de Twitter calificaron la ficción como «casposa» y «rancia».
Quizá algún admirador de series nacionales se pregunte: ¿si es tan mala por qué aparecen actores de la talla de Fernando Cayo? La respuesta es que lo único que suma positivo de la serie es su reparto. Es su mayor virtud y donde recae más el peso de intentar salvar un guion tan plano. Pero ni ellos, aún siendo grandes profesionales, pueden hacer milagros. Ojalá todo sea otro sueño de Resines.