Especial Orgullo LGTB+ (I): La representación lésbica en la ficción

En esta primera entrega de nuestro espacial Orgullo LGTB+ analizaremos la representación lésbica en la ficción audiovisual
RUNAWAYS LGTB+
Fotograma de Runaways

Tal y como indica el titular de esta entrada, este mes es el del mes del Orgullo LGTB+, un mes para celebrar todos los avances realizados por este colectivo y para reivindicar los derechos de los que aún no gozamos. Por eso, desde 35 Milímetros tenemos planeadas cuatro entradas, cada una de ellas dedicada a una letra de las siglas de dicho colectivo. Ésta es la primera de un total de cuatro en la que analizaremos cómo es la representación en televisión y cine, qué avances se han realizado, cuáles quedan aún por hacer y varios ejemplos de personajes en los que diversidad sexual o de género es mostrada de forma correcta.

En esta primera entrada nos centraremos en la representación lésbica en ficción, ya que ésta es la primera letra de las siglas LGTB+. En primer lugar, decir que un servidor quizás no es la persona idónea para hacer esta entrada, puesto que, como hombre gay, sé cómo quiero que sea la representación de mi «parte» del colectivo, pero en ningún caso puedo hablar por las chicas lesbianas del mundo, por lo que cualquier comentario o crítica será bien recibida. Aun así he hablado de este tema con chicas lesbianas y soy consciente de cómo debería de ser la representación de dicho colectivo en ficción.

En primer lugar, hay que hacer una distinción que en muchos casos puede llevar a error (sobre todo entre hombres heterosexuales): una chica lesbiana no está interesada en ti (como hombre), por lo que no tendrá intención de tener ningún tipo de contacto romántico o sexual contigo. Sí, puede parecer una obviedad, pero ésta es una de las grandes problemáticas a la que se enfrenta la representación lésbica dentro del mundo de la televisión y del cine: las chicas que tienen contacto sexual o romántico con otras mujeres suelen ser presentadas como personajes bisexuales (Clarke de Los 100 o Kalinda en The Good Wife). La intención de este hecho es bastante clara: atraer al público masculino o que el hombre heterosexual promedio «sienta» que el personaje femenino en cuestión no le cierra las puertas al género al que él mismo pertenece. ¿Cuál es la consecuencia más directa de este hecho? La invisibilización. Las mujeres lesbianas están tremendamente invisibilizadas en ficción, lo que genera una carencia de referentes bastante preocupante.

En segundo lugar, y como consecuencia del punto anterior, hay que ser conscientes del puesto que ocupamos las personas del colectivo en la ficción (y en la sociedad), ya que siempre nos encontramos en un «discreto» segundo plano por detrás de las personajes heterosexuales y cisgénero, por lo que dentro de la ficción los creadores no concienciados con el colectivo sienten que debemos de cumplir una función, como por ejemplo, ser el «amigo gay del grupo de chicas», ser «la chica que en un principio es lesbiana pero al final acaba sucumbiendo a los encantos del hombre hetero típico», etc.

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La actriz Alycia Debnam-Carey, Lexa en Los 100 

Aunque en la ficción audiovisual promedio no suele verse debido al contenido a tratar, las lesbianas (y las mujeres) están tremendamente sexualizadas (sobre todo dentro del porno) y esto es debido a que la mayor parte del tiempo las mujeres en ficción son vistas desde un punto de vista patriarcal y misógino en la que son apreciadas solo como ‘producto’ de consumo. Esto conlleva a que, si son representadas en ficción, su única función dentro de la historia sea su trama amorosa con otra chica y el personaje no tenga un desarrollo más allá.

Por último, otra práctica que podemos observar dentro del terreno de las series y del cine es el término conocido en el mundo anglosajón como «queerbating», es decir, mostrar a dos personajes del mismo sexo (normalmente chicas) y forzar conductas que puedan ser interpretadas como interés romántico o sexual entre ellas para, posteriormente, no desarrollar esa relación de ninguna forma, por lo que la intención de fondo es «atraer» a personas del colectivo y, al final, usarnos como un medio para atraer más público a su producto. Esto se puedo ver en los primeros capítulos de Riverdale con la relación de Betty y Verónica (llegando incluso a besarse) o la muerte de Lexa en Los 100 para posteriormente potenciar la relación heterosexual de la que fue su pareja (Clarke con Bellamy).

Incluso con estas críticas, existen ejemplos dentro de la ficción en los que las lesbianas son representadas de forma óptima, por lo que hemos escogido cinco ejemplos que pensamos que pueden ser representativos.

  • Nomi y Amanita (Sense 8)
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Fotograma de Sense8

¿Qué mejor que empezar esta lista con una de las mejores parejas lésbicas en televisión actualmente? Sí, Nomi (Jamie Clayton) y Amanita (Freema Agyeman) son la representación perfecta de dos personas que se aman por encima de todas las cosas pero que van mucho más allá de su relación de pareja. Ambas son independientes, atrevidas, tienen sus propios arcos de personaje y sus problemas individuales aparte de la propia relación… En fin, representación como debe de hacerse y, además, el personaje de Nomi es una chica trans y no todo gira en torno a ello, por lo que hace que la cosa mejore por momentos.

  • Elena (One day at a time)
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Fotograma de One day at a time

Una de las más jóvenes de la lista, la hija mayor de la familia de One day at a time, es la perfecta representación de una chica lesbiana en la adolescencia. Encuentra a un chico que sería perfecto para ella, pero siente que no le llena como debería y esto se debe a que su verdadero interés es en las chicas. La serie representa de una forma bastante buena las implicaciones familiares y hacia uno mismo que tiene el darte cuenta de que tu sexualidad no es la normativa. Sin duda, un personaje real y que rompe una lanza a favor de la representación en la adolescencia, algo que escasea en la mayoría de las series actuales. Además, Elena (Isabella Gomez) en la segunda temporada comienza a salir con Syd unx chicx de género fluido, lo que es un gran avance entre las personas de género no binario.

  • Willow y Tara (Buffy, cazavampiros)
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Fotograma de Buffy Cazavampiros

Willow (Alyson Hannigan) y Tara (Amber Benson), Tara y Willow, juntas fueron la primera pareja abiertamente lésbica dentro de una serie de televisión estadounidense. Esta pareja vivió las presiones de una sociedad retrógrada que incluso llevó a la cadena a amenazar a Josh Whedon con cancelar la serie si estos dos personajes se mostraban «más cariñosas de lo normal» en pantalla. Al final, este cariño se demostró y, ¿qué pasó?, absolutamente nada. Las vidas de los espectadores y de los directores de la cadena siguieron adelante y esta pareja se convirtió en un referente para toda una comunidad, algo muy necesario a finales de los 90. La pena fue que el personaje de Tara acabaría muriendo en la penúltima temporada de la serie, cumpliendo con el estereotipo de «chica lesbiana que muere y no puede llegar a ser feliz con su novia». Aun así, esta pareja merece este puesto en la lista por lo que representó para toda una generación: no importa a quién ames siempre y cuando ambos seáis felices en esa relación.

  • Lana Winters (American Horror Story)
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Fotograma de American Horror Story: Asylum

Lana Winters, interpretada magistralmente por Sarah Paulson, es una mujer abiertamente lesbiana durante los años 60, lo que provoca que cuando tiene que ejercer su labor como periodista dentro de un manicomio acabe siendo tratada como una persona con problemas mentales debido a su sexualidad. Es la perfecta representación de que para el colectivo LGTB+ no siempre todo ha sido tan «fácil», y en concreto para las mujeres lesbianas, ya que debían de enfrentarse a una doble discriminación, por ser mujer y por ser lesbiana (y en el caso de Lana Winters, además, por ser económicamente independiente de un hombre). Aun así, el personaje acaba sobreviviendo y triunfando profesionalmente, algo que no suele ser muy común con los personajes de sexualidades que se salen de la heteronorma.

  • Irene Larra (El ministerio del tiempo)
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Fotograma de El ministerio del Tiempo

Irene Larra, interpretada por Cayetana Guillén Cuervo, es uno de los personajes que, a día de hoy, representa en la ficción española a las mujeres lesbianas (recordemos que personajes como Macarena de Vis a vis serían tomados como bisexuales aunque estuvieran en una relación con otra mujer). Irene Larra es autosuficiente, decidida, tiene tramas propias más allá de su sexualidad (cuando es agente doble o cuando debe de enfrentarse a su antiguo mentor), y además de todo eso es lesbiana y no muestra ningún tapujo en mostrarlo públicamente. Sin duda, un gran avance para el colectivo, ya que las chicas lesbianas en la ficción española (casi) siempre han estado estereotipadas o han acabado viviendo un final excesivamente trágico (ejem, Los hombres de Paco, ejem).

Esperemos que os haya gustado esta entrada sobre representación lésbica en ficción, dentro de unos días tendréis la entrada sobre representación gay en el mundo audiovisual.