bosque maldito
Fotograma de la película 'Bosque maldito' de Lee Cronin

Crítica – ‘Bosque maldito’

Título original: The Hole in the Ground

Año: 2019

Duración: 97 min

País: Irlanda

Dirección: Lee Cronin

Guion: Lee Cronin, Stephen Shields

Música: Stephen McKeon

Fotografía: Tom Comerford

Reparto: Seána Kerslake, James Cosmo, Kati Outinen, Simone Kirby, Steve Wall, James Quinn Markey, Eoin Macken, 

Productora: SP Films / Bankside Films / Head Gear Films / Metrol Technology / Wrong Men North

Género: Terror

Ficha en Filmaffinity

Bosque maldito, la ópera prima de Lee Cronin, es una de esas películas de terror condenadas a caer en el olvido colectivo por culpa de su crisis de identidad. Bajo una propuesta a priori interesante se esconde la indecisión de un director que no consigue enfocar su obra en la dirección correcta. Querer parecerse a sus antecesores se convierte en su peor pecado, ya que sus momentos más destacables surgen cuando Cronin se deja llevar por su propio imaginario visual. 

Puede que la premisa de la cinta sea lo más destacable en este irregular conjunto. Siguiendo los pasos de la impecable Babadook de Jennifer Kent, Bosque maldito utiliza la maternidad como el material con el que se moldea esta pesadilla fílmica. Entender el miedo a la emancipación y madurez de un hijo en clave de terror es una idea más que sugerente, dando pie a (algo superficiales) reflexiones sobre la pérdida de identidad, nuestro vínculo con el pasado y los límites entre la realidad y la paranoia. 

Incluso es destacable la capacidad que tiene Cronin por generar ciertos dualismos en su narrativa, mezclando en su receta elementos del intimismo de Poe con el terror cósmico de Lovecraft. La unión de estas dos dimensiones de tan diferentes dimensiones generan un poco más de profundidad a nivel argumental, obligando al espectador a autoconvencerse de que lo que está viendo no es tan evidente como parece. Aunque, por desgracia, lo acabará siendo.

bosque maldito
Fotograma de la película ‘Bosque maldito’ de Lee Cronin

El principal problema del Bosque maldito reside en la constante sensación de déjà vu que genera en el espectador. A nivel visual la película no consigue resultar impactante, hasta el punto de que un servidor ya no recuerda cómo lucían los monstruos que Cronin presenta. La construcción de las escenas de puro terror screamer provocan más indiferencia que impotencia, más aburrimiento que angustia. Quizás son los momentos donde el terror abraza más lo onírico y psicológico donde el espectador se puede sentir más asfixiado. Por desgracia el director parece no querer abusar de ellos, quizás por miedo a mostrar una mirada más autoral.

Incluso la historia parece tener miedo a ir un poco más allá, atándose así a una búsqueda de lo racional que no le sienta nada bien. Cronin se empeña en justificar, en añadir tangibilidad a un relato que debería residir en el inconsciente y buscar lo freudiano. Resulta incluso frustrante darte cuenta de que muchas de las piezas narrativas colocadas durante la película son innecesarias al final de la historia. Y si a todo esto le sumamos unas actuaciones más que mejorables, es complicado no entender Bosque maldito como una de esas pesadillas que no recuerdas al despertar.

Lo mejor: Esas oníricas escenas en las que el director se olvida de quienes vinieron antes que él

Lo peor: Darte cuenta de que la película es como una de esas pesadillas que ya no recuerdas al despertar

Nota: 5/10