ESFF: el cine de cerca en Edimburgo

Este octubre el Festival de de Cine Español de Edimburgo (ESFF) ha celebrado su 4ª edición, una ocasión única para acercarse a quienes se encuentran delante y detrás de las cámaras

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No es difícil caminar por una ciudad europea y escuchar de vez en cuando a gente hablando en español. Estamos en todas partes. Pero en Edimburgo es una constante. La población española parece que se ha decidido a conquistar la capital escocesa. Ya sea estudiando o trabajando, se cuentan por miles aquellos que tienen el castellano como lengua materna.

Si a esto le añadimos que Edimburgo se trata de una ciudad con gran tradición artística y cultural, en la que se suceden los festivales y las exposiciones (ya sean de literatura, música, pintura, CINE…), no es de extrañar que en 2014 naciera el Edinburgh Spanish Film Festival (ESFF).

Una idea que nació en el departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de Edimburgo y que con el apoyo, entre otros, del Ministerio de Cultura ha llegado este año a su cuarta edición. Marian Aréchaga, directora del festival, comentaba durante la inauguración de esta 4ª edición del festival que lo que pretenden es: «reflejar la diversidad y la riqueza del cine español, apostar por un cine de calidad tanto de autores consagrados como de nuevos talentos».

Las proyecciones se llevan a cabo en la Filmhouse, hogar del Festival Internacional de Cine de Edimburgo por el que han pasado celebridades varias a lo largo de las últimas décadas como Andrei Tarkovsky, Sean Connery, Martin Scorsese o Tilda Swinton.

A pesar del escenario en el que se desarrolla, el ESFF no es un festival como los que estamos acostumbrados a ver, con su alfombra roja, su photocall y sus estrellas desfilando y siendo acribilladas por la prensa. Este se trata de un festival joven, pequeño y humilde, características que leídas rápidamente pueden parecer negativas.

Todo lo contrario. En este festival todas esas distracciones directamente no existen, todo gira realmente en torno al cine, con la suerte de que al terminar la película puedes disfrutar de un coloquio con uno de los implicados en la misma, ya sea el director, el productor o el actor protagonista.

Puede que alguno eche de menos ese ambiente de festival, pero tener la oportunidad de poder ver un filme y que justo después puedas compartir tus impresiones o inquietudes sobre la misma con uno de sus responsables no tiene precio.

Carlos Santos durante el coloquio tras la proyección de ‘El hombre de las mil caras’

A pesar de su humildad, el ESFF ha contado este año con algunas de las películas más importantes de nuestro país en el último año. La que abrió esta edición fue 100 metros, primer largometraje de Marcel Barrena protagonizado por Dani Rovira, Karra Elejalde y Alexandra Jiménez. Una película basada en la historia real de Ramón Arroyo, al que diagnosticaron esclerosis múltiple y decidió superarlo mediante el deporte y completando un ‘Iron Man’. Marcel Barrena asistió a la proyección y compartió ciertas anécdotas del rodaje, como que la primera vez que llamó a Ramón Arroyo para hablar de una posible película le mandó a paseo pensando que un amigo le gastaba una broma. O que en una escena concreta en la que Rovira y Elejalde fumaban marihuana real ante la cámara para conseguir un efecto real.

También aseguró que no tuvo miedo a la hora de mezclar comedia con drama: «tenía miedo de que los que sufrieran de esclerosis múltiple me dijeran que no tenía ni idea. Me daba igual ser cómico o dramático porque en la enfermedad no es lo uno o lo otro, además con estos actores es muy fácil trabajar.

También pasó por las salas de la Filmhouse la última obra de Alberto Rodríguez, El Hombre de las Mil Caras, ganadora de dos premios Goya. En este caso el encargado de presentarla fue Carlos Santos, que en la película interpreta a Luis Roldán. Santos se mostró muy simpático con el público, bromeando continuamente sobre su aspecto en la película. Aseguró que interpretar a este personaje no fue un trabajo sencillo: «me centré en crear al personaje desde fuera hacia dentro. Te da mucho pudor interpretar al personaje cuando este está vivo o existió realmente. Tienes que dejar a un lado la idea que tengas de él y ceñirte al guión. Espero que esta película ayude a los directores a no tener que esperar más de 20 años para hablar del pasado».

Sergio Frade, productor de ‘María (y los demás)’, contestando las preguntas del público durante el ESFF

A lo largo del festival se sucedieron otras importantes película como Felices 140 de Gracia Querejeta, 1898: los últimos de Filipinas o María (y los demás), de Nely Reguera. Esta última se trataba de la ópera prima de la directora catalana y que fue presentada por uno de sus productores, Sergio Frade, que charló con el público asegurando que una de las principales intenciones de Reguera era reflejar algunas de las presiones que la sociedad pone sobre la mujer al llegar a la treintena, tanto a nivel profesional como sentimental.

Fuese cual fuese la película, el resultado siempre era de una sala llena que se repartían a partes iguales españoles que buscan su cine y escoceses curiosos y que no dudaban en aprovechar los coloquios para resolver todas sus dudas y mostrar su agradecimiento. Esta es sin duda la mayor cualidad de este festival, que no tendrá palmarés pero no le hace falta, su sencillez y cercanía con el espectador es su mayor cualidad, por lo que esperamos muchas más ediciones y que sigan manteniendo esta esencia.