jose luis cuerda

Se nos ha ido José Luis Cuerda, que no es poco

No es que no me guste mi nueva motocicleta, pero echo mucho de menos a José Luis Cuerda. Aquí no hay elucubración que valga, en términos generales eso de morirse es un fastidio. Su obra magna tiene hoy más vigencia que nunca, porque esta España es un verdadero sindiós. Si viviera Saza, se pasaría el día pistola en mano tiroteando al amanecer. Quizás falta algo de devoción por William Faulkner, pero eso de dar la turra y de creer que son todos unos hijos de puta lo seguimos clavando. Y vale que yo soy un desgraciado, pero que no me da la gana cambiarte el personaje ¡me cago en la leche!

José Luis Cuerda y la elevación astronómica de la comedia patria, relación si la hubiera (que la hay). Porque no sé si el maestro sería contingente como los mortales o necesario como Rafael Alonso, pero hacía lo suyo un pijo de bien. Y que no venga algún iluminado a decirme que su obra debería ser turgente y comunal, ¡porque turgente ya es, imbécil! Se precisa de un docto ingenio surrealista para que se le ocurra a uno aquello de convertir a Ferrán Rañé en un hombre-lechuga, pero es que a José Luis a nada que se le diera Cuerda hacía milagros.

Hasta para ser antiimperialista era de Albacete. Porque a los americanos se les echa del pueblo votando y entre gritos de pastorear ovejas. Y si tienes algo que objetar pues te vas a la mierda, que nos lo dejó muy claro nuestro señor alcalde. Claro que a veces esto de la democracia también puede ser un incordio. Y si no, que se lo digan al guardia Fermín, que por no pertenecer a la secreta se quedó en paro.

No me está quedando un artículo demasiado coherente, pero es que a mí en la comisaría no me han dicho nada de ser coherente. No se crean que yo ando por ahí dándome pisto, si la propia película a la que estoy tratando de homenajear es una algarabía anarcohumorística, tampoco voy a ser yo más papista que El Papa.

tiempo despues cuerda
José Luis Cuerda junto al reparto de su útlima película; ‘Tiempo después

Y oigan, que igual mucho Opus no hay, pero la política en Estados Unidos sigue revueltilla. En parte porque eligieron de presidente a un hombre-calabaza. Con lo campechanas que eran las calabazas en la película. Pero hombre, que los americanos también tienen cosas positivas. No todos son tan petardos como Gabino Diego y compañía.

Y hablemos un poco del libre albedrío, que viene aquí pintiparado. Más libre que Cuerda no lo había. Puede que sus chistes fueran algo etéreos y abstractos, pero al final se les cogía el tranquillo. Porque el maestro no era ningún atolondrado, él sabía mejor que nadie que el libre albedrío, bien usado, no tiene ningún peligro.

Además era un sacrificado, porque sabiendo él que eso de ser intelectual es un chollo, (y habiendo tenido capacidad sobrada para serlo) decidió quedarse a pie de calle haciendo películas para el disfrute de todos. Eso sí, con bromas siempre divulgativas. Mi agradecimiento hacia usted (y el de muchos otros) es infinito, maestro. El cine español se ha quedado cojito ya para toda la vida.

P.D: No se vayan a pensar que Don José Luis sabía hacer solo comedia. Su excelso manejo del lenguaje cinematográfico le permitió desempeñarse con soltura y transversalidad en prácticamente todas las áreas. Se ha ido uno irrepetible, ténganlo claro.

https://youtu.be/PwgxVaSWbyc