True detective cumple con todas las características de una serie estadounidense de hoy en día: Actores de prestigio, estética cuidada, guiones especialmente trabajados… Los grandes presupuestos que se invierten en ellas -los cuales nada tienen que envidiar a los de una producción cinematográfica convencional- están haciendo que su nivel sea sublime.
Gracias a esto, se consiguen escenas como la que hoy venimos a explicar. Este plano-secuencia que pone fin al capítulo 4 de la primera temporada de True Detective tiene una duración de nada menos que 6 minutos. En ella, una única cámara unida a su operador mediante un soporte de steadycam sigue los movimientos de Rust Cohle.
Para quién aun no haya visto la serie, la historia relata la investigación policial de dos detectives de Lousiana, Rust Cohle (Matthew McConaughey) y Martin Hart (Woody Harrelson), que tratan de averiguar la identidad de un asesino en serie.
La secuencia que nos acontece narra una de las acciones más peligrosas por las que tiene que pasar Cohle. Como la serie se relata en dos líneas temporales diferentes (1995 y 2012), fue necesario encontrar el modo de hacer que el espectador sintiera temor por el personaje aun sabiendo que no iba morir durante tal acción.
Por ello, Cary Joji Fukunaga, director de True detective, decidió utilizar el recurso del plano-secuencia para lograr su objetivo. Este tipo de tomas son bastante complejas por lo que la grabación requería una cuidadosa planificación. Por ello, director, operadores de cámara, protagonistas, figurantes, etc. debieron reunirse para cuidar al detalle la escena completa.
Además, se le añadía la dificultad del extenso recorrido que el protagonista debía recorrer, la presencia del helicóptero que sobrevolaba el vecindario, las peleas, los tiros, etc. Por todo esto, la compenetración entre todo el personal del equipo fue clave para lograr el éxito. Por ejemplo, algunos maquilladores incluso debieron esconderse en las casas para poder retocar a los personajes heridos.
Estudiando la escena desde un punto de vista económico, es fácil predecir el enorme gasto de producción que se destinó para llevar a cabo la secuencia. En el plan de rodaje, se estipuló que únicamente podrían rodarse siete tomas. Coordinar los efectos especiales, los movimientos de los personajes, el helicóptero, el cámara, etc. no fue una tarea sencilla por lo que las tres primeras tuvieron que ser descartadas.
Finalmente, con la cuarta se obtuvo el resultado deseado. «La euforia de cientos de personas que estaban alrededor fue bastante increíble. Pero agotador, al menos para todos menos para Woody. Él solo tenía que quedarse en el coche durante la mayor parte de la noche, esperando para frenar y chillar”, declaró el director en una entrevista para The Guardian.