Entrevista a Don Coscarelli: «Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos»

El jueves 27 de octubre tuvimos el honor de entrevistar a Don Coscarelli con motivo de su homenaje como ‘Maestro del Fantástico’ en la quinta edición del Festival Nocturna Madrid.

Lo primero que hace el creador de la reconocida saga de terror ‘Phantasm’ y director de ‘El señor de las bestias’ es pedir, entre risas y en un sufrido castellano, un “zumo de naranja”. Tras preguntarle a la intérprete cómo se deletreaba mi nombre, comenzamos la entrevista.

PREGUNTA: Como disponemos de poco tiempo para la entrevista, voy al grano: En Phantasm hay una secuencia en la que se detiene por completo la trama y dos de los personajes principales, Jody y el “hombre de los helados” (interpretados por Bill Thornbury y Reggie Bannister) se ponen a jammear con sus guitarras. Si no habéis visto la película o no recordáis ese momento, podéis verlo aquí (no os preocupéis por los spoilers). Es una secuencia que no esperaba en una película de terror, así que quería preguntarte cómo decidiste introducirla.

DON COSCARELLI: Buena pregunta. Se trata de una de mis secuencias favoritas de la película, y si cuando me pongo a recordarlo… No tengo ni idea de cómo se me ocurrió. ¿Cómo tuve la audacia de hacer una película de terror, pararla a la mitad y hacer una jam session de tres minutos? (risas) Es algo que, desde luego, sólo podía hacer cuando tenía 23 años, una auténtica locura, pero estoy muy contento de haber tomado esa decisión.

Y la razón que pudo haber detrás… Seguramente, es que una de las grandes alegrías de mi vida es mi amistad con Reggie Bannister. Era un gran amigo mío, un hippie de la época, algo mayor que yo. Todos los domingos por la tarde, me iba a la casa en la que él estuviera viviendo en ese momento con sus amigos (que eran los amigos más raros que te puedas imaginar). Estaban tocando canciones, fumando, todo era muy guay y natural. Era realmente divertido. Cuando entró Bill Thornbury en el cast de Phantasm, descubrimos que también era músico, y me resultó interesante que la relación entre sus dos personajes se desarrollara a través de la música.

Reggie Bannister (izq.) y Bill Thornbury (der.) en la secuencia mencionada.

Tras responder, Don Coscarelli pidió un momento y se apresuró a buscar en su móvil otra canción que cortó de la película. ‘Music Stoned Man’, compuesta e interpretada por Reggie Bannister y grabada en 1974. Llegamos a grabar la secuencia para esta canción, iba a estar en la película, pero acabé quitándola en montaje., explicó.

Al igual que en la película con ‘Sitting Here At Midnight’, la entrevista se detiene durante un par de minutos mientras escuchamos juntos ‘Music Stoned Man’. Para que os hagáis a la idea, el tema recuerda a ‘The Pilgrim: Chapter 33’ de Kriss Kristofferson, empezando con spoken word sobre los acordes. Muy folk.

Habría sido una locura tener dos canciones en la película, así que esta fue descartada.”, concluye al terminar la canción. Tras este momento mágico, retomamos la entrevista.

P: ¿Cuándo supiste que querías dedicarte a hacer películas (y en concreto, películas de terror)?

DC: Todo surgió a raíz de mi relación con un grupo de amigos de mi vecindario. De niños hacíamos todo tipo de proyectos juntos. Cogíamos los materiales de una obra cercana. Una vez robamos “madera” (palabra que Don Coscarelli pronuncia en castellano) de allí y construimos una barca. Otra vez hicimos un globo de aire caliente. Gracias a mis padres, conseguí una cámara Super 8 y empezamos a hacer nuestras pequeñas grabaciones amateurs en el jardín de casa.

En la misma época vi la película de Kubrick, ‘2001: Odisea en el Espacio’ y fue una revelación de cómo podía impactar una película. Era la primera película «de autor» que veía, y la que me puso en la buena dirección.

Don Coscarelli hablando con Paul Giamatti en el set de ‘John Dies At The End’

P: ¿Cómo afrontas el proceso de escribir el guión de una película y cómo ha ido cambiando tu forma de afrontarlo a lo largo de los años?

DC: El reto para mí es mantener la concentración. He aprendido que la práctica de escribir no siempre ocurre mientras estás escribiendo. Para escribir una buena secuencia, primero hay un proceso de contextualización, tienes que construir un imaginario, y entonces las ideas llegan. En ese momento es cuando toca sentarse a escribir la secuencia.

Escribir un guión es difícil. En las dos últimas películas que dirigí (John Dies At The End y Bubba Ho-Tep) fue un proceso más sencillo, ya que me basé en relatos y novelas de otras personas. Supongo que me he vuelto mayor, y perezoso.

P: Se nos acaba el tiempo, así que por último quería preguntarte: ¿Qué consejos le darías a jóvenes cineastas que estén empezando y quieran hacer cine, ya sea de terror o de cualquier género?

DC: Sí, por supuesto. Es interesante… ¿Cómo decía aquella famosa cita…? “Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos”. Nunca ha sido tan fácil como en la actualidad expresar lo que tienes dentro con imágenes. Ya sabes, con toda la tecnología que hay disponible. Y en ciertos aspectos, nunca ha sido más fácil conseguir público. El problema está en que hay tanto material ahí fuera que es complicado destacar y diferenciarte del resto.

Era más sencillo cuando empecé a hacer pelis, porque había muy poca gente haciendo cine independiente. De hecho, remontándonos a aquella época, podía coger el teléfono, llamar a un gran estudio y decirles “Tengo una película independiente” y ellos te contestaban “Genial, tráela el martes y la veremos”. Pero ahora, si tienes una película independiente y llamas a un estudio, acabará en una pila de DVD’s que los ejecutivos nunca llegarán a ver. Ahí está el verdadero reto.

Don Coscarelli en sus tiempos mozos.

Mi consejo, desde un punto de vista práctico, es que lo más importante es sentarse a escribir. Hacer una película consiste en expresarse con imágenes. Hay que traducir en palabras esas imágenes. Todo el tiempo que puedas dedicarle a esta tarea es importantísimo y valiosísimo.

También recomiendo juntarte con personas que tengan una forma de ver el cine similar a la tuya. Por ejemplo, recuerdo que a finales de los 80 conocí a un pequeño grupo de estudiantes de cine en LA. Estaba dirigiendo ‘Escuela de supervivencia’, y varios de ellos vinieron para trabajar como asistentes de producción. Ellos hacían pequeños proyectos cinematográficos independientes en los que uno dirigía, otro escribía, etc., pero el caso es que tenían ese pequeño grupo de diez o doce personas que se apoyaban mutuamente.

Por cierto, uno de los miembros era Quentin Tarantino. Otro era Roger Avary, y no mucho después hicieron Pulp Fiction. Así que fíjate, salen cosas grandes de este tipo de agrupaciones. Me influyó mucho descubrir su modus operandi. También solían reunirse para ver sus cortos, charlar y, en definitiva, apoyarse entre sí. En definitiva, creo que intentar formar parte de una agrupación de cineastas que congenien bien es importantísimo.