Un cambio precipitado, la malicia de Piper Chapman

Piper

Aún falta para que ‘Orange is The New Black’ vuelva a nuestras pantallas. Pero ya queda algo menos de ese año largo que se nos presentaba en verano, tras el maratón de 13 episodios de la tercera temporada que muchos de nosotros vimos en pocos días. El 17 de junio Litchfield vuelve a abrir sus puertas y hace cosa de un mes, nos avanzó sus novedades en un pequeño teaser de menos de un minuto.  ‘Orange is The New Black’ volverá a arrancar viniendo de una tercera temporada diferente, caracterizada por dos fenómenos: el primero, que la serie descentraliza el protagonismo de Piper Chapman (Taylor Schilling) después de dos temporadas; y segundo, que ella misma cambia radicalmente de carácter (o demuestra cómo es realmente).

Aquella rubia que lloraba constantemente al entrar en Litchfield ya ha desaparecido. Si con los severos golpes que le propició a Pennsatucky al final de la primera temporada alguien había pensado que la agresividad de la protagonista había alcanzado su potencial, estaba equivocado.La trama del tráfico de bragas sucias fue la que detonó la verdadera personalidad de Piper – o que la ha cambiado para dejar de ser la debilucha de la serie –.

Lo que parecía una trama divertida para suavizar el drama que las historias personales aportan a la serie y así conseguir el equilibrio entre comedia y drama que tanto éxito le ha dado a la serie, resultó ser una trama de más importancia y más oscura de lo que aparentaba, ya que ha propiciado ni más ni menos la ruptura del Vauseman, y dejar claro el nuevo estatus de Piper en la cárcel. Ya no es “la nueva”, ni “la novia de Vause” ni tampoco “la favorita de Healy”. A partir de ahora, las que quieran acercarse a Chapman deberán tener en cuenta que la rubia tiene las agallas suficientes para arremeter contra ellos en caso de que le causen problemas a ella o a su dinero, que parece ser su máxima prioridad ahora.

Piper

Y en esta premisa ha convertido el personaje al largo de la temporada. Stella Carlin (Ruby Rose) no sabía ni ella misma la razón que tenía cuándo le tatuó “Trust No Bitch” a modo de recuerdo romántico. En su lugar, Piper decidió tomárselo como el último paso antes de transformarse en la nueva mandamás de la cárcel. Mientras Stella estaba siendo detenida para ser llevada a máxima seguridad por culpa de una emboscada de la misma Piper, ésta no dudó en mostrarle el tatuaje. Trust no Bitch: sin duda, lo de quemar una bolsita de excrementos en un felpudo es demasiado poca cosa para la nueva Chapman.

Bajo mi punto de vista, hablamos de un cambio demasiado rápido, repentino y forzado. Incluso durante la temporada ha habido baches en su personalidad, ya que comenzó con un carácter muy afable y dulce por su romance con Alex (Laura Prepon) y en cuestión de un capítulo, cuándo tuvo la idea del negocio, empezó olvidándose de Alex hasta llegar al punto fatídico de encerrar a Stella. Es interesante que los personajes, y más siendo la protagonista, evolucionen, aunque sea volviéndose ‘malos’, como es el caso. Pero en el caso de las series, ser sutil es encantador. Y desgraciadamente, la sutileza a brillado por su ausencia.

Les faltó preparar un motivo más “de peso” para que el cambio de la protagonista resultara más creíble y fácil de asimilar: cuesta entender qué le ha pasado y por qué. De este modo, se hace difícil comprar una trama que de ahora en adelante repercutirá en la dinámica de la serie: si cambia la protagonista, ¿la serie no debería de notarlo?

La incógnita de cara la cuarta temporada, si apostarán por la nueva Piper y la o las tramas principales volverán a girar a su entorno o se repetirá la estructura de la pasada, dando más importancia a otros personajes mediante tramas cómo la comida judía o el grupo de Nora, que ha decir verdad, no echaré en falta. Nunca he sido una gran defensora de Piper, pero para el conjunto de la serie le venía más que cargara con ella las tramas importantes. Las tramas tanto de la primera temporada como de la segunda eran más potentes, relevantes y más trabajadas que las de una tercera temporada que si bien no fue mala, ha contado con menos instantes de brillantez.

Aquí una pequeña ‘degustación’ de lo que viene en la nueva temporada de ‘Orange is the New Black’: