El desamor, también protagonista en las películas

¿Harto de tanto rosa y corazones? ¿Quieres mandar a Cupido a freír espárragos? ¿Celebraste solo el Día de San Valentín? A una semana del día del amor, os  proponemos un plan cuyo fin no es otro que celebrar su contrario: el desamor.

Lo ‘Antisanvalentín’ también está de moda.  Al igual que el amor, el desamor está presente en nuestras vidas y, por tanto, no deberíamos obviarlo. Como ya enseñó en su día Inside Out (Docter, Del Carmen, 2015) con la tristeza , que es igual de importante que la alegría, ¿por qué no hacerlo con el desamor? Así que hemos decidido festejarlo de igual forma que lo haríamos si se tratase de su contrario.

Lo cierto es que el desamor es y ha sido protagonista en muchas de las grandes historias de nuestro cine. No estamos diciendo que queramos componerle una oda o ensalzar a este compañero de viaje; pero sí intentar aliviar, con una buena película, a todos esos corazones solitarios que ‘se comieron los mocos’ el 14 de febrero. Hoy es vuestro día.

  • Blue Valentine (2010)

Ya que hablamos de ‘Valentines’ qué mejor que empezar con este film de 2010 donde Michelle Williams y Ryan Gosling (el guapo protagonista de La La Land) dan vida a una pareja cuya magia ha desaparecido y en la que él, en un intento de reconciliación, lleva a su mujer a un hotel temático. Gracias al flashback comprenderemos cómo ha llegado su relación hasta tal punto.

  • (500) días juntos (2009)

Su propio nombre nos indica que tiene fecha de caducidad. Tom (Joseph Gordon-Levitt), arquitecto que escribe tarjetas de felicitación, piensa que el Destino le unirá junto a su amor verdadero. Summer (Zooey Deschanel), nueva en la oficina, cree que eso del amor es una patraña. Pero el destino los unirá como los separará. Una historia sobre cómo la tristeza, fruto del desamor, nos ayuda a recapacitar y reflexionar sobre nuestras relaciones. Para los recientes solteros, este filme equivale a una tarde de tarrina de helado junto a manta y sofá, más o menos.

  • Los puentes de Madison (1995)

La llorera asegurada, el clásico entre clásicos, la película romántica por antonomasia que, curiosamente, nace de un amor imposible entre Francesca (Meryl Streep), una ama de casa cuya vida se encuentra estancada entre su marido y sus hijos, y Robert, un atractivo y maduro fotógrafo de la National Geographic (Clint Eastwood), que trastoca su vida; en el momento en que llega a su granja en busca del puente Roseman.

  • Annie Hall (1977)

El cineasta Woody Allen encarna a Alvy Singer (otro personaje neurótico): un humorista de clubs nocturnos que, a partir de su ruptura con Annie (Diane Keaton), lleva a cabo una reflexión sobre la vida y el amor. Finalmente, llega a la conclusión que son sus manías, las causantes de arruinar sus relaciones amorosas.

No es baladí que esta película obtuviera entre sus tantísimos galardones cuatro Oscar (a Mejor película, director, guion Original y actriz protagonista), un Globo de Oro (más cinco nominaciones) o un Cesar.

  • Lo que el viento se llevó (1939)

¿Cuántas veces habremos recitado o escuchado ese “francamente, querida me importa un bledo”? ¿Quién no ha imitado nunca a Mami llamando a la “señorita Escarlata”? Clark Gable y Vivien Leigh, el Hollywood dorado. O Rhett Butler y Escarlata O’Hara, no sé quiénes de las dos parejas son más famosas. Un triángulo amoroso entre O’Hara, Butler y un último, Ashley Wilkes (Leslie Howard), de quién Escarlata siente auténtica obsesión. El desamor es el hilo conductor de toda la película sumida, a su vez, en la Guerra Civil estadounidense.