Título: Amityville: The Awakening
Año: 2017
Duración: 85 min.
País: Estados Unidos
Director: Franck Khalfoun
Guion: Franck Khalfoun
Música: Robin Coudert
Fotografía: Steven Poster
Reparto: Bella Thorne, Cameron Monaghan, Mckenna Grace, Jennifer Jason Leigh,Jennifer Morrison, Taylor Spreitler, Thomas Mann, Kurtwood Smith,Hunter Goligoski, Dan Martino, Brian Breiter
Productora: Blumhouse Productions / Dimension Films / Miramax
Género: Terror
He perdido la cuenta de las películas que se han hecho sobre la famosísima casa encantada del 112 de Ocean Avenue en Amityville (Nueva York). Allí fue donde en 1974 Ronald DeFeo Jr mató a los 6 miembros de su familia alegando que unas voces procedentes de la casa le habían obligado a hacerlo. Desde entonces, el misticismo del lugar no ha hecho más que crecer y es una de las ubicaciones más famosas de lo paranormal, y por tanto del cine de terror. Eso lo sabe bien la película, que intenta huir de la historia original aunque siempre con la clara referencia y guiño a sus precursoras cinematográficas.
Eso hay que comprárselo, Amityville: El despertar parte de un concepto clásico e intenta enfocarlo de otra manera. Y recalcamos la palabra intenta, porque a pesar del buen trabajo en muchos de los aspectos de la película esta cojea en algunos de los aspectos más importantes que le puedes presuponer al género de terror.
Amityville no es una película original, aunque su premisa sí quiera tirar por ese camino. Esto no tendría por qué ser un punto en contra, si nos atenemos a las buenas películas al servicio del cliché como por ejemplo la primera entrega de Expediente Warren. El problema de la que nos ocupa es que no parte de nada nuevo pero tampoco intenta nada relativamente novedoso en ningún momento
Todo lo hemos visto mil veces, y eso hace que la narración pierda toda la gracia, porque sabemos a dónde se dirige la película en cada momento. Salvo algún momento brillante de actuación (por cierto, bastante descompensada) el resto de la película transcurre sin más ante mis ojos. Y eso en una peli de terror debería ser pecado capital. Porque, no nos engañemos, Amityville no da miedo, ni mal rollo, ni escalofríos, ni sensación de querer meterte bajo las sábanas y desear coger el sueño pronto y que el sol salga de nuevo. Es una peli de terror que no da terror. Y lo peor es que tampoco da risa.
Es, por ser claros, una película bastante mediocre que olvidarás en cinco días y que tu subconsciente guardará en el cajón de esa gran cantidad de películas que no te aportó absolutamente nada, salvo quizás no pensar en otra cosa.
Lo peor: Es una película de miedo que no da miedo.
Lo mejor: Los guiños y referencias a toda una saga que parece no tener fin.
Nota: 4’5/10