Crítica – ‘Jupiter’s Moon’

Título original:  Jupiter holdja

Año: 2017

Duración123 min.

País: Hungría

Director: Kornél Mundruczó

Guión:  Kornél Mundruczó, Kata Wéber

Música: Jed Kurzel

FotografíaMarcell Rév

 Reparto: Zsombor Jéger, Mónika Balsai, Merab Ninidze, György Cserhalmi

Productora: KNM / Match Factory Productions / Proton Cinema

 Género: Fantástico. Drama | Inmigración

 

Jupiter’s Moon ha comenzado su andadura en los distintos festivales de cine de la mejor forma posible. Tras convertirse en la ganadora a Mejor Película en la 50ª edición del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges 2017, su paso por el Festival de Cine Europeo de Sevilla 2017 ha confirmado el respaldo del público.

Enmarcada en el drama actual de los refugiados, Jupiter’s Moon nos presenta a Aryan (Zsombor Jéger) un chico que cruza la frontera hacia Hungría de forma ilegal. Tras recibir varios disparos por parte del policía László (György Cserhalmi), se le es dado el don de poder volar. El corrupto médico del campo de refugiados Gabor Stern (Merab Ninidzeve en el nuevo poder de Aryan la posibilidad de lucrarse, mientras que Aryan sólo desea reencontrarse con su padre.

Teniendo en cuenta el argumento, Jupiter’s Moon se presenta como una propuesta arriesgada. Su originalidad es visible pero quizás no desprende todo el potencial que merece. Eso sí, desde el primer momento sabe transmitir una atmósfera cargada de incertidumbre. La misma incertidumbre que continuamente asola al protagonista y a todos los que se encuentran en su misma situación.

Por otro lado, Jupiter’s Moon aparenta ser demasiado obvia y, aunque se encuentra cerca de serlo, sale victoriosa con un final que le hace ganar puntos. ¿Quién es Aryan? ¿Por qué puede volar? Evidentemente, el juego metafórico que nos presenta es algo ya visto pero nunca innecesario: el hecho de que la única persona conocida con un don sea a la que se le quiere echar, fuerza un mensaje de solidaridad. O, quizás, el de cómo el ser humano sigue queriendo aprovecharse del más débil.

Sea como fuere, Jupiter’s Moon cumple al querer presentar de la mejor manera la situación de los refugiados, mostrando, a su vez, los momentos tan horribles a los que se enfrentan. Las interpretaciones son destacables y el trabajo de dirección correcto, llevándote en ocasiones al auténtico malestar gracias al trabajo de cámara. En cuanto al guión, da la sensación de que podría haber abarcado más o, al menos, contarlo de otra manera. Se queda estancada en una idea brillante que no termina de dar de sí. Aún así, la película transmite justamente lo que busca.

Como un gran “pero”, es el trato a los personajes femeninos que se le da en esta cinta: la única que tiene un papel relevante, Vera (Mónika Balsai), novia de Gabor, no superaría el Test de Bechdel y hay varios desnudos femeninos metidos con calzador que desentonan mucho con lo que la película quiere mostrarnos. Es evidente que no es la historia que se quería contar, pero la vida de las mujeres refugiadas es incluso más dura y se ha perdido una gran oportunidad para darle visibilidad.

 

Lo mejor: Es necesario contar con películas así en la actualidad para dar un tirón de orejas sobre la realidad que viven los refugiados.

Lo peor: te da la impresión de que podría aportar más. Las mujeres son relegadas a un último plano y se pierde la posibilidad de visibilizar la vida de las refugiadas.

Puntuación: 6’5/10