Crítica – ‘Guadalquivir’

Guadalquivir

Año: 2013

País: España

Director: Joaquín Gutiérrez Acha

Guión: Fernando López-Mirones

Música: Pablo Martín Caminero

Fotografía: Joaquín Gutiérrez Acha

Productora: Wanda Vision / Bitis

Género: Documental

Ficha en Sensacine

Comenzamos ‘Guadalquivir’ con su desembocadura, sobrevolando a vista de pájaro la muerte del río. Nos situamos así al final de un camino que termina a lo grande dando vida al Mediterráneo y que comienza a lo pequeño, en un pequeño riachuelo de la montaña de Cazorla. Allí, entre los pinos y el otoño, vive nuestro protagonista, un zorro que nos hará de guía a lo largo de la orilla del río más importante de Andalucía y con el que recorreremos sus parajes desde su nacimiento hasta su anunciado final. Todo ello con la buena compañía de Estrella Morente, quien nos narra esta odisea.

Es quizás este el punto fuerte del documental, que no sobresale por nada más que por esa voz de la cantaora que nos lleva desde la Sierra de Cazorla hasta Sanlúcar de Barrameda como quien atraviesa por una poética alabanza a la vida, la flora y la fauna de la orilla del Guadalquivir. Mediante metáforas, analogías y reminiscencias del pasado y el presente, Morente acompaña a nuestro protagonista y nos presenta a los secundarios, toda una amalgama del reino animal citados en este documental de pasada y por encima. Buitres, linces, ranas, ciervos, esturiones, flamencos… todos ellos invitados de excepción a esta oda al Guadalquivir, que no es otra cosa que un canto a la alegría a lo nuestro y a lo bello de nuestra tierra. Con una fotografía acertada y natural que huye de la grandilocuencia, ‘Guadalquivir’ nos enseña vida y verde.

aguila

Es entonces donde se puede echar en falta algo de mensaje reflexivo sobre el papel del hombre en la naturaleza. Somos invitados al documental de forma esporádica, como leves menciones que se reducen a vistas de pájaro de Sevilla o Córdoba y a una cacería con perros que no profundiza en el efecto que tiene sobre nuestras tierras nuestras propias pisadas. Separada civilización y reino animal, nuestro zorro camina a sus anchas desde la fría Cazorla hasta las marismas de Doñana sin más impedimento que el hambre. Un retrato, en definitiva, de una bella Andalucía que no deja de ser real, pero minoritaria ante el avance inexorable del pico y la pala.

 

Lo mejor:  La narración poética con la voz de Estrella Morente que diferencia al documental.

Lo peor:  Nos muestra a una Andalucía demasiado idealizada, pasando de puntillas y casi sin querer por la irrupción del hombre en el entorno.

Puntuación: 6/10