El terrorismo contra una película es la forma más lamentable de censura.

Durante esta semana se han sucedido numerosos episodios de violencia desmedida en varios estados de la India. ¿El motivo? El estreno de una película de la industria de Bollywood el pasado 25 de enero, contra la que llevan existiendo grupos radicales desde mucho antes del estreno de su tráiler oficial.

Manifestaciones violentas, vehículos en llamas, restaurantes y cines asaltados a puñetazos… E incluso a las afueras de Delhi estos seres sembraron el pánico apedreando un autobús escolar repleto de niños. Muchas escuelas optaron incluso por cerrar sus puertas estos días por miedo a las amenazas que han sufrido.

Todo comenzó con el rumor de que en la renombrada Padmavaat, (anteriormente Padmavati), la nueva película del cineasta Sanjay Leela Bhansali, se incluía una escena que no convence a ciertos sectores de la población. El guión está basado en una leyenda rajput, Rani Padmini, que cuenta la historia de una reina que decide sacrificarse en la pira funeraria de su marido para no sucumbir ante las tropas musulmanas. Tanto el director como su actriz protagonista, Deepika Padukone, la sexta actriz mejor pagada del mundo, han llegado a recibir amenazas de muerte por parte de miembros del gobierno.

Pese a que el director ha desmentido totalmente la existencia de tal escena, en la que se dice que aparece un encuentro amoroso entre sultán y la reina, los grupos más radicales liderados por Karni Sena han luchado contra el estreno de la cinta: han conseguido que se prohíba en varios estados y el retraso de su estreno en el resto del país, previamente señalado para el pasado 1 de diciembre.

El Tribunal Supremo se posicionó a favor de la libertad de expresión y señaló que el deber de las autoridades es garantizar la seguridad en casos de vandalismo tan extremo, aunque muchos cines por desgracia han decidido sucumbir a las amenazas y no proyectar la película.

Namaste, amigos.