Hace unos días se estrenaba ‘Matar al padre’, una tragicomedia en cuatro partes que habla sobre la relación de un padre con su familia a lo largo de dos décadas. En plena feliz Barcelona post-olímpica, transita Jacobo Vidal (Gonzalo de Castro), un hombre obsesivo y autoritario determinado a controlar todos los aspectos de su existencia, la de su mujer, Isabel (Paulina García) y de sus dos hijos, Tomás y Valeria (Marcel Borràs y Greta Fernández). Pero la imprevisibilidad de la vida le hace ver, quince años más tarde y en medio de la crisis económica, que aquello que él había planeado no se corresponde con la realidad.
Después de hablar con sus creadores, Mar Coll (directora y co-guionista), Valentina Viso y Diego Vega (guionistas) y dos de sus actores, Gonzalo de Castro y Marcel Borràs, os dejamos 5 razones para ver la nueva apuesta de Movistar +.
Un gran guión
Mar:
“Queríamos hablar de este padre controlador, y queríamos entenderlo también. Queríamos tratar de quererlo. Y entonces para hacer esto construimos este personaje que tiene una obsesión por el control y lo enfrentamos al paso del tiempo. A ver si esta hipótesis de que se puede controlar la vida es cierta o no. Efectivamente, no es así, ya que partimos de la base de que siempre hay espacio para lo imprevisible y la incertidumbre. Hay cosas que no se pueden controlar”.
Valentina:
“Sí, ya que es una fuente de frustración y de angustia general. Es la idea de poner mucha energía en que todo salga bien. Si fuese solo eso, hubiese podido no ser un padre, pero creemos que la paternidad ponía de manifiesto esta situación de manera mucho más concreta, que puede conectar con todo el mundo. En el caso de la paternidad los miedos se triplican, ya que está en juego la vida de tus hijos. Nos interesaba ver cómo este tipo de padres afectan a la vida de lo que más quieren”.
Diego:
“Lo bueno es que como somos tres cabezas, cada uno se toma el tema por el lado que más le interesa. En mi caso es el miedo. Cuando uno es padre, abres una puerta de lo mejor y de lo peor, todo tu amor y todos tus miedos. Los marcas y afectas en lo que van a ser, en el tipo de persona que se va a convertir. Entonces, a partir de este personaje se construyen los otros. No se entienden los hijos sin la relación que tienen con el padre”.
Gonzalo:
“A mi cuando me llega el guión, la historia me atrapa. Era una cápsula de una perla fantástica, que era la historia de una psicopatía de un señor, y que para mi, como actor y como intérprete, me suponía un reto. Un personaje que estaba muy bien construido, con muchas aristas, pero muy plano también. Y dices uy, como me gusta esto. Cuando leí el guión, llamé a Mar y digo “¿dónde firmo?”. Y me dijo “no te pongas tan chulito que te voy a hacer una prueba”. Y digo “por favor, házmela. Yo ya tengo preparado, de cabo a rabo, lo que tengo que decir”. Porque estas chicas tienen un talento extraordinario. Es casi shakespeariano. Estaba tan bien respirado que no le faltaba ni le sobraba una coma ni una palabra. Estaba todo dicho en unas líneas. Con una contundencia y con un fraseo…
Unos grandes personajes (y un gran reparto)
Marcel:
“Mira, el guión estaba tan bien escrito que, evidentemente había que darle forma al personaje, pero lo bueno de esta serie es que en el guión estaba una gran parte de lo que tuve que hacer. Claro, la historia son 4 capítulos y explica el viaje de una familia. En el caso de mi personaje, interpreto a Tomás, desde los 20 años hasta los 36. Por lo tanto, es un personaje que en cada capítulo lo vemos un poco transformado como es de esperar, sobretodo físicamente. Estéticamente cambian. Va desde el 96 hasta 2012. La manera como se viste, acabo vestido más elegante y empiezo vistiendo como un chaval de 20 años… Estéticamente cambia mucho, y a nivel de composición física también hice fer un trabajo de transformación. Empieza muy cerrado de espaldas, muy tímido, inseguro con sus emociones, que no sabe controlar. Y va encontrando su lugar en el mundo. Y por la parte más del mundo interior del personaje, básicamente es un poco el miedo a la vida y cómo el personaje va creciendo y afrontando ese miedo”.
