4 razones para ver la segunda temporada de Paquita Salas

Si Paquita Salas no había ganado suficientes adeptos desde su estreno en junio de 2016, los ha conseguido con los teasers de la segunda temporada. Para ir abriendo boca, Netflix España nos ha ido manteniendo informados de los «quehaceres» de nuestra representante de actores favorita. En los últimos meses, Paquita representó a Alfred y Amaia en la final de Eurovisión, cruzó el charco para pescar a nuevos talentos en Estados Unidos (incluso ofreció sus servicios a los niños de ‘Stranger Things’) y empezó un curso online para los que quieren entrar en el mundillo. Si todo esto no te hizo dar al play de la segunda temporada, aquí tienes 4 razones para hacerlo:

Ellas

Es extraño y a la vez sorprendente hasta qué punto han transmitido Javier Calvo y Javier Ambrossi con extraordinaria exactitud las sensaciones y los sentimientos de mujeres desde su propio punto de vista, así como lo ha sabido plasmar Brays Efe (Paquita), teniendo en cuenta que ninguno de ellos lo es. La primera temporada ya desprendía una feminidad innegable, pero esta nueva entrega es una oda a las mujeres – en el marco del show business, pero sobretodo en lo que respecta a las relaciones, a la amistad, a los sacrificios y a la madurez personal. Paquita es afortunada de tener un squad inmejorable a su lado: Magüi (Belén Cuesta), Belén (Anna Castillo) y Lidia San José (ella misma). Ellas lo son de tener a Paquita. Y nosotros/as de sentirnos uno/a más.

El guión

Paquita se encuentra en su momento más bajo. Su gran estrella, Macarena García, se ha ido para siempre, y su nueva creación, Mariona Terés, la ha dejado tirada en cuanto el foco de la fama se ha posado en ella. Como Mariona no le paga los royalties que le debe, PS Management está en números rojos. Pero Paquita se ha subido al carro de la modernidad y trabaja muy duro para sacar su lado más zen junto a Magüi y con la ayuda de una coach personal. PS Management es ahora un espacio coworking y comparte metros cuadrados con una peluquería regentada por Noemí Argüelles (Yolanda Ramos). Así se nos presenta la segunda edición de la serie. Y los Javis nos lo cuentan con su frescura y sinceridad características, haciendo una reflexión más sobria que nunca del mundillo de la interpretación en España, una crítica social a las modernidades excéntricas que hemos incorporado a nuestras vidas y sumando emotividad a la trama. Todo esto, rodado en el formato The Office a la española que ya vimos en la primera temporada, situado un limbo entre realidad y ficción y aliñado al más puro estilo 80s.

Los cameos

Otra habilidad de los Javis es la de incorporar las caras menos esperadas en la serie y que el collage se convierta en obra de arte. En esta temporada se suman al elenco principal actores que se habían quedado en algun lugar de tu biblioteca mental de caras españolas, y también talentos nuevos que no sabías que podían ser. Nada más y nada menos que Ana Obregón es una de las viejas amigas de Paquita, Roi Méndez (OT 2018) uno de los protagonistas de la serie del momento (dentro de la ficción) y otras apariciones estelares como la de Verónica Echegui y Antonio Resines. Y la mejor para el final – es un spoiler demasiado grande como para contarlo antes de que lo veáis.

5 capítulos

Es una bendición maldita la de tener los 5 capítulos completos en Netflix. Y si los capítulos duran menos de media hora, puede ser apoteosico. Suficientemente convincente como para cancelar unas birras con amigos para darle al play y tirar el mando metaforico; suficientemente vergonzoso como para no darle al «Saltar intro» para poder ir al baño. Sea como sea, pilla unos torreznos y una botella de Larios, enchufa el ventilador a máxima potencia y deja que Netflix te pregunte «¿Todavía sigues ahí?».