Crítica – ‘American Gods’ (T1)

 

Título original: American Gods

Año: 2017

País: Estados Unidos

Duración: 60 minutos

Temporadas: 1

Capítulos: 8

DirectoresBryan Fuller (Creador), Michael Green (Creador), David Slade, Adam Kane,Vincenzo Natali, Guillermo Navarro, Floria Sigismondi, Craig Zobel

GuionBryan Fuller, Michael Green, Robert Richardson (Novela: Neil Gaiman)

Música: Brian Reitzell

Fotografía: Jo Willems

RepartoRicky Whittle, Ian McShane, Emily Browning, Pablo Schreiber, Bruce Langley, Yetide Badaki, Jonathan Tucker, Gillian Anderson, Demore Barnes, Dane Cook, Cloris Leachman, Peter Stormare, Crispin Glover, Orlando Jones, Mousa Kraish, Chris Obi, Omid Abtahi, Betty Gilpin, Kristin Chenoweth 

Productora: Amazón Prime

Emitida por: Starz

Género: Fantástico, Mitología, Aventura

Ficha Sensacine: http://www.sensacine.com/series/serie-10101/

 

Dioses y diosas. Magnánimos y grandilocuentes seres que aparecen cada cierto tiempo como nuevas películas de acción. Responsables de épicas batallas y estrenos mastodónticos en las salas de cine. Poder y dinero a partes iguales. Tuvo que llegar Neil Gaiman para realizar una obra literaria que bajara a estos grandullones de su palacio celestial al mundo corriente. Con ello, consiguió también establecer distintos temas acerca de la sociedad y su comportamiento. Una base compleja y densa que Bryan Fuller tomó para crear una serie que respira principalmente pureza.

Este productor estadounidense ya realizó un trabajo muy notable en Hannibal. Aunque la serie tuvo un considerable bajón de audiencia y calidad en su tercera temporada, lo cierto es que era una de las más originales de la televisión. Su atención tan milimétrica hacia la puesta en escena junto con una dualidad en los personajes principales de lo más interesante llamó la atención de miles de fans y de críticos muy respetables. Unos rasgos que Fuller ha llevado también a American Gods.

Es difícil hablar sobre esta serie ya que posee multitud de capas. Sus protagonistas son dioses, sí, pero desde luego están muy alejados del poderío que el público cree conocer. Es una presencia mucho más terrenal, con habilidades más cercanas a la persuasión que a aspectos sobrenaturales. Para señalar este concepto, la serie recurre principalmente a la imagen. Es el primer elemento de descripción de los personajes, cada uno reconocible a partir de una presencia única. Y aunque la historia se basa en el realismo, la visión de Fuller sobre el mundo es única. El cuadro completo es muy particular, con matices en toda la composición. Es impresionante el manejo que posee esta serie de una paleta de colores muy extensa, capaz de representar diferentes atmósferas coloridas en un mundo que por lo general está lleno de grises.

Un mundo con su propio sello y simbología

Pero los personajes son mucho más que apariencia. Aunque en un primer momento se les reconoce como seres humanos corrientes, pronto dejan muy claro que son algo más. No necesitan explicarse, simplemente fluir con la narración. Conducir una historia y una batalla mucho mayor que cualquier lucha llena de CGI. American Gods presenta multitud de temas relacionados entre sí y que convergen en una idea narrativa: la lucha entre el mundo antiguo, obsoleto, y las nuevas tendencias alienantes. Todo ello reflejado en la figura de los viejos dioses y los nuevos dioses. En estos últimos es donde la serie descarga toda su originalidad, tanto en su figura como en su comportamiento. Son personajes que se quedan en la memoria aún sin conocer sus nombres porque poseen un aura y un carisma que llenan por completo la pantalla.

Por último, un rasgo especialmente interesante de American Gods es su tratamiento de la sutileza. Por un lado, la violencia y la sangre se utilizan en no pocas ocasiones como un recurso estilístico, que completa la puesta en escena y que es enteramente explícito. Es un elemento expresivo que contribuye también a mostrar la ferocidad sin parangón de los personajes. Sin embargo (y como ya hiciera en Hannibal), la conducción de la historia sigue otros derroteros. Su narrativa es compleja y está demasiado basada en la simbología presente en cada escena por lo que aquí la sutileza es muy palpable. Los personajes no aportan grandes detalles ni revelaciones asombrosas, si no que se fusionan con una trama contenida.

Por ello, la serie requiere de un esfuerzo por parte del espectador para alcanzar una comprensión completa. Aun así, esta narración tan particular, con diálogos y escenas que poseen una conexión difícil de apreciar puede que no cautive a parte del público. Es cierto que tiene mucho mérito técnico y que su trama en sí es muy interesante, pero cuando la historia está tan fragmentada, con tantísimos elementos que aparecen sin detenerse, la asimilación puede llegar a convertirse en un caos.

 

Rojo: seducción, violencia. Diosa.

La primera temporada de American Gods es intensidad en todos los aspectos. Tanto para lo bueno como para lo malo, tiene su propia marca y si sigue apostando por ella, su originalidad y su carisma pueden ser muy apreciados en el futuro. Sus personajes, con una presencia asombrosa y con multitud de matices, unidos a su atención casi enfermiza por crear un mundo realista y al mismo tiempo particular, son los principales elementos para atraer a cualquier persona que quiera vivir una aventura diferente pero igualmente apoteósica.

Lo mejor: su originalidad, con unos elementos tratados de forma muy personal. Sus personajes, sin poderes que resalten en pantalla pero con un personalidad y carisma apabullantes. Todo ello crea un conglomerado natural, vertiginoso e irresistible.

Lo peor: su narrativa puede llegar a romper el interés en todo su compendio debido a una complejidad muy apreciable y dependiente de la atención en detalles demasiado simbólicos.

Nota: 9/10