Crítica – ‘Colette’

Título original: Colette

Año: 2018

Duración: 112 min.

País: Reino Unido

Dirección: Wash Westmoreland

Guión:  Richard Glatzer, Wash Westmoreland, Rebecca Lenkiewicz

Fotografía: Giles Nuttgens

Reparto: Keira Knightley, Dominic West, Denise Gough, Fiona Shaw, Robert Pugh, Rebecca Root, Eleanor Tomlinson, Aiysha Hart

Productora: Bold Films / Killer Films / Number 9 Films / BFI Film Fund

Género: Drama / Biográfico

 

La Historia guarda mujeres a las que, poco a poco, se les hace algo de justicia dando a conocer su trayectoria gracias al séptimo arte. Aunque aún quedan muchas mujeres de las que hablar y descubrir (como aquellas que, según insinuó Virginia Wolf en Una habitación propia, se encontraban detrás del nombre «Anónimo»), la vida de Sidonie-Gabrielle Colette, renombrada Colette, debía ser contada. O contada de nuevo, pues ya se hizo en 1991 con Becoming Colette (Danny Huston). Igualmente, el biopic de la escritora francesa abiertamente bisexual y que escribía novelas con contenido erótico no ha podido llegar en mejor momento: en tiempos de mayor apertura LGTB y feminista, se necesita tener referentes y conocer historias como la de ella. Y se le ha hecho gran justicia.

Colette nos presenta a Sidonie-Gabrielle Colette (Keira Knightley), una chica francesa que vive una tranquila vida junto a sus padres en el campo. Pronto se enamora del egocéntrico intelectual Willy (Dominic West) y se casan, hecho que les hará mudarse a París a vivir la vida bohemia. Su marido usa a otras personas para escribir libros que luego se publican con su nombre y, cuando se da cuenta del talento de su mujer para escribir, se aprovechará la situación. Así comenzará el reencuentro, descubrimiento y validación de Colette consigo misma como mujer independiente.

Keira Knightley interpretando a Colette.

Para comenzar, la película no se centra en una lucha entre ambas partes para conseguir los derechos de los escritos de Colette. El filme trata éste tema en su tercer acto, por lo que se subraya en su http://windhampharmacy.com totalidad los inicios de Colette. Tampoco habla del éxito de sus novelas, ya en solitario y sin la firma de su marido, cuyo trabajo le hizo ser condecorada por la Legión de Honor y ser la primera mujer francesa de artes literarias en tener un funeral de Estado. El largometraje muestra parte de su vida, sus ideas, su despertar sexual hacia el género femenino, la plena confianza en su marido hasta que abre los ojos… Es todo un viaje hacia la madurez de alguien que está aprendiendo a vivir y, sobre todo, a ser libre.

Por otro lado, en el terreno artístico, las actrices y actores se mueven con soltura en la Francia del Moulin Rouge y los can-can. Siendo protagonista, Keira Knightley lleva sobre sus hombros el peso de la película, defendiendo su papel maravillosamente. Dominic West le da una gran réplica, complementándose ambos de forma brillante. La dirección, que firma Wash Westmoreland, carga ésta historia de sensibilidad pero, al mismo tiempo, de energía.

Se dice que la última palabra antes de morir de Colette fue «¡regarde!», «¡mira!» en francés. Esto, según se sabe, podría ser porque era lo que le repetía su madre cuando era pequeña para que no perdiera detalle a la naturaleza que le rodeaba. Y en éste caso, es complicado no querer mirar de cerca la gran vida que tuvo Colette, siendo ésta película un bonito y respetuoso ejemplo para conocerla.

Lo mejor: Keira Knightley. Que no se tenga miedo a la hora de presentar la sexualidad de Colette aunque siempre evitando el morbo innecesario.

Lo peor: Que se haya tardado en reivindicar su figura.

Nota: 8/10