Gonzalo:
“Jacobo es un hombre que sufre mucho. Esas patologías que existen son terroríficas porque te acompañan toda la vida. Con Jacobo tienes que mantener la cuerda tensada. Para conseguir eso, tú tienes que tener el arco del personaje muy claro. Aunque a la hora de rodar se pretenda rodar linealmente, tú sabes que eso no es viable, al tercer día se iría a la mierda. En el mismo día hacíamos secuencias del capítulo 4 – maquíllate, ponte la peluca, esa rata muerta, envejécete – luego capítulo 2, joven, en bicicleta… Eso si tú no lo tienes claro, si no te has leído muchas veces el guión no puedes trabajar. Tienes que tener el raccord emocional muy claro, para que tú me puedas poner en cualquier situación de la orquilla y yo saber dónde estoy. Eso se hace leyendo mucho el guión, que te guste mucho el personaje y saber de dónde viene. Porque es la única manera de controlar. Yo me pasé todo el verano leyendo la serie”.
Una gran película en cuatro pequeños capítulos
Mar:
“Nosotros teníamos este personaje y sabíamos que lo confrontábamos al paso del tiempo. Entonces, en un inicio era una película de 90 minutos y luego hicimos una adaptación a serie. Cuando Movistar nos contactó, nos dimos cuenta de que esta historia podía dar mucho más de si”.
Valentina:
“La serie te da la oportunidad de poner las mismas ideas en diferentes “fotos” al cabo del tiempo. En este caso, en cuatro años diferentes a lo largo de dos décadas. De este modo puedes explicar muchas cosas siguiendo la misma línea y la misma tesis”.
Marcel:
“Yo que he visto los cuatro capítulos, creo que se entiende sólo si ver los cuatro. Es una serie que es como una tv movie en este sentido. Pararte en el segundo es como dejar una película a la mitad. Puedes entender de qué te estan hablando, pero para entender la tesis de lo que explica, tienes que ver los cuatro. De golpe, si quieres. (ríe) Lo estrenamos en el Festival de Málaga, y toda la gente que se nos acercaba nos decía esto, que tenían ganas de más, que se habían quedado con la sensación de dejar algo a la mitad.
La grande Mar Coll
Gonzalo:
“Por fin ha ocurrido esto, más allá de que sea criticable o no que solo haya una mujer dirigiendo, que eso ya lo contamos como si fuera una noticia, y es una verguenza. ¡Que entren más mujeres! No es que tengan mayor talento. Es que está demostrado que tienen una batuta muy distinta. La orquestra suena muy distinta. Los últimos cuatro proyectos míos han sido dirigidos por mujeres, y soy un hombre muy feliz. Las notas que te da Mar son perlas. No es una charlatana. Hay directores que van de directores por la vida, una pose idiotizada e imbécil, sin ninguna humildad, y te hablan, hablan, hablan. Mar te da una perla, “¡pam!”. Y eso significa que es alguien que está muy cultivada, que le apasiona su trabajo. Yo había visto “Tres días con la família”. Una mujer tan joven, el interés que tenía ella en contar las relaciones familiares des de un punto de vista tan adulto, tan agudo y tan femenino. Han pasado unos años y dirige mejor, escribe mejor, tiene mejor ojo. Y yo quería estar en este proyecto. Estamos delante de una generación de mujeres muy preparadas, con ideas muy claras, muy cultas”
Una gran plataforma que apuesta por el talento
Mar:
“Las condiciones que ofrece Movistar + son muy concretas. Yo nunca había hecho una serie, nunca me había planteado trabajar en la televisión. Para mi era un espacio donde el director es más un técnico que un director en cuanto a expresión artística. No estás trabajando en los contenidos ni en tu punto de vista sobre el mundo, tu mirada. Simplemente adaptas unos contenidos que te encarga la televisión. Pero las condiciones que ponía Movistar sobre la mesa eran más parecidas a lo que me gusta. Es muy sensible y tiene un feedback muy interesante, y sobretodo la libertad creativa. Se adaptó mucho a nuestra forma de trabajar, no impusieron un sistema industrial de serie, sinó que nosotras pasamos un montón de tiempo escribiendo los capítulos. Había medios, que en la televisión es muy difícil encontrar medios que te permitan rodar en calidad. Y esto para mi es maravilloso. Es que hacer una película en España y levantarla se ha convertido en una tarea bastante elevada”.
Gonzalo:
“Bienvenida la plataforma, porque si no esto sería el terror. Yo estoy refugiado en el teatro desde hace dos años. Que venga una gran cadena como es Movistar y le de el respaldo a una directora como Mar Coll, una directora extraordinaria con ideas estupendas y le digan: ¿con quién quieres trabajar? Hay dinero, hay plazo, hay tiempo. Queremos comprar talento, vamos a hacer lo que tú quieras, no te tocaremos una coma de tu guión. Vamos a respetar tu autoría. ¡Gracias! Por fin. Yo quiero que esto siga así. Es una plataforma necesaria. Y además es una cantera de trabajo, no sólo para actores y actrices, sinó para la fotografía, … ¿Con quién quieres trabajar? Eso no existe, y menos aquí. ¡Bienvenido! Yo quiero que me llamen ya para otra”.