Apocalipsis
Fotograma 'La noche de los muertos vivientes'

Cinco películas para ver en caso de apocalipsis zombi

¿Alguna vez te has planteado cuál sería tu papel en el caso de un apocalipsis zombi? ¿Liderarías, bate en mano, a un grupo de supervivientes o serías más bien el lobo solitario que vaga por un mundo desolado con una Harley-Davidson y una chupa de cuero? Lo cierto es que ahora sería más probable que acabases devorado por una manada de zombis mientras sacas a pasear a tu perro.

Ni siquiera George A. Romero (La noche de los muertos vivientes, 1968; El despertar de los zombis, 1978; El día de los muertos, 1985) se hubiese imaginado que el apocalipsis pasaría por acabar con las existencias de papel higiénico y grupos de influencers haciendo directos en Instagram con los mejores looks para lucir durante una cuarentena. Aunque, mira tú por dónde, lo de aprovechar un estado de alarma para ir de vacaciones bien podría llevar el sello de Ruben Fleischer, director de Bienvenidos a Zombieland (2009).

El cine de zombis es un subgénero que ha sumado fans y detractores a partes iguales y que ahora, en pleno confinamiento, está volviendo a cobrar fuerza entre el público. ¿Será por morbo o por la necesidad de tener un poco de emoción en nuestras vidas? Sea por la razón que sea, ahí van unas cuantas películas que te servirán para no caer en la histeria y te harán vivir el apocalipsis como prometieron que sería; eso sí, desde tu casa.

  • El regreso de los muertos vivientes (Dan O’Bannon, 1985)

Si el guionista de Alien (1979) y Desafío total (1990) decidió hacer una versión cómica y ochentera de La noche de los muertos vivientes (1968), hay que darle una oportunidad. Esta parodia de culto, que popularizó el hambre de “¡cerebroooss!”, marcó el inicio de todo un género de comedias zombis que decidieron abrazar otros grandes como Peter Jackson con Braindead: Tu madre se ha comido a mi perro (1992), y que nos ha traído títulos tronchantes como Zombies Party (Edgar Wright, 2004), el musical Ana y el Apocalipsis (John McPhail, 2017) y la más reciente Los muertos no mueren (Jim Jarmusch, 2019), entre muchas otras.

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Fotograma de ‘El regreso de los muertos vivientes’
  • 28 semanas después (Juan Carlos Fresnadillo, 2007)

Esta secuela de la conocida 28 días después (2002), de Danny Boyle, nos sitúa a seis semanas vista de la propagación y aparente erradicación de un virus que ha arrasado Reino Unido y la consiguiente puesta en marcha de un plan de repoblación. La película de Fresnadillo es la prueba fehaciente de que si las autoridades dicen que hay que hacer confinamiento no debes escaparte a la zona contaminada y, menos aún, mantener contacto físico con una persona que podría estar infectada. Pese a algunas lagunas en el argumento y un inicio desafortunado, el film cuenta con todos los elementos para ser una buena película de zombis: sangre, tensión constante, buenos efectos especiales y un maravilloso Robert Carlyle.

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Fotograma de ’28 semanas después’
  • Train to Busan (Yeon Sang-ho, 2016)

Un padre y su hija se encuentran atrapados en un tren camino de Busan (Corea del Sur) con una horda de zombis hambrientos de carne humana: así fue como el director surcoreano Yeon Sang-ho halló la fórmula perfecta que ha hecho de Train to Busan uno de los imprescindibles del cine de zombis. ¿La clave de su éxito? Contar una historia sencilla, centrándose en la acción, la caracterización de los zombis y un montaje con secuencias memorables -¿tendría el mismo efecto un remake español con la Renfe en hora punta?-. Quizá el salirse del patrón hizo que la precuela animada (Seoul Station, 2016) no acabase de cuajar: demasiadas florituras e incógnitas sin resolver.

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Fotograma ‘Train to Busan’
  • Orgullo + prejuicio + zombis (Burr Steers, 2016)

Basada en la novela de Seth Grahame-Smith, la película de Burr Steers, producida nada más y nada menos que por Natalie Portman, es una versión cómica y entretenida del clásico de Jane Austen. A los fans más puristas del universo de Austen puede parecerles una aberración, pero, en realidad, el film mantiene fielmente la estética de la época y la trama de la autora -quitando los zombis- hasta el final, que es cuando se desmadra la cosa. Es cierto que no es una gran película, pero el poder ver a las hermanas Bennet versadas en artes marciales para matar zombis y a Lizzy (Lily James) patearle el culo a Mr. Darcy (Sam Riley), puede resultarle satisfactorio a más de uno. Por no hablar de la genial versión rejuvenecida de la asesina Lady Catherine de Bourgh, encarnada por Lena Headey.

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Fotograma ‘Orgullo+prejuicio+zombis’
  • Los curados (David Freyne, 2017)

¿Y si resulta que encontramos el antídoto para humanizar a los zombis, pero los curados recuerdan todo lo que hicieron mientras eran muertos vivientes? ¿Es posible reinsertar a estas personas en la sociedad? Aunque la película de Freyne no tuvo buena acogida entre la crítica, merece un puesto en la lista por su retorcida singularidad dentro del género. El cineasta plantea cuestiones relacionadas con la naturaleza humana y convierte al zombi en una persona marcada por el estigma social que, además, tiene que lidiar con unos recuerdos sangrientos que le resultan ajenos. Una suerte de post-apocalipsis apocalíptico, protagonizado por Sam Keeley, Ellen Page y Tom Vaughan-Lawlor, que te hará reflexionar sobre por qué el camino de la discriminación nunca es la salida al problema.

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Fotograma de ‘Los curados’