‘La Novia’, la resurrección de Lorca

Título original: La novia

Año: 2015

Duración: 93 min.

País: España

Director: Paula Ortiz

Guión: Paula Ortiz, Javier García Arredondo (Obra: Federico García Lorca)

Música: Shigeru Umebayashi

Fotografía: Migue Amoedo

Reparto: Inma Cuesta, Asier Etxeandia, Álex García, Luisa Gavasa, Carlos Álvarez-Novoa, Ana Fernández, Consuelo Trujillo, Leticia Dolera, María Alfonsa Rosso, Manuela Vellés, Mariana Cordero, Carmela del Campo, Álvaro Baumann, Anchel Pablo.

Productora: Get In The Picture Productions / Mantar Film / TVE (Televisión Española)

Género: Romance. Drama. Melodrama.

Sinopsis: Adaptación de «Bodas de sangre», de Lorca. Desde pequeños, Leonardo, el novio y la novia han formado un triángulo inseparable. Sin embargo, tras haber tenido un romance y dejarlo, Leonardo y la novia siguen teniendo una conexión inexplicable, pese a que la boda de la novia y el novio se aproxima.

 

El cine, en su empeño de demostrar el arte consagrado que es, no deja de darnos sorpresas. Este es el caso de ‘La Novia’, pues desde el primer minuto de su metraje eres consciente de que no vas a ver una película típica.

‘La Novia’ es Lorca en estado puro. Su crudeza es todo y más de lo que Lorca trascribió en su preciosa obra ‘Bodas de sangre’. Es una película digna de ir desgranando poco a poco, porque su belleza abruma.

En primer lugar, encontramos una maravillosa dirección y fotografía hiladas con un enigmático trabajo de edición y montaje. Cada plano de ‘La Novia’ es tan hipnótico que hace imposible apartar la vista de la película. Los planos detalle engrandecen la esencia de Lorca, pues se suelen usar para mostrar la distinta simbología del poeta. Así, por ejemplo, se le da un magnífico uso a planos de las patas de los caballos mientras corren (animales que, según el universo lorquiano, representaba el erotismo masculino, el sexo; este animal aparecerá en distintos planos a lo largo de la película), planos de la luna llena y del agua (ambos representan la muerte; también tienen una gran importancia a lo largo de la película) o el cuchillo (amenaza y muerte). Todo ello, suele ir acompañado de cámara lenta.

Así, las localizaciones exteriores son francamente hermosas, facilitando que sean un personaje más. Tal y como se presenta en la obra de Lorca, las tierras son secas, sin dar fruto alguno. No sólo se consigue mostrar esto, si no representarlas como algo mortífero pero a la vez bello.

 

Inma Cuesta y Álex García.

El uso del primer plano no tiene nada que envidiar a los planos detalle: éstos se tornan poderosos cuando los protagonistas hacen aparición, reflejando perfectamente las emociones de los personajes. Ésto no sería posible sin la gran dirección de Paula Ortiz y, como no, de un reparto exquisito.

Paula Ortiz consigue en su segunda película algo que muchos directores no han conseguido aún habiendo realizado más filmes: envolverte en una atmósfera misteriosa, contando una historia que muchos conocemos pero sin hacerse para nada pesada. A cada acción de la película estás esperando la siguiente, estás esperando a ver cómo se desenvuelve todo pero realmente no quieres que termine. La forma casi teatral de contar la historia no resulta exagerada en ningún momento, aunque no a todos le pueda gustar. Como se ha comentado, el uso de planos detalle y cámara lenta es constante, pero no repetitivo. Es una forma distinta pero necesaria de narrar, lo cual se agradece.

Las interpretaciones son brillantes también: Inma Cuesta se come la pantalla desde el primer (y chocante) plano hasta el último (igual o más chocante). Se nota que se ha dejado la piel para interpretar a La Novia y no es para menos: está hecho a su medida, es un papel que le sirve para decir «por si cabía alguna duda de que puedo con todo lo que me echen». Álex García (quien interpreta a Leonardo) y sobre todo Asier Etxeandia (quien interpreta a El Novio) le dan una buena réplica, aunque sin duda el trabajo del recientemente fallecido Carlos Álvarez-Novoa como Padre de la Novia es de sobresaliente. Luisa Gavasa no se queda atrás, ejerciendo de madre de El Novio, complementando realmente bien las actuaciones de Cuesta y Etxeandia.

El (poderoso) reparto femenino de ‘La Novia’ con la directora, Paula Ortiz

Tal y como explica Paula Ortiz, ‘La Novia’ no presenta un tiempo cronológico concreto. Puede ser cualquier época, en cualquier sitio. Esto es algo que «choca» pero a fin de cuentas no es más que otra virtud del guión. Por poner un «pero», se podría haber presentado a los personajes mejor, aunque no es algo que se le pueda achacar en su totalidad al guión pues en la obra original sucede así.

Por último, el buen uso de la música no hace más que cerrar una película prácticamente perfecta. Colocada estratégicamente, cumple con creces su función de trasladarnos a la historia desde su raíz, a hacernos completamente partícipes de este drama.

En conclusión, ‘La Novia’ es una bendición para todos los sentidos. Paula Ortiz y su equipo han arriesgado y han ganado. Y es que el cine español lleva tiempo haciendo grandísimas maravillas y no hay que cansarse de descubrirlas.

Lo mejor: Su reparto, dirección y fotografía destacan brillantemente.

Lo peor: No es una película para todo el mundo.

Nota: 10/10