Crítica – ‘Granny’s Dancing on the Table’

Título original: Granny’s Dancing on the Table

Año: 2015

Duración: 89 min.

País: Suecia

DirecciónHanna Sköld

GuiónHanna Sköld

MúsicaGiorgio Giampà

FotografíaAnimation, Ita Zbroniec-Zajt

RepartoAnimación, Blanca Engström, Lennart Jähkel, Karin Bertling

ProductoraDoDream / Nordic Factory

Género: Animación. Drama | Stop Motion. Animación para adultos

 

Tras pasar por el Festival de San Sebastián en su estreno en 2015, Granny’s Dancing on the Table llega a las pantallas españolas gracias a la nueva distribuidora Cocodrila Films. El filme presenta a la joven Eini (Blanca Engström) que vive con su cruel padre (Lennart Jähkel) alejada de toda la civilización. Criada en el temor al exterior y en el maltrato, Eini cuenta la historia de su abuela y de cómo distintas circunstancias hicieron a su padre el hombre que es. Machismo, masculinidad tóxica y violencia física y psicológica son los extremos elementos que nos encontramos en ésta película.

En su segundo proyecto, la directora Hanna Sköld (Nasty Old People2009) ha optado por jugar con diversos contrapuntos. En primer lugar, presenta una situación tan dura como la vida de la abuela y la hermana de ésta mediante stop motion. Algo que normalmente se asocia mejor con personajes de carne y hueso, toma una nueva dimensión con ésta técnica. Puede parecer que por ésto la crudeza sea menor. Para nada, todo lo que se cuenta se sufre de la misma forma que si se hubiera rodado con personas reales. Por otro lado, el propio título es otro contrapunto, pues señala una situación presumiblemente divertida en un contexto devastador.

Aunque el guión es correcto, la dirección puede resultar lenta para quien no esté acostumbrada/o. Sköld deja respirar cada plano, caracterizando así un continuo clima de silencio. El uso de stop motion hace que se haga más dinámico y potencia la crudeza de lo que se cuenta.

El espacio que Sköld nos da entre la cámara y lo que vemos, se hace en momentos angustioso, efecto que seguramente buscase la directora. Ésto también se ve reflejado cuando trata temas sobre la sexualidad de la joven. Aunque no se llega a indagar mucho, sí esboza retazos donde comprendemos el tabú que el padre le ha inculcado a su hija sobre algo tan básico como que, por ejemplo, le baje la regla.

Las interpretaciones de Engström y Jähkel, hija y padre respectivamente, son realmente eclipsantes y llevan sobre sus hombros el enorme peso de la película, siendo ella la que más destaca.

Y es que, aunque en ocasiones se puede echar de menos que se arriesgue, Sköld muestra la crudeza de la relación entre padre e hija sin apenas censura. Explota lo que quiere mostrar y le da un ritmo que, como ya se ha comentado, por desgracia puede ser lento y distraer de la atmósfera creada. Aún así, es una apuesta arriesgada pero necesaria y se agradece que se visibilicen aspectos tan complicados de trasladar en pantalla sin caer en lo mismo.

Lo mejor: Las interpretaciones.

Lo peor: El ritmo lento se puede hacer algo difícil.

Valoración: 7/10