libertad

‘Libertad’, única contendiente española en Cannes 2021

Título original: Libertad

Año: 2021

Duración: 104 min.

País: España

Dirección: Clara Roquet

Guion: Clara Roquet

Música: Paul Tyan

Fotografía: Gris Jordana

Reparto: María Morera, Nicolle García, Vicky Peña, Nora Navas, Maria Rodríguez Soto, Carol Hurtado, David Selvas, Òscar Muñoz, Sergi Torrecilla, Mathilde Legrand

Productora: Coproducción España-Colombia; Avalon P.C, Lastor Media, Bulletproof Cupid

Ficha en Filmaffinity

Clara Roquet (guionista de 10.000 Km) apunta a Cannes con su ópera prima. Desde un guion relativamente sencillo, Roquet desgarra los ideales familiares y lleva más allá la narrativa de los padres ausentes, con la enésima película sobre segundas residencias.

La película pasó por varias incubadoras europeas y hace tiempo abandonó el catalán a favor de la internacionalización, algo curioso en su industria y con la localización catalana, el equipo catalán, y el elenco de caras conocidas catalanas, de Vicky Peña a Nora Navas (La vampira de Barcelona).  Especialmente María Morera está irreconocible, viniendo de protagonista de La vida sin Sara Amat, se la ve tensa, su aura desaparecida. El coaching de Laura Jou ha quedado atrás, el papel poco concreto de Nora recae demasiado en el mudismo que conlleva la inocencia en la pubertad…

Aunque la protagonista es Libertad (Nicolle García), la hija de la criada. Una de las grandes influencias para este nuevo enfoque es el interés por el papel de Yalitza Aparicio visto en Roma, de donde se deduce también la afinidad por el ruido como textura sonora y el jolgorio felliniano. Libertad! actualiza ingeniosamente el cliché de las chicharras, construyendo siempre dos espacios opuestos para la familia colombiana y la catalana desde el fuera de cámara y la iluminación.

libertad
Fotograma de ‘Libertad’

En la ambientación de Libertad, hay una posible revisión de A Nuestros Amores de Maurice Pialat, presentando un interesante y femenino mapa de personajes donde se sufre del descuido materno. Además las madres, ya a veces por poca autoestima, fallan en dar a sus hijos un soporte sólido. La figura paterna mientras tanto la hemos visto evolucionar desde tiempos de Erice: de la incomprensión a la ausencia y finalmente omisión del padre en Libertad.  El mismo género masculino está ahí en cuanto a útiles de apareamiento y descubrimiento sexual.

Roquet ha quebrado el idealismo familiar que Cannes recompensó con Kore-Eda, optando por una cosmovisión mucho más reconocible aunque incómoda. En la era del divorcio, nos damos cuenta de las sustituciones que se dan en el sino familiar turbando sus esquemas y generando abandono: cambiamos a la hija por la cuidadora, a la hija por el patrón, a la hija por la pareja. Y todo puede ocurrir sutilmente pero tener grandes consecuencias. Todo esto acelera la pubertad.

Si decidimos centrarnos en la adolescencia, se divide aquí en su faceta más vehemente con Libertad, grosera, intensa y maniática; y la más contenida, casi masculina, pudorosa, la de Nora, que empieza el tránsito a la adolescencia. Se sugiere con esto el impacto de la clase y hay una mirada propia de la futura generación de cineastas: una que asume la alteridad (no pretender comprender al otro y representarlo con una lengua convincente) y el colonialismo (la segunda residencia como un parque temático abierto a los colonos).

El filósofo lacaniano Jacques-Alain Miller considera la envidia como el verdadero acto femenino, la envidia que se basa en la pérdida. Y mientras Roquet presenta una horquilla de vivencias y ritmos distintos, Libertad y Nora se encuentran en el acto radical de la «verdadera mujer» lacaniana, la que arrebata y acapara, la que destruye, porque reclama un amor que le ha traicionado.

Lo mejor: el foco e interés por el personaje extranjero y racializado sin intentar asimilarlo o comprenderlo.

Lo peor: La poca inspiración de María Morera opacada por una compleja Nicolle García.

Nota: 7