Crítica – ‘Backtrack’

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Título original: Backtrack

Año: 2015

Duración: 90 min

País: Australia

Director: Michael Petroni

Guión: Michael Petroni

Música: Dale Cornelius

Fotografía: Stefan Duscio

Reparto: Adrien Brody, Sam Neill, Bruce Spence, Robin McLeavy, Jenni Baird, Anna Lise Phillips, Malcolm Kennard, Olga Miller, Chloe Bayliss

Productora: Head Gear Films / Metrol Technology / Screen Australia / See Pictures

Género: Thriller / Sobrenatural

Ficha en sensacine

Bactrack, la última película de Micahel Petroni (Till Human Voices Wake Us, 2002), es un trhiller. Y una película de terror. Y ninguna de las dos cosas. Porque el principal problema de la película escrita por el propio Petroni es que se mueve entre los dos géneros pero no acaba de afianzarse en ninguno, y la mezcla resulta desconcertante porque depende del momento parece que estemos en una película detectivesca, en una de sustos o en un terror psicológico. La mixtura no sale del todo bien, y el tono de la película parece no ser el más indicado para contar la historia que quiere contar, o al menos de la forma en que quiere contarla.

Y eso no lo puede rescatar ni el reparto, que no está nada mal teniendo en cuenta que las cabezas de cartel son el ganador del oscar Adrien Brody y Sam Neill. Brody encarna a un Peter Bower, un psicólogo taciturno que ha vuelto a su ciudad después de la trágica muerte de su hija en Sidney. Allí comenzará a enfocarse de nuevo en el trabajo, recibiendo a varios pacientes. Uno de ellos, una enigmática niña, romperá su rutina y abrirá oscuros recuerdos del pasado que creía olvidados.

Adrien Brody y Sam Neill, protagonistas de la película.
Adrien Brody y Sam Neill, protagonistas de la película.

Hasta aquí un punto de partida que, aunque pueda parecer manido, no deja de ser interesante. Se puede sacar partido y contar una buena historia. El problema viene cuando el thriller arranca y vamos descubriendo los significados de todo mucho antes que el propio protagonista. Es difícil no evitar la sensación de déjà vu constante. El espectador más curtido se encontrará con una serie de clichés que convergen en puntos de giro tan anunciados como los sustos que intentan elevar la película a un tono que su propio desarrollo no consigue.

Backtrack es una película de terror que no da miedo y un thriller que no sorprende. Se podría decir que es una película fallida. Parte de ello la tiene, como he dicho ya, su tratamiento. La forma en la que está rodada. Pero otra buena parte la tiene un guión que deja pistas del tamaño de campos de fútbol y que parece querer rizar el rizo para alcanzar una complejidad que en ningún momento es indispensable.

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Fotograma de ‘Backtrack’

Como puntos positivos se podría contar con una fotografía de Stefan Duscio que se pierde en todo el conglomerado y un Brody que, aunque contenido, se mueve bien entre tanta pirueta emocional. A modo de resumen, se podría decir que Backtrack es una película que hará las delicias de pocos, quizás de algún fan incondicional del género, y que se convertirá rápidamente en una de las muchas películas olvidables que conforman la gran biblioteca de nuestros recuerdos.

Lo mejor: Una buena fotografía que no se acaba de aprovechar.

Lo peor: Ni sorprende, ni da miedo, ni atosiga. Ni es buen terror, ni es buen thriller. Es una mezcla de todo y un poco de nada.

Nota: 4/10