El filme protagonizado por Jared Leto, Margot Robbie, Viola Davis y Will Smith vuelve al set de rodaje para escapar de la oscuridad absoluta de Batman vs Superman
Tras el éxito mundial de Deadpool (Tim Miller, 2016) y las críticas que ha recibido Batman vs Superman (Zack Snyder, 2016), la película de «los malos» del Universo DC sufrirá un lavado de cara en las próximas semanas antes de su estreno el próximo 5 de agosto según Birth.Movies.Death.
Después del último trailer del Escuadrón Suicida (David Ayer, 2016) en el que se ofrecía una visión divertida y gamberra de este equipo de villanos al ritmo del «Bohemian Rhapsody» de Queen, lo que nos ha sorprendido a todos es que según un miembro del equipo «casi todos los chistes de la película están en el trailer». Es por esto mismo y por las críticas de «excesiva seriedad y oscuridad» que ha recibido Batman vs Superman que Warner Bros habría decidido invertir más de 10 millones para dar al público lo que de verdad esperan de esta película.
Ese tono más divertido, gamberro y ligero que se dejaba entrever en este adelanto de Suicide Squad y que se intentaría materializar con esta vuelta al set de rodaje, se aleja ligeramente de la línea más oscura y «seria» que quiere seguir Zack Snyder en la materialización de sus adaptaciones a la gran pantalla del universo de DC Comics hasta La Liga de la Justicia, que tiene previsto el estreno de su primera parte el 16 de noviembre de 2017. Fue este el motivo, por ejemplo, por el que la participación de Grant Gustin – el Flash de la adaptación televisiva del superhéroe en The CW – se descartó para la aparición en la gran pantalla de las aventuras del hombre más rápido del mundo o por lo que se eligió a Ben Affleck para interpretar al nuevo Batman.
A pesar de los esfuerzos de Zack Snyder por hacer de las nuevas entregas sobre los superhéroes de DC Comics no solo taquillazos sino «buenas películas», obras reconocidas por la profundidad de sus personajes o la oscuridad, crudeza y verosimilitud de sus historias, el público lo que quiere también es pasarlo bien en las salas de cine con las historias de sus héroes favoritos. Es cierto que los más frikis podrán captar y maravillarse con todas las referencias a los comics de Batman vs Superman, pero lo cierto es que los espectadores esperan algo como lo que nos ofrece Marvel cada vez que vamos al cine: pasar un buen rato y reír de vez en cuando.
Es cierto que los personajes de DC no son los de Marvel, es cierto que la seriedad de los temas que uno trata no son los del otro, y es cierto que historias como la del Joker y Batman son mucho más serias y oscuras que las de Ant-Man o Iron Man pero, aún así, se pueden hacer cosas como la maravillosa trilogía del Caballero Oscuro de Christopher Nolan que nos ofrecía un Joker gamberro, desequilibrado y, cuando tocaba, divertido sin perder la profundidad del personaje.
Por tanto, y siendo una fiel seguidora de las películas de superhéroes y ciencia ficción como soy, confieso que, aunque no acabé tan sumamente desencantada como otros con Batman vs Superman porque reconozco que la oscuridad y la crudeza le sientan bien al personaje – más que la coraza con pezones en la que se enfundó George Clooney -, la gente busca también algún que otro momento de respiro, de disfrute más allá de la calidad visual o la profundidad de la historia… y a principios de agosto sabremos si DC lo ha conseguido cuando se estrene Suicide Squad.