5 razones por las que ver Santa Clarita’s Diet (T2)

Hace varias semanas se estrenaba la segunda temporada de Santa Clarita’s Diet, serie protagonizada por Drew Barrymore, Timothy Olyphant, Skyler Gisondo y Liv Hewson. El año pasado, en esta misma web, realicé una crítica sobre la primera temporada y cabe mencionar que esta nueva remesa de episodios ha sido impresionantemente destacable.

Se ha profundizado en las tramas, se ha jugado con una comedia agridulce y el resultado ha sido una tragicomedia de terror divertida, encantadora y fácil de digerir, aunque sigue siendo recomendable verla mientras no se está comiendo.

La palma, en cuanto a reparto, se lo siguen llevando Sheila (Drew Barrymore) y Abby (Liv Hewson). Aunque con muchas menos escenas madre e hija, individualmente han explorado sus nuevas realidades y las han sellado con una personalidad hilarante y dura que las convierten en las salvadoras de la historia principal. No obstante, Joel (Olyphant) ha estado mucho más creíble y humano que en la temporada anterior.

De esta manera, y contemplando todas las características positivas que ha brindado lo nuevo de Santa Clarita’s Diet, esto son cinco razones por la que habría que darle una oportunidad a la familia Hammond.

1. Sheila Hammond

Es una auténtica maravilla poder disfrutar del talento de Barrymore y además su personaje, Sheila durante esta temporada evoluciona y vemos a una zombi que lucha por adaptarse a su naturaleza y mantener unida a su familia. Loa grandes picos de humor de la serie son gracias a ella y aunque también su trama sea muy fantasiosa en ocasiones, el carisma de Barrymore hace que cada capítulo de Santa Clarita’s sea concebido como lo que es, un buen entretenimiento. Asimismo, Sheila se ha reconvertido y regala muchos diálogos en los que prima la sororidad y la apuesta por tomar las riendas de su destino sin importar la idealización de cómo debería comportarse y actuar que tenían los demás sobre su ella.

2. Ramona

El personaje de Ramona fue introducido en la primera temporada y durante esta nueva tanda de episodios dio un giro muy inesperado. La cajera del supermercado fue un eslabón fundamental en el desarrollo de la historia y su presencia y evolución con el resto del reparto fue uno de los mejores gags de la temporada. ¿Volveremos a verla? Sin duda, sería muy interesante.

3.  Chris y Christa, los repelentes

Estos dos personajes hacen brillar aún más a Sheila y Joel, son la competencia en el mercado inmobiliario. La relación entre ellos es peor que la de los perros y los gatos y la nueva forma de ver la vida, o no vida dependiendo de como se mire, de Sheila hace que les plante cara a este matrimonio perfecto sacado de los cuentos vividos en residenciales privados americanos. Otro de los grandes toques cómicos se viene dado por el desarrollo de la relación entre ambos, a su vez, se aprovecha para conocer esa faceta laboral de los Hammond.

4. La relación entre Abby y Eric

 

El vecino Eric siempre ha sido una figura entrañable, en esta segunda temporada podemos disfrutar mucho más de él y de su relación, no solo con Abby sino que también con sus padres, la inocencia de Eric es mágica y da ese toque de dulzura que suaviza la sangre y las visceras tan asiduas en esta serie. Además se explora mucho más sus sentimientos hacia Abby y se muestra de una forma sana una relación de amistad entre jóvenes, que sí, que no tiene porque acabar en sexo o una relación.

En cuanto a esto último, sería desafortunado que en la ya prometida tercera temporada exploraran desde esa perspectiva la loca trama de Abby y Eric.

5. Abby Hammond

Abby demostró en el estreno de Santa Clarita’s Diet que es una auténtica badass. Esa revolución y revelación interior podía achacarse a las circunstancias, es decir, que su padre fuera una muerta viviente y asesinara a personas para alimentarse pero esa energía, esa «oscuridad» siempre ha estado dentro de la pequeña de los Hammond y lo expone en muchas de sus intervenciones. No obstante, la gran escena de esta temporada es cuando da la cara ante una injusticia y Christian, hijo de Chris y Christa, acaba con un bandejazo en la cara.

Valiente, fuerte e independiente, Abby es uno de esos personajes que no te cansas de conocer. Además debe enfrentarse a unos padres que intentan protegerla y que acaban dándose cuenta de que quizá ya no sea la adolescente que creían que era.