Título original: 10.000 km.
Año: 2014
Duración: 98 min.
País: España
Director: Carlos Marques-Marcet
Guión: Carlos Marques-Marcet, Clara Roquet
Fotografía: Dagmar Weaver-Madsen
Reparto: Natalia Tena, David Verdaguer
Productora: Lastor Media / La Panda
Género: Romance. Drama | Drama romántico
Si algo llama la atención de la película 10.000km, es la naturalidad con la que está narrada, la cual permite al espectador adentrarse en la psicología de los personajes para ir conociéndolos y entendiéndolos mejor a medida que los minutos trasnscurren.
Esa era la intención del joven director Carlos Marques-Marcet, que deseaba relatar su propia experiencia y la de algunos de los compañeros a los que conoció durante su estancia en Los Ángeles. Así, como si de un escultor se tratara, fue modelando a los protagonistas hasta crear a Alexandra y Sergi, una pareja catalana que se ve obligada a mantener una relación a distancia -10.000km- cuando a la chica le conceden una beca para irse a EEUU.
Unas buenas interpretaciones de Natalia Tena y David Verdaguer otorgan gran credibilidad al metraje, que casi roza el género documental. Además, la técnica empleada en gran parte del film ayuda enormemente a crear este ambiente. Sin duda, haber empleado “found footage” ha sido todo un acierto para generar más verosimilitud a las escenas, que se van sucediendo en el tiempo narradas en forma de diario.
La trama principal sirve de excusa para hablar de amor y de desamor, de monotonía y de rutina, de miedos y de errores. En definitiva, para hablar de la vida en sí misma y de todo lo que esta implica. Sin duda, logras identificarte con ambos personajes. Llegas incluso a odiarlos y quererlos al mismo tiempo, a compadecerlos y a enfurecerte por sus actos, pero al final descubres que no podría haber sido de otra forma.
La primera secuencia que abre la película nos deja, cuanto menos, sorprendidos sino boquiabiertos. Qué gran principio. Este hace que las expectativas se eleven y tal vez ese es su gran error. El resto de secuencias, si bien en ciertos momentos son bastante amenas y hacen que sueltes alguna que otra carcajada, en la mayoría de los casos se vuelven algo pesadas. La falta de diálogos de algunas hace que el largometraje pierda ritmo lo que provoca que el espectador ansíe cierto dinamismo.
Se añoran también la ausencia de ciertas elipsis que hubieran servido para recortar hechos superfluos y algo innecesarios. Aun así, si logras superarlo, descubrirás que en el fondo se trata de buena película.
Lo mejor: La naturalidad: es una historia muy real que te atrapa desde el primer minuto.
Lo peor: Se echa en falta algo más de acción. Quizás, esa insistencia del autor por mostrar hiperrealidad en sus hechos hace que el largometraje se vuelva lento.
Nota: 6’5