Crítica – ‘Llenos de vida’

Título Original: Place Publique

Año: 2018

Duración: 98 min

País: Francia

Director: Agnès Jaoui

Guion: Jean-Pierre Bacri, Agnès Jaoui

Música: Ivan Dumas, Raphäel Sohier, Cyril Holtz

Fotografía: Yves Angelo

Reparto: Agnès Jaoui, Jean-Pierre Bacri, Léa Drucker, Kevin Azaïs, Nina Meurisse, Sarah Suco, Helena Noguerra, Miglen Mirtchev.

Productora: SBS Films, France 2 Cinema

Género: Comedia

Fecha de estreno: 27 de julio de 2018

Un hombre adulto se acerca a paso firme llevando una escopeta en sus manos hacia dos jóvenes. La música está demasiado alta pero se distingue a la perfección un fuerte sonido que da lugar a una pantalla en negro. La nueva comedia de la directora y actriz Agnès Jaoui comienza con un tono bastante oscuro e impactante su relato sobre la diversidad de edades y los problemas de cada una de ellas en una fiesta. Usando un humor bastante fácil y asequible para todas las edades Agnès se pone en la piel de Hélène, una madre divorciada completamente dada al voluntariado y solidaridad, Por otro lado está Castro, narcicista, ególatra y presentador de un programa telebasura. Ambos se dirigen a la fiesta de inauguración de la nueva casa de Nathalie, donde pasarán toda la tarde y noche descubriendo sus problemas e inquietudes de la vida.

Llenos de vida es una historia coral repleta de numerosas personalidades que consiguen desplegarse por medio de sus actitudes. La directora crea una fiesta para celebrar la diversidad de edades, culturas y opiniones. En ella se enfrentan los adultos y los jóvenes, los ricos y los pobres, los solteros y los casados. Además de presentar la diferencia enorme entre los asistentes a la fiesta y los vecinos que deben aguantar la música a altas horas de la noche y el barullo que provocan los invitados. La vida se ve perfectamente representada en los problemas personales de cada uno de los personajes que irán desarrollándose a medida que se reparten más y más bebidas.

Las fantasías e ilusiones juegan un papel muy importante en la película. Gracias a ellas descubrimos amores, celos y miedos, incluso fantasías de poder que tras una llamada pueden venirse abajo. Hélène y Castro descubren que para su hija solo tienen fallos, que poco a poco se hacen más viejos sin que nada pueda evitarlo, y que mientras que uno solo es capaz de fijarse en su ombligo, la otra solo tiene ojos para los demás. El respeto por las personas y sus opiniones parece mostrar una clara diferencia entre los jóvenes y los adultos. Los primeros con un desinterés enorme por cualquier causa que no sea la fiesta y el disfrute del momento y los segundos con poco tiempo para pensar en los demás. Agnès Jaoui hace una crítica algo radical y exagerada por el tono de la comedia sobre las diferencias de edades y sus distintas actitudes, sin dejar a un lado el egoísmo y la facilidad para desinhibirse en las fiestas.

Lo mejor: La representación de los distintos problemas personales y el reflejo que provocan.

Lo peor: Un humor demasiado fácil que en ocasiones resuelta repetitivo.

Nota: 6/10