Transparent: ¿dónde está la gracia?

Si te interesa el mundo de las series habrás escuchado hablar de Transparent, siempre en la quinielas para los premios dirigidos a las mejores comedias del año. Pero, ¿es realmente una comedia?

La Edad de Oro de las Series, ese es el calificativo que se le está dando a los últimos años en cuanto a producción de ficción televisiva se refiere. Es curioso que muchas de estas series realmente estén viendo la luz gracias a estudios ajenos a la televisión convencional, como Netflix o Amazon Studios. Gracias a estas alternativas a la producción tradicional de series de televisión, están llegando a estrenarse interesantes y arriesgadas propuestas que llegan a obtener un merecido reconocimiento.

Hace poco más de dos años, Amazon Studios estrenaba Transparent, la serie de Jill Soloway (A dos metros bajo tierra) que estaba destinada a ser una de las protagonistas de esta llamada Edad de Oro. Por si no la conocéis, Transparent cuenta la historia de Maura Pfefferman (Jeffrey Tambor), bueno, al principio se llama Mort y es un hombre, de eso precisamente va la serie. Mort es un profesor de universidad divorciado y jubilado que decide de una vez por todas que es hora de salir del armario y asumir su verdadera identidad, entonces Mort pasa a ser Maura, una mujer.

Hola, ¿qué hay? Soy Maura.

Evidentemente esto supone un gran cambio, no solo en su vida, también en la de sus tres hijos: Sarah (Amy Landecker), Josh (Jay Duplass) y Ali (Gaby Hoffmann). Incluso su ex-mujer, Shelly (Judith Light), se verá involucrada en este cambio de vida. Como dicen varias veces a lo largo de la serie, la transición la realiza toda la familia. Por lo tanto, Transparent no es solo el viaje del que fuera Mort hacia su verdadera identidad, sino que todos los miembros de la familia Pfefferman empiezan a mirar dentro de ellos mismos para ver quiénes son realmente. Un recorrido por las dudas vitales de cada uno de los personajes que consigue cautivar al espectador desde el primer momento de la serie, apoyándose en todo momento en las estelares interpretaciones de todos los miembros del reparto.

No sé si la habéis llegado a ver, pero en mi caso acabo destrozado al final de cada capítulo, porque las circunstancias están constantemente vapuleando a estos personajes. Es una serie realmente dura que relata lo que es la vida, en palabras de Maura: «la vida es una mierda y luego te mueres». Y no me quedo tranquilo si no os digo que todo esto está acompañado por la banda sonora de Dustin O’Halloran que consiste en notas de piano melancólicas constantes.

Toma festival de optimismo
Toma festival de optimismo

Pues esta serie de la que tanto se habla también está recogiendo sus frutos en forma de premios… DE COMEDIA. Efectivamente, Transparent es considerada como una comedia. Realmente, una comedia puede ser dura y devastadora (en el cuarto podcast de la temporada pasada me podéis escuchar hablando del tema), algo puede hacerte reír y al mismo tiempo matarte por dentro, ahí está la magia de la comedia, un género que realmente puede abordar cualquier temática.

Pero no estoy diciendo que Transparent no sea una comedia por los temas que abarca, a lo que me refiero en realidad es que no los trata desde un punto de vista cómico. El desarrollo de la serie te enseña a personajes normales viviendo su vida, sin ningún tipo de intención de entretener al espectador de ninguna manera. Lloran cuando tienen que llorar, ríen cuando tienen que reír y gritan cuando tienen que gritar. No están subidos en el tren de la comedia, muy de vez en cuando deciden darse un pequeño paseo en él, pero de corta duración. Para que os orientéis un poco, el primer momento que podría considerar como realmente cómico no lo encontré hasta los cinco primeros minutos de la segunda temporada.

Sinceramente creo que esta serie es considerada una comedia por el simple hecho de que la protagoniza Jeffrey Tambor, al que se le suele asociar con papeles cómicos, y porque Gaby Hoffmann tiene cara de que va a pisar una piel de plátano en cualquier momento. Pero el resto del tiempo, como ya he dicho antes, la serie te da los golpes de manera directa, no los camufla a través de la comedia como muchas otras series.

Esto no quita que sea una de las mejores series de los últimos años y que se la recomiende a todo el mundo, pero siento que meterla en el género de comedia es algo realmente engañoso.

¿Vosotros la habéis visto? ¿La consideraríais una comedia? ¿Qué opináis del tema?

PD: aquí tenéis un Han Solo como recompensa por leer tanto