Crítica – Luke Cage (T2)

Título original: Luke Cage (Marvel’s Luke Cage)

Año: 2018

Duración: 55 min.

País: Estados Unidos

Dirección: Cheo Hodari Coker (Creator), Paul McGuigan, Guillermo Navarro, Phil Abraham, Andy Goddard, Marc Jobst, Clark Johnson, Magnus Martens, Sam Miller, Vincenzo Natali, Tom Shankland, Stephen Surjik, George Tillman Jr., Lucy Liu

Guion: Cheo Hodari Coker, Archie Goodwin, John Romita Sr., Roy Thomas, George Tuska,Akela Cooper, Aïda Mashaka Croal, Jason Horwitch, Charles Murray, Christian Taylor, Nathan Louis Jackson, Matt Owens

Música: Ali Shaheed Muhammad, Adrian Younge

Fotografía: Manuel Billeter

Reparto: Mike Colter, Simone Missick, Rosario Dawson, Mustafa Shakir, Gabrielle Dennis, Reg E. Cathey, Finn Jones, Theo Rossi, Frank Whaley, Alfre Woodard, Frankie Faison, Darius Kaleb,Justin Michael Woods, Jade Wu, Cassandra Freeman, Mohammed Hossain, Brian ‘Sene’ Marc, Sean Ringgold, Curtiss Cook, Ron Cephas Jones, Jaiden Kaine,Karen Pittman, Jacob Vargas, Deborah Ayorinde, Sonia Braga, John Clarence Stewart

Productora: ABC Television Studio / Marvel Entertainment / The Walt Disney Company / Netflix / Disney-ABC Domestic Television / Marvel Studios / Marvel Television

Género: Serie de TV. Acción Superhéroes. Mafiosos.

 

Tras el estreno de la segunda temporada de Jessica Jones, Marvel y Netflix prosiguen con su idilio de series sobre personajes de la Casa de las Ideas. Se podría llegar a pensar que el poco éxito cosechado por The Defenders el pasado verano habría propiciado que la confianza en este miniuniverso estuviera bajo mínimos. No obstante, sin planes para que estos «héroes» vuelvan a reunirse, la idea general es mantener las aventuras de estos personajes por separado.

Pocas menciones se hacen ya al Universo Cinematográfico Marvel, restringidas a pequeños detalles sin verdadera importancia dentro de la trama. Marvel vuelve a jugar en esta segunda temporada de Luke Cage con la temporalidad de sus universos para configurar un relato con una cierta coherencia sin que los actos cometidos por nuestro querido Thanos tengan relevancia. Con todo ello, el hombre a prueba de balas mantiene un buen nivel en su segunda entrega seriada.

En esta ocasión, se mantienen la gran mayoría de secundarios (que no nos falte Rosario Dawson) pero con diferentes perspectivas muy interesantes. A la frialdad y crueldad de Mariah Dillard, se une el contrapunto que supone su hija Tilda, además de la inclusión de un nuevo enemigo en Harlem, Bushmaster, interpretado por un fantástico Mustafa Shakir. Estos personajes, anclados como principales antagonista de Cage, consiguen aportar un mayor interés a una trama llena de entresijos familiares y  bandas. Y es que esta segunda temporada de Luke Cage se asemeja más a una serie de mafiosos que una concerniente a superheroes.

Es algo que se aprecia fundamentalmente en la figura de nuestro protagonista. Cage madura como héroe de Harlem y comprende las necesidades que conlleva proteger su ciudad. Todo confluye en un final muy intenso, que demuestra una evolución espectacular del personaje de Cage, con diferentes referencias a algunos clásicos gángsters. La segunda temporada de Luke Cage lleva más allá la concepción típica del superhéroe, situando al personaje principal en las proximidades de la oscuridad, un terreno casi insospechado en los primeros capítulos.

Aunque sus planteamientos son sumamente interesantes y están resueltos de una forma muy notable, la serie cae en un agotamiento debido a su extensión. El modelo típico de Netflix con respecto a sus series de configurar temporadas con trece capítulos provoca alargamientos de sus tramas muy artificiales. Ya ocurrió con la primera temporada de Jessica Jones y aquí volvemos a encontrarlo. La narración de la serie conlleva «trampas» que implican volver a situaciones anteriormente propuestas y que casi parecen copias de unos capítulos a otros. Mención aparte a la aparición especial de Iron Fist hacia el final de temporada, que más que suscitar interés resulta innecesario y proveniente de ninguna parte.

Luke Cage sigue siendo uno de los personajes más interesantes dentro de las propuestas ficcionales de Marvel, tanto en las series como en el cine. Su relación con Harlem permite trazar una visión de la riqueza de culturas que conviven en este lugar, algo que se amplia en esta temporada. Su evolución del típico viaje del héroe hacia planteamientos muchos más cercanos al terreno realista alejan a la producción del género de superhéroes para construir tramas mucho más profundas. Una serie muy recomendable y que parece tendrá continuación.

Nota: 8,5/10

Lo mejor: la evolución como serie, centralizada en el cambio de su protagonista. La visión de Harlem como un lugar de importancia. Mustafa Shakir reluce dentro de un maravilloso reparto.

Lo peor: agotamiento en su narración debido a la multitud de capítulos que posee. Iron Fist, ¿qué haces aquí?