Raphael en la presentación de 'Raphaelismo' | José María Espí

‘Raphaelismo’, la nueva serie documental de Movistar+

-ismo: Tendencia de orientación innovadora, principalmente en las artes, que se opone a lo ya existente.

«Nunca me ha gustado mirar hacia atrás. Hacia atrás ni para coger impulso. No me deja disfrutar del éxito. El escenario está lleno y yo solo soy capaz de pensar en el mañana. Le saco la punta a todo. Es un gran defecto. Ojalá salir emocionado al escenario.»

No le gusta mirar al pasado, pero habla de él. De la mano de Movistar y Dadá Films llega este 13 de enero Raphaelismo, el documental que repasa y celebra los 60 años de trayectoria profesional de Raphael. Dividido en cuatro capítulos y con acceso a material inédito, repasamos los grandes momentos del artista, así como los más difíciles o más bonitos.

Antes de llenar estadios, recorrer el mundo o ser el cartel más permanente de Gran Vía, él ya era famoso en Madrid.

Se crio en el teatro, allí le hacía la pirula al que vendía las entradas para que le diera una butaca gratis. La primera vez llegó a su casa a las dos de la mañana y su madre preocupada le soltó un bofetón.

Entonces, Rafael le dijo que se tendría que acostumbrar, que vivían muy lejos y que él no iba a dejar de ir al teatro. Y así fue. Se coló gratis en todos los teatros de Madrid, todos le conocían y forjó su persona en la mejor escuela. Unos años más tarde pasaría a llamarse Raphael.

Raphaelismo
(De izquierda a derecha) Jorge Ortiz de Landázuri, Raphael, Charlie Arnaiz y Alberto Ortega (Foto: José María Espí)

De allí pasó a la tela blanca en la que se proyectaban sus interpretaciones. Mario Camus decía que era el único artista que traspasaba la pantalla y no la de Canillejas, sino la del cine.

«Estoy hecho a mano, nada ha sido en serie ni en colecciones para vender. Soy disciplinado, he hecho lo que me han mandado, aunque opinara otra cosa.»

No habrá gira de despedida porque es incapaz de decir adiós y eso sí sería subir emocionado a un escenario.

Mantiene los pies en el suelo, aunque podría estar volando. Tiene un ascensor en casa, pero es solo por su cansancio. Se ha recuperado cuando ha podido ver, gracias al documental, lo admirado y querido que es por sus compañeros de industria.

«Si no te cantan en los pueblos, despídete

En los pueblos, en sus verbenas y generaciones enteras. Cuatro horas para toda su vida le parecen pocas. Raphael quiere por una vez que le hagan caso y filmar Raphaelismo dos y tres.

Eso sí, no tiene claro lo que pasará cuando ya no pueda más y el límite que no tiene le impida continuar.

Lanza al aire la siguiente pregunta:

«¿Tú crees que me van a recordar?»

Él lo duda, el niño que se colaba en los teatros y que forma parte de su pasado lo tiene claro. Nosotros, también.