Crítica – ‘Langosta (The Losbter)’

Título original: The Lobster

Año: 2015

Duración: 118 min.

País: Grecia

Director: Yorgos Lanthimos

Guión: Efthymis Filoppou, Yorgos Lanthimos

Música: Varios

Fotografía: Thimios Bakatakis

Reparto: Colin Farrell, Rachel Weisz, Jessica Barden, Olivia Colman, Ashley Jensen, Ariane Labed, Angeliki Papoulia, John C. Reilly, Léa Seydoux, Michael Smiley, Ben Whishaw, Roger Ashton-Griffiths, Rosanna Hoult, Heidi Ellen Love

Productora: Coproducción Grecia-Irlanda-GB-Países Bajos-Francia; A Film4 / Irish Film Board / Eurimages / Netherlands Film Fund / Greek Film Center / British Film Institute / Element Pictures / Scarlet Films / Faliro House / Haut et Court / Lemming Film / Protagonist

Género: Ciencia ficción, Drama, Romance.

El cine nació siendo un producto industrial. Y como tal, el desarrollo del medio ha ido de la mano del desarrollo técnico con fines económicos. Cuando los hermanos Lumiére proyectaron las primeras imágenes el movimiento el 28 de Diciembre de 1895, lo hicieron simplemente por y para ganar dinero. Cuando los espectadores se cansaron de ver imágenes en movimiento, Warner Brothers estrenó El Cantor de Jazz, la primera película sonora. Y cuando la gente empezó a quedarse en casa para ver la televisión se inventaron los formatos panorámicos. Es por eso que el cine en muchas ocasiones le ha sido denegada la categoría de arte, para convertirse en un simple entretenimiento de masas. Pero gracias a algunos intelectuales, artistas y teóricos del medio se ha desarrollado lo que llamamos cine de autor, cine poético, cine alternativo. Todas estas nuevas denominaciones se refieren a la misma noción de cine como experiencia estética y espiritual.

Tal vez Langosta no sea una película poética, pero si tiene el objetivo de convertirse en una reflexión plástica sobre la naturaleza de las relaciones humanas y el devenir del ser humano. Su premisa oscura y extraña tal vez pueda desalentar al espectador o acostumbrado a un cine metafórico y pausado: «En un futuro no muy lejano la soltería está prohibida. Los solteros son llevados a un hotel, obligados a encontrar una pareja en 45 días o serán convertidos en un animal». Estamos ante un ejemplo de ciencia ficción verista y cercana, una diégesis ficcional inverosímil realista. Si embargo, las ideas que Yorgos Lanthimos (su director) nos quiere transmitir son captadas a través de la metáfora, la puesta en escena, los diálogos y la caracterización formando así un retorcido esperpento de los demonios ocultos tras las relaciones sentimentales. En la película las relaciones entre los humanos son inhumanas, artificiales, toscas, torpes y frívolas. Debemos esta sensación al director que hace un trabajo extraordinario en la dirección de actores. Los personajes no saben que decirse pues han perdido su capacidad de expresarse de verdad y todo lo domina un silencio incómodo y triste que se te clava como un puñal.

Tal vez la fotografía no sea el punto más fuerte de la película, sobretodo en la parte del hotel, donde es aburrida, ordinaria y casi simplona. Sim embargo esto cambia al pasar al bosque y la banda de los solteros que han escapado del hotel y sobreviven cazando y huyendo de los residentes en el hotel por los que son a su misma vez cazados.

Extraordinaria pieza de Yorgos Lanthimos, director de Canino, que se abre camino hasta las bases más sólidas de las relaciones humanas para ponerlas en duda y hacer un ejercicio de reflexión.

Lo Mejor: La dirección de actores y la trama que no cae en el aburrimiento.

Lo peor: La fotografía en la primera parte de la película.