Arthur Fleck interpretado por Joaquín Phoenix en 'Joker'

‘Her’ y ‘Joker’, lo que Joaquín Phoenix quiso decirnos.

Ahora que han pasado unas semanas de los Oscars, la guinda al pastel de Joaquin Phoenix, he decidido traer de vuelta dos películas interpretadas por el actor. Las cuales, ahora tienen aún más valor con respecto pasa el tiempo y se combinan entre sí.

El sábado decido visionar la película Joker con mi hermano. La he visto unas cuarenta veces y aún así siempre saco algo nuevo. Me encanta ver la reacción de la gente al ver escenas de la película que tanto me ha impactado. A partir de ahí se genera un debate, una reflexión. Un combate de opiniones que el Joker ha generado en la psique y moralidad del espectador.

Esto mismo ocurre en Her, el espectador entra en duda sobre el tema de la película. Mientras que Joker parece ser un alegato para fomentar la violencia, Her construye un argumento que aparenta ser una alabanza a la soledad y su respectiva libertad. En Her llega hasta tal punto esta idea, que el protagonista se enamora de un sistema operativo, desbordando todo prejuicio del espectador y logrando que éste empatice con un hombre solitario que tiene sexo con un ordenador.

Lo interesante de estas dos obras, es que hablan de lo mismo; la soledad del individuo a causa de la falta de empatía social. Joaquin Phoenix muestra en ambas interpretaciones a un ciudadano triste, incomprendido y solitario. Salvando algunos matices, la esencia de Theodore en Her y Arthur en Joker es la misma.

Vivimos en la sociedad del cansancio, donde el éxito es la meta y para ello hay que expulsar lo distinto. Es en este punto donde Phoenix ha cogido a sus personajes, en el sentirse diferente al resto, cuya frustración viene dada por la aparente obligación de seguir al rebaño de masas.

joaquin phoenix
Theodore interpretado por Phoenix en ‘Her’

Her y Joker hablan de lo que se ha convertido el mundo occidental. Hemos creado a individuos que su objetivo es la búsqueda de la felicidad siendo y actuando igual que el resto. La obligación de reír provoca en Joker una angustia eterna, ¿cómo vamos a reírnos en un mundo que no ríe? ¿Cómo encontramos la felicidad en un mundo hipócrita?

En Joker, el mundo es oscuro plagado de ratas gigantes. Una decadencia social representada en la basura de la ciudad. En Her, estamos ante un futuro con un aire espeso lleno de contaminación. Sin embargo, los ciudadanos caminan con sus móviles de última generación obviando la gran nube negra que cubre la ciudad. Cada uno, con su sistema operativo, con su soledad.

En sus último discursos, Phoenix lo ha dejado claro. Cuidar el planeta no es sólo evitar los plásticos y la contaminación, también es cuidar la empatía social.

Joaquín Phoenix en ‘Joker’

Hijas de su tiempo, Her y Joker se podrían considerar como dos obras que retratan muy bien al individuo del siglo XXI. Al sentir de éste como consecuencia de la opresión de un sistema fallido que no valora lo distinto a causa de la falta de empatía.