El riesgo de asesinar un personaje

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[Contiene SPOILERS del último episodio de How To Get Away With Murder]

 Tras nueve capítulos sin destapar la sábana que cubría su cuerpo y recurriendo a varios trucos que tienen los guionistas para engañarnos sobre lo qué realmente están haciendo, hemos descubierto quién era el personaje que había muerto en How To Get Away With MurderLa winter finale podrá haber gustado más o menos, y la muerte de dicho personaje bien seguro que no contentará a buena parte de sus seguidores. Ahora bien, no se le puede negar al creador, Pete Nowalk y al equipo de guionistas que nos han sorprendido. El momento que se destapó la sábana por primera vez fue impactante. Pero, ¿y si tan sólo era eso lo que quería conseguir con la muerte de Wes Gibbins (Alfred Enoch)?

Él mismo comentó en una de las varias entrevistas que publicaron los medios estadounidenses tras conocer quién era el fallecido que buscaba impactar a la audiencia y que esto prácticamente sólo lo podía hacer el personaje de Wes, que era el centro de muchas de las tramas y quién mantenía una relación más destacada con gran parte de los personajes, en especial, los jóvenes. Aunque vamos a seguir viendo a Wes Gibbins mediante flashbacks lo que queda de temporada (es un dulce modo de despedirse de él) el creador de la serie afirma que aún no sabe cómo seguir la serie en caso que a partir de septiembre de 2017 hubiera una cuarta temporada.

El personaje de Wes en el primer episodio de la serie.
El personaje de Wes en el primer episodio de la serie.

Y razón no le falta. Sí que es cierto que si no nos lo miramos con una perspectiva simple y elegimos tan sólo a un protagonista, ésta serie Annalise Keating (Viola Davis). Pero tampoco podemos olvidarnos de Wes y de su sitio en la historia. Con él empezaron muchas de las líneas argumentales, prácticamente todas: el asesinato de Sam (Tom Verica) y sus consecuencias, el pasado de Annalise y la pérdida de su hijo, el asesinato de Wallace Malone (Adam Akrin)… Vaya, lo que vienen siendo (al menos) uno de los pilares argumentales de cada temporada que la serie lleva admitida. ¿Acaso es fácil imaginarse la serie sin él?

Claro que no, aunque parte de los seguidores empezaban a cuestionarse su papel en esta tercera temporada, considerándolo innecesario. ¿Pero hasta tal punto? Cierto es que en algún capítulo se notó que estaba más ausente, pero era un personaje con muchas tramas abiertas y con potencial para seguir creciendo. Mucho más potencial que el personaje de Frank Delfino (Charlie Weber) o Nate Lahey (Billy Borwn), que ninguno de los dos pude mirar mucho más arriba de dónde ya está su personaje. Más bien tendrían que agachar la cabeza. Eso en relación a la potencia de desarrollo que tiene el personaje, si hablamos de frentes abiertos, incluso tiene más que los propios Connor (Jack Falahee) o Asher (Matt McGorry).

Y es que realmente cuesta imaginarse la serie sin Wes Gibbins, dejando el caso del asesinato de su padre a la deriva, una Laurel (Karla Souza) embarazada (que esto daría para un artículo a parte, pero habrá que estar atentos a qué hacen con este bebé) y un grupo de compañeros o amigos que no acababan de confiar en él. Pero es que a la vez, Wes siempre ha sido el centro de atención y protección de Annalise, y buena parte de las acciones tomadas en esa casa (de la cual también nos tendremos que despedir) empezaban, para bien o para mal, en él. Aunque al final todos acabaran implicados en un caso concreto (a nivel de temporada, no de episodio) es cierto que en más de una ocasión, Wes o bien ponía la primra piedra o fantasmas de su pasado acudían a ponerla. ¿Se verán obligados a sustituir este rol?

La relación de Laurel y Wes es otra trama que se queda a la deriva, así como el embarazo de ella.
La relación de Laurel y Wes es otra trama que se queda a la deriva, así como el embarazo de ella.

Lo más preocupante, dentro de todo, es que el creador no sepa qué hará. No supo hasta que estaba escribiendo el séptimo capítulo de la temporada quién moriría, aún no sabe con certeza cómo murió Wes y ni mucho menos sabe como continuará una hipotética cuarta temporada. Y eso podría jugarle una mala pasada, ya que matar a un personaje principal es un riesgo, al menos, la mayoría de veces. A la audiencia tienes que explicarle de modo convincente por qué lo has matado, más allá de que quisieras impactarlos. Si la gente tuviera que valorar, le vale más una muerte menos impactante a cambio de que la ficción no tenga riesgo de cambiar para mal.  Y tienes que darle a entender que la serie puede seguir sin él. Y poder, puede, pero en el contexto que lo han escogido parece un poco más difícil.

Cierto es que esta temporada aún puede acabar a un buen nivel (aunque personalmente, para mí, la muerte de Wes es un error) dado que el personaje seguirá saliendo en varios flashbacks. El problema es cómo convences a tú audiencia de lo qué has hecho y de lo qué vas a hacer en una hipotética cuarta temporada cuándo una de tus principales razones era crear impacto en una winter finale. Los guionistas tienen un auténtico reto: no perder el crédito que aún conservan tras eliminar un personaje querido, con potencial y que era el objetivo perfecto para construir tramas. Y que la audiencia entienda el por qué. Porqué en este caso, convendría entenderlo.