‘Riverdale’: un ‘Twin Peaks’ para adolescentes

«Bienvenido a un pueblo donde todo es perfecto pero nada es lo que parece». Con esta frase tan contundente la cadena americana CW, nos vendía una de sus apuestas más fuertes para la midseason de este año ‘Riverdale’. En nuestro país, fue Movistar Series la encargada de su emisión. El pasado jueves el canal emitía el último capítulo de su primera temporada «El dulce porvenir», despidiéndose así hasta septiembre. Tras haber visto sus trece capítulos uno tras otro sin poder despegarme del sofá cada viernes, tengo que decir que las expectativas creadas por la CW fueron realmente cumplidas.

Una serie que lleva el título del lugar en el que desarrolla, un pequeño pueblo en donde todos se conocen y en donde un joven aparentemente inocente aparece asesinado, Jason (Trevor Stines) Blossom (hijo modelo de la familia más potentada del pueblo, atleta estrella, etc.) . Unas familias que aparentan ante los demás ser perfectas pero que puertas adentro ocultan muchos oscuros secretos. Todos estos ingredientes provocaron que muchos inmediatamente empezaran a compararla con la ochentera serie de misterio Twin Peaks. De hecho si vemos los primeros minutos de su primer episodio, nos recuerda mucho a esta serie: esa aura de misterio, esos primeros planos del letrero del pueblo, esa música tranquila pero a la vez inquietante, mientras la voz de un narrador nos va contando lo que sucedió:

https://www.youtube.com/watch?v=kSlk8_6GKwM

No obstante, nos basta con visionar por completo este primer episodio para darnos cuenta de que ‘Riverdale’ esta destinada a un público más juvenil, target propio de la cadena en la que se emite. Vemos así, como a veces, casi desquiciando al espectador, se le da demasiada importancia a tramas sin sustancia que ocurren en el instituto o a los triángulos amorosos o relaciones de los protagonistas, en lugar de avanzar en el desarrollo de la trama principal. Quizás, esta también sea una forma de contentar a los fans de los cómics de Archie, en los cuales está basada parcialmente la serie, puesto que coge a todos los personajes adolescentes de las novelas gráficas y lugares tan emblemáticos de las mismas como el propio pueblo o  la cafetería Pop’s, lugar de reunión de los protagonistas. Además, el físico y la personalidad de Betty (Lili Reinhart); Archie (K.J. Apa); Jughead (Cole Sprouse), Veronica (Camila Mendes) y Cheryl (Madeleine Petsch) son bastante similares a sus respectivos personajes de los cómics.

Sin embargo, ‘Riverdale’ no se queda en la trivial comedia amorosa que centra la trama de los cómics, sino que va  más allá y, para atraer al público,  juega con la técnica del suspense, aportándonos una trama principal más atractiva: en donde los protagonistas se encargan de investigar la desaparición de uno de sus compañeros, para posteriormente descubrir que ha sido asesinado y pasar a averiguar quién ha sido el culpable de un acto tan atroz.

Si con algo sabe  jugar perfectamente esta ficción es con hacernos dudar de todos y cada uno de los personajes, conviertiéndolos en algún momento del desarrollo de esta primera temporada en sospechosos ante los ojos del espectador. Pero, a la vez que dudamos de sus intenciones y de si la apariencia que muestran ante los demás es la real, también nos hace ir encariñándonos con ellos. Sobre todo a medida que sus diversos caracteres se van desarrollando (ya  que no son personajes planos y van evolucionando a medida que avanzan los capítulos) y conocemos sus respectivas historias, esas que  les hacen ser como son. El caso más claro: Cheryl. Al inicio de ‘Riverdale’ es un personaje odioso, el cliché de chica popular de instituto americana: jefa de las  animadoras, niña de papá, manipuladora y caprichosa. No obstante, pronto descubrimos que la pequeña de los Blossom, no es tan fuerte como aparenta ser, que, a pesar de ser más inteligente, siempre ha sido menospreciada por su familia, viviendo a la sombra de su hermano Jason, sin la protección del cual se siente indefensa y totalmente inestable emocionalmente.

Otro de los aspectos que más llaman la atención de la serie es que sea Jughead el narrador de la misma, el personaje más ‘outcast’ de todos los regulares. Un joven de aire tétrico, de la zona de barrio bajo del pueblo (el Southside), que se ve obligado a dormir en el autocine en el que también trabaja, miembro de una familia desestructurada, hijo del líder de una banda de ‘delincuentes’ que se dedican a extorsionar y a traficar con marihuana. Es decir, el que a simple vista parece el menos perfecto de los protagonistas, es el encargado de llevar la voz cantante de la serie y narrar todos los sucesos que fueron aconteciendo en el pequeño pueblo de ‘Riverdale’.

Sin embargo, lo que más me fascina de ‘Riverdale’ es su cuidada fotografía. Esa imagen tan saturada que lo acerca a la estética de los cómics, hace que el pelirrojo de los Blossom y de Archie destaque por encima de todas las cosas, que el rosa haga los batidos del Pop’s más apetecibles o que acentúa las ojeras de Jughead. A la vez esta grabado con un contraste y unos tonos un tanto oscuros para acentuar el aura de misterio que envuelve la localidad de ‘Riverdale’. ¡Magnifico!

Por otra parte, a pesar de no ser unas actuaciones espléndidas, puesto que la mayor parte del elenco son actores nóveles, si que cabe destacar la gran expresividad de todos ellos y como se dejan la piel a la hora de interpretar a sus personajes. Hasta tal punto que K.J. Apa, actor que interpreta a Archie, se rompió realmente la mano al rodar la escena del hielo de este último episodio.

https://www.youtube.com/watch?v=iM8TMaszPNs

Si tuviese que destacar algo negativo de ‘Riverdale’, algo que incluso llega a sacarme de quicio en ciertos momentos, serían las canciones originales de la misma. Sí, esas que interpretan Archie y Veronica o las Pussycats, cuyas letras parece que han sido compuestas con el único fin de subirle la glucosa al espectador y las cuales no aportan nada a las tramas de la serie, excepto a ayudar a que Archie logre alguna nueva conquista amorosa.

Aunque en el penúltimo episodio se resolvía la gran incógnita de esta temporada, es decir, conocíamos quien había asesinado a Jason Blossom, la temporada se ha cerrado con un espectácular episodio final: revelaciones, un intento de suicidio, un incendio provocado un Jughead pasandose ‘al lado oscuro’ aceptando entrar a formar parte de los Serpientes  y una nueva muerte aparentemente accidental (pero la cual el narrador nos aclara que había sido bastante intencionada). 

¿Cuál fue el motivo de que Jason Blossom fuese asesinado? ¿Qué más secretos oculta la familia Cooper? ¿Quién será ese hermano desaparecido? ¿Conseguirá Cheryl sobrevivir sin su gemelo o seguirá su locura incrementándose? ¿Quién más formaba parte del negocio de los Blossom? ¿Saldrá algún día de la cárcel el padre de Veronica y volverá al pueblo o nunca conoceremos su identidad? Tendremos que esperar hasta septiembre  para que todos estos y muchos más misterios sean resueltos.