Películas navideñas para los (no) amantes de la Navidad

Permíteme que te lea la mente por un momento. No te gusta la Navidad, o no como la enfocan hoy día: esa forma idílica, utópica e infantil. Estás harto de las reposiciones de Solo en Casa, El Grinch o El Último Gran Héroe a todas horas. Si no es tu caso, te invito a leer nuestro artículo sobre las mejores películas navideñas para ver en familia. Pero si por el contrario he acertado… ¿Qué pensarías si te presento una lista con las 5 mejores películas que transcurren o están relacionadas con la Navidad, pero que poco tienen que ver con ella? Así estarás a tono con estas fechas, pero quitando todo lo que odias de ellas. ¿Empezamos? Ho, ho, ho.

  •  Mi gran noche (2015)
Pepón Nieto en Mi gran noche

Vale, puede que haya hecho trampa. La película de Álex de la Iglesia no sucede en época navideña, pero su trama se basa en el rodaje de un especial de Fin de Año en un estudio cerrado, con figurantes y equipo técnico. Una revolución sindical fuera les impide salir y el esperpento más puro de Valle-Inclán se apodera del ambiente, creando un caos y una situación tan absurda en la sala de grabación que provoca que la comedia y el suspense rebose por todos lados.

Tres historias se irán uniendo a través de sus personajes, con el caos del rodaje de programa como telón de fondo: un psychofan (Jaime Ordóñez) que intentará asesinar al megalomaníaco Alphonso (Raphael), el chantaje a un cantante latino de moda (Mario Casas) y la imposible historia de amor entre un figurante en paro (Pepón Nieto) y una atractiva pero gafada joven (Blanca Suárez). Además, el film cuenta con una particularidad extra: la vuelta de Raphael al cine después de 40 años de retiro cinematográfico.

 

  • Jack Frost (1997)
Fotograma de Jack Frost

No confundir con la agradable película familiar de Michael Keaton. Este Jack Frost es un convicto que tras sufrir un accidente en el convoy de su traslado a la sala de ejecución, se ve expuesto a una composición químico-genética que se mezcla con la nieve. Tras esto, tomará venganza en forma de snowman contra el policía que le capturó. Si eres aficionado/a al género del terror o eres un poco avispado/a te habrás dado cuenta de que es una burda adaptación navideña de la historia de Child’s Play (Chucky, El Muñeco Diabólico).

Te seré sincero. El film es malo con avaricia, pero es bastante entretenido, sobre todo para las personas que odian con profundidad la Navidad o son sendos amantes de las producciones clase B. Es ese tipo de películas que te aterrorizaban de pequeño y ahora de mayor te mueres de risa con los malos efectos y los clichés. Un largometraje de culto que hoy día es venerado como un gran clásico.

 

  • Trading places (1983)
Dan Aykroyd en Entre pillos anda el juego

Tras una discusión sobre si la pobreza y riqueza se debe a la genética o a la sociedad, dos peces gordos de mercado financiero deciden ceder todos los lujos a un hombre pobre (Eddie Murphy) y arruinar a otro suyo socio rico (Dan Aykroyd) para testar su comportamiento y dar solución a su banal debate.

Aquí se tradujo como Entre pillos anda el juego y se trata de una película que no solemos ver con gran asiduidad en esta época, pese a que transcurre en la misma. Si bien el punto de partida resulte bastante interesante, probablemente el gran acierto del largometraje es el reflejo de cómo los dos personajes intercambiados van asumiendo su condición y transformando su personalidad. Jamie Lee Curtis interpreta a una prostituta que se apiada de Aykroyd, tratándose de (junto con Halloween y Mentiras Arriesgadas) probablemente la mejor interpretación de su carrera.

 

  • El día de La Bestia (1995)

 

El curioso trío protagonista de El día de La Bestia

Un sacerdote de la Universidad de Deusto (Álex Angulo) cree haber descifrado el código del Apocalipsis que revela el día del nacimiento del Anticristo: será la noche del 24 de diciembre de 1994 en Madrid. En su llegada a la capital, conoce a un heavy (Santiago Segura) que escuchará las divagaciones del cura y se comprometerá con su causa para evitar a toda costa la llegada de Belcebú. Durante la aventura, un presentador de un programa de esoterismo (Armando de Razza) se unirá al grupo, escéptico, hasta que una serie de catástrofes y eventos paranormales comienzan a adueñarse de la ciudad…

Álex de la Iglesia repite en nuestro top y no es una exageración admitir que esta película cambió nuestra manera de ver y concebir el cine español entonces. Un producto cinematográfico como El Día de la Bestia era totalmente innovador en el mercado nacional y es una película de culto tanto en nuestro país como en el exterior. El trasfondo navideño es totalmente absorbido por el tono satánico y oscuro de la cinta (toda la historia se desarrolla en la noche de Navidad, en el Madrid más oscuro y sucio posible). De imprenscinbible visionado, ya sea el caso de un hater de la Navidad, como un amante de la misma, como una manera de entender el cine hoy día.

 

  • Die Hard (1988)
Fotograma de La jungla de cristal

John McClane (Bruce Willis), un policía de Nueva York aterriza en la ciudad de Los Ángeles para asistir a la fiesta de Nochebuena en la empresa de su esposa (Bonnie Bedelia), en un intento por arreglar su inestable relación. Lo que los asistentes desconocen es que un grupo radical de terroristas liderado por Hans Gruber (Alan Rickman) deciden secuestrar el edificio sin ningún objetivo claro, al menos en apariencia. McClane consigue no ser descubierto y huir, convirtiéndose en el quebradero de cabeza de los villanos y en el héroe de la aventura.

Jungla de Cristal (otra curiosa traducción que nos deja su llegada a España) es la película de acción ochentera por antonomasia. La historia, adaptada de la novela Nothing Lasts Forever, estaba supuesta para ser la secuela de Comando, pero no fructuró. Alzó a Bruce Willis como gran héroe americano hasta la línea de grandes iconos como Arnold Schwarzenegger (él protagonizó Comando), Sylvester Stallone o Jean-Claude Van Damme. El largometraje funciona como un reloj de precisión y guarda algunas de las escenas más memorables de la historia del celuloide (el salto desde lo alto del edificio con una manguera de incendios, McClane arrancando las esquirlas de cristal de sus pies desnudos o el enfrentamiento final). Todos los lugares del set, basados en el Fox Plaza, están decorados con temática navideña e incluso algunas piezas de la banda sonora están protagonizadas por instrumentos como campanas o cascabeles, clásicos de estas fiestas. Sin ir más lejos, la cinta cierra con la voz de Frank Sinatra cantando Let It Snow. ¿La gran fase de la película? La final: “Si es así como celebra la navidad, yo no me pierdo el año nuevo”.

 

¿Y a ti? ¿Te ha gustado este particular top? No olvides comentar tu opinión y sugerir las películas navideñas perfectas para las personas a las que no gusta la Navidad. Yippie ki yay!… Que diga, felices fiestas, cinéfilos.