Crítica — ‘El nacimiento de una nación’

Título original: The Birth of a Nation

 Año: 2016

Duración: 119 min.

País: Estados Unidos

Director: Nate Parker

Guión: Nate Parker y Jean McGianni Celestin

Música:Henry Jackman

Fotografía:Elliot Davis

Reparto: Nate Parker, Armie Hammer, Jackie Earle Haley, Gabrielle Union, Aja Naomi King

Productora:Bron Studios / Mandalay Pictures / Phantom Four / Tiny Giant Productions

Género: Drama

Es altamente probable que a más de uno le resulte familiar el título de este film. Y que el cartel le suscite cierto miedo ante lo que está a punto de ver. Y es que para su primer largometraje, Nate Parker (‘J.A.W.’, “#AmeriCan’) se ha apropiado del título de la cinta que —por mucho que nos pueda doler—, fundó el cine tal y como lo conocemos hoy en día. Pero no es esa la cuestión que aquí nos ocupa, sino el hecho de que este clásico presentara a los esclavos libertos de la Guerra de Secesión como unos ignorantes ansiosos de diversión y sexo que representan todo lo malo que una persona puede ser. Y que el bottom line de la película fuera que la supremacía blanca era necesaria para el progreso del país — lo cual resulta especialmente problemático en plena era de Trump y del “make America great again”.

Pero podéis tranquilizaros, porque ‘El nacimiento de una nación’ de Parker no es un remake del clásico de Griffith ni pretende perpetuar su mensaje, sino ser un argumento en contra.

Si ‘El nacimiento de una nación’ de Griffith se situaba en plena Guerra de Secesión y nos contaba la historia desde el lado del poder, la cinta de Parker salta treinta años hacia adelante y nos hace testigos de la vida del esclavo Nat Turner (interpretado por el mismísimo Nate Parker), que inicia una rebelión con la esperanza de liberar a su pueblo.

Dejando a un lado el debate al que da cabida el hecho de que tanto director como guionista hayan sido acusados de abusos sexuales para centrarnos en el contenido de la película y lo noble de su intención, no se puede negar que a primera vista parece que nos encontramos ante un material con suficiente potencial como para situarse al lado de films como ’12 años de esclavitud’ (Steve McQueen) — al cual es imposible no remitirse a la hora de analizar esta cinta.

De hecho, si ’12 años de esclavitud’ brilló entre las muchas películas que se han atrevido con esta temática en las últimas décadas fue en parte por la crítica que McQueen supo realizar sobre la esclavitud como maquinaria económica y la religión como medio para la sumisión. Y estos temas están ciertamente presentes en ‘El nacimiento de una nación’. Además, aunque el protagonismo de la cuestión religiosa pueda resultar chirriante para ciertos sectores de la audiencia, cabe prestar atención al modo en que Nat va resignificando los textos de la Biblia, planteando un satisfactorio mensaje sobre las posibilidades de relectura y cambio.

De hecho, es en esta resignificación de los textos en lo que el film se apoya para dar fuerza a su elemento estrella, que es la transformación del personaje principal a lo largo de la cinta. Y es que si al principio vemos a Nat como un inocente niño que sigue a rajatabla lo dictado por el único libro que le dejan leer; poco a poco se nos permite ser testigos de una profunda transformación personal que pasa por el descubrimiento y reflexión sobre la realidad y la toma de acción sobre la misma.

Pero sin querer quitarle al film lo positivo, no se puede negar que ‘El nacimiento de una nación’ está muy lejos de estar a la altura de ’12 años de esclavitud’. Y es que si McQueen se atrevió con una compleja estructura narrativa que le permitió explorar la psicología de los diferentes personajes, Parker no innova y decide acogerse a la estructura básica del biopic sin salirse de ella en un solo instante. Y aunque esta decisión le sirva para hacer el film más digerible para el público mayoritario, se centra demasiado en su personaje principal y sacrifica con ello la posibilidad de profundizar en personajes como el de Cherry Ann (Aja Naomi King) — que bien podría dar como para hacer otra película.

‘El nacimiento de una nación’ tiene su gran fallo en el haber utilizado técnicas de blockbuster para conseguir llegar a su público. No sabe dejar a un lado a su protagonista y cae en el error de transformar una cuestión social candente en un relato en el que parece que lo que prima es la cuestión de la venganza y el enaltecimiento del héroe — con un gran clímax final al más puro estilo ‘Braveheart’ incluído. Y molesta. Porque aunque el mensaje inicial permanece, la vigencia del “Black Lives Matter” en los tiempos que corren necesita que este tipo de films se atrevan con nuevos tratamientos, que no recaigan en el efectismo y el melodrama para hacer calar el mensaje en el imaginario colectivo.

Lo mejor: La transformación del personaje principal a lo largo del film.

Lo peor: El apoyo en las técnicas del blockbuster.

Nota: 5/10