Crítica – ‘Han Solo: Una historia de Star Wars’

Título original: Solo A Star Wars Story

Año: 2018

Duración: 135 min.

País: Estados Unidos

Dirección:Ron Howard

GuionLawrence Kasdan, Jon Kasdan

MúsicaJohn Powell

FotografíaBradford Young

RepartoAlden Ehrenreich, Emilia Clarke, Donald Glover, Woody Harrelson, Thandie Newton,Phoebe Waller-Bridge, Warwick Davis, Clint Howard, Paul Bettany, Richard Dixon,Joonas Suotamo, Sarah-Stephanie, Deepak Anand, Slim Khezri, Ian Kenny,Douglas Robson, Omar Alboukharey, Sean Gislingham, Nathaniel Lonsdale

ProductoraLucasfilm / Walt Disney Pictures / Allison Shearmur Productions / Imagine Entertainment

Género: Ciencia ficción

Hay películas que te dejan pegado en la butaca. Hay películas que levantan aplausos al caer los créditos finales. Hay películas que no dejan indiferente a nadie. Solo no es una de esas. Ni lo quiere ser. ¿El problema? Que tiene el logo de Star Wars estampado en su portada. Y sabe mal encogerse de hombros con Star Wars.

No había mucho que esperar de Solo, que se había ya convertido en una de las cintas menos esperadas desde el renacer de la franquicia. Y aún con todo, sí que cumple con lo poco que prometió. Toda la narrativa va enfocada – a tropiezos y forcejeos- a que cuando aparezca por primera vez Harrison Ford en Una nueva esperanza, nos sepamos hasta el número de pelos de cada ceja del personaje. Así, el argumento se basa en conocer a Han Solo, en cómo llega a ser quien es, con todos sus cachivaches y juguetes incluidos. La trama es al final secundaria, una bala desaprovechada teniendo a Lawrence Kasdan (El imperio contraataca) al frente del guion.

La ironía llega cuando Alden Ehrenreich, que sin llegar a convencer logra aguantar el tipo (quizás por las predicciones apocalípticas que se lanzaron sobre el pobre hombre desde el primer minuto), queda relegado a un segundo de plano. Así, el joven Solo, con carisma forzada y una media sonrisa sin acabar de ensayar, deja paso a un muy buen trabajo coral del resto de secundarios – compensando esta carencia de Rogue One -; liderados por una notable Emilia Clarke y seguido de cerca por Donald Glover y Woody Harrelson. Aunque esto sucede mientras un puñado de prometedores secundarios (Paul Bettany, Thandie Newton para empezar), pierden fuelle y apenas se dejan lucir.

El producto final de Solo deja ver las enormes dificultades que esta película ha arrastrado desde detrás de las cámaras. Una extraña mezcla de tonos, ritmo y enfoque domina toda la película, cuyo estilo que va desde un “Blade-Runner” desustanciado a un divertido western galáctico (quizás hacía falta más de lo segundo). Al final, uno se pregunta qué ha dejado Ron Howard del trabajo previo de Chris Miller, porque se nota que la cinta ha tenido el trabajo de varias cabezas pensantes a veces en discordia.

Sin perder de vista al conjunto de la la saga (para la cual demuestra una gran devoción) y con una historia que combina de forma curiosa lo previsible con las sorpresas, Solo presenta una aventura arquetipo entretenida, con mucha acción y referencias al pasado y futuro de la franquicia, aunque esto lleve a algún momento – una pena que esta crítica sea sin spoiler- en el que el fan service llegue a su máximo exponente de lo absurdo, gratuito y bochornoso.

Solo no incendiará Internet, no quebrará la comunidad fan, no hará explotar nada por los aires. Para eso, hay que dejar huella antes. ¿El problema? Que Star Wars siempre ha dejado huella, y no debe encoger hombros.

Lo mejor: Unas originales escenas de acción.

Lo peor: Le falta chispa y atrevimiento.

Nota: 6,5/10