Cada nuevo estreno de la saga Star Wars es un evento. No asistimos solo a otra película, sino a una concatenación de situaciones que hacen que la espera sea más llevadera a la par que ilusionante. Lo cierto es que esta nueva trilogía dirigida hasta el momento por J.J. Abrams y Rian Johnson no está dejando indiferente a nadie. Habrá quien prefiera la pureza e innovación de las originales. Por supuesto también habrá una parte del público que prefiera ese acercamiento al espectro político de la galaxia unido a un tono mucho más dicharachero de las precuelas. Pero esta nueva parte de la historia ha sabido adaptarse a la transmedialidad tan absoluta que vivimos en nuestro día a día de una forma muy notable.
Esto no es algo nuevo, ya que Star Wars ha tenido grandes obras literarias y videolúdicas que consiguieron expandir el universo considerablemente. Sin embargo, con cada producción existía la temida duda del canon. No era un problema per se, pero el interés suscitado podía diluir la obra. Con todo ello, no cabe la menor duda que el universo Star Wars rebosa creatividad e historia, con una enorme capacidad para adaptarse a los distintos lenguajes de los medios tratados. El estreno de esta novena entrega viene precedido por dos lanzamientos que no sólo contribuyen a aumentar los dosis de hype que produce el cuerpo, sino que poseen un interés considerables sobre ellos mismos.
¿A vueltas con el cazarrecompensas?
El primero es, como no podía ser de otro modo, The Mandalorian. La nueva serie de la saga galáctica abre muchas puertas. La primera, sin lugar a dudas, son las de Disney+. La serie dirigida por Jon Favreau ha permitido echar un vistazo a la idea sobre estas nuevas producciones, acercándose a una realización sublime y con acción a raudales. Igualmente, la historia se sitúa en un punto sumamente interesante que invita a pensar en las posibles connotaciones que podría tener para la próxima. Y es que, ¿no es demasiada casualidad que aparezca una serie que se ambiente entre El Retorno del Jedi y El Despertar de la Fuerza, justo ahora que está a punto de acabar la trilogía? ¿Tendrá algo que revelar a estas alturas? Tal vez son simples conjeturas que no van a ninguna parte, pero ahí radica el interés: hacer las preguntas y esperar la posible resolución. Más allá de todo ello, la serie logra mantener al espectador pegado a la pantalla, con el entretenimiento por bandera y con un nuevo muñeco en las tiendas.
La última esperanza antes de la nueva
El segundo se dirige hacia los videojuegos. Pocos tenían confianza en el nuevo título de Respawn, con tantísimo secretismo y prometiendo ciertas cosas de difícil cumplimiento. Finalmente, Star Wars Jedi: Fallen Order ha salido y se ha convertido en toda una experiencia. Partiendo de que su historia era canon, el interés por parte del fandom más acérrimo estaba asegurado. Desde luego es un guion correcto, sin alardes, pero su verdadero valor radica en otra parte. Si hay un medio que permite la inmersión por parte del receptor de una manera prácticamente directa ese es el videojuego. Otros títulos han tratado de acercarse a la capacidad de hacer sentir al jugador como un jedi (o como un sith) pero ninguno ha tenido la fidelidad de Fallen Order. Su sistema de combate permite que cada choque de la espada láser, ya sea con otra espada o con un disparo blaster, sea una traslación directa de cualquier película. Hacer sentir al personal como si manejara a uno de los últimos jedi es una invitación perfecta para ver como acaban en su próxima película.
Para finalizar, como bonus track, queda ver esto.
https://www.youtube.com/watch?v=bx2jIjv5g-M
Daisy Ridley es uno de los grandes descubrimientos de esta saga. Su cercanía con el público, siendo ella misma consciente de que una vez estuvo ahí como fan, es brillante. No es algo exclusivo de ella ni de la saga Star Wars, pero esta disposición a que la gente sienta a estos personajes como si estuvieran en casa hacen que esa fantasía de pertenencia a la saga galáctica por antonomasia (con permiso de Star Trek) acabe siendo mucho más real. Que la Fuerza os acompañe